Can I eat ur ass? -YM

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Jimin se quejó una vez más, se había corrido ya tres veces sobre el mayor y viceversa, pero él no había podido calmar su necesidad, sólo deseaba más y más. 

—Yoongi.. ahhh —soltó un grito— ¡No puedo parar de hacerlo!

Aún con la respiración agitada lo miró a los ojos, tomó sus rostro entre sus manos y suspiró.

—Sólo, creo que es mejor continuar esto en la casa.

—Si, será lo mejor...—Jimin miró los oscuros ojos gatunos hasta que la cercanía lo obligó a juntar nuevamente sus labios.

Sus labios estaban unidos, lo hacían lentamente sintiendo la suavidad del tacto, Yoongi pasó sus brazos por la cintura del rubio y lo abrazó, el menor acariciaba el cabello azabache entre las yemas de sus dedos de forma lenta, quizas hasta esté desarrollando una obsesión por hacer aquello.

—¿Sabes..? —Jimin soltó, llamando toda la atención del pálido— me gustas mucho.

—Lo sé —rió y le mordió el grueso labio inferior— No dejes de ser malditamente posesivo, lo amo, amo que digas que soy tuyo...—Yoongi devoró sus labios otra vez—soy tuyo, vuélveme un lío cuantas veces quieras, bonito. 

—Eres mío.. —susurró en el oído del mayor— Por favor, sé tan malo conmigo como ahora, y terminaré más loco por ti.

—Cállate —tomó su rostro con una mano, viendo los labios de Jimin, para luego besarlos. — No había visto tu boca a detalle.. ¿quieres chuparmela en el camino?

Jimin abrió los ojos de golpe ante aquellas palabras sucias y terminó aceptando la invitación; con dificultad, Yoongi se puso su ropa y bajó del auto para volver a sentarse pero esta vez en el asiento del conductor. 
Miró a su pequeño por medio del espejo retrovisor y éste al darse cuenta soltó una sonrisa tonta seguido de un leve calor envolviendo sus mejillas regordetas. 

—¡No me mires! —sonrió— Es...raro.

—Eres mío, te miro cuando quiero y como quiero.. —pasó su lengua por sus labios— eres tan sexy.

—Te odio porque me calientas con sólo decir cosas... ¡¿Dónde están mis pantalones?! —miró al mayor— ¿Vas a buscarlos afuera por mí?

—No —soltó serio, mientras colocaba las llaves en la abertura de arranque.  

—¿Estás hablando de verdad? —Jimin esperó una respuesta por varios segundos pero ésta nunca llegó— ¡maldita sea!

Con un puchero en sus labios, se bajó con un poco enojado e incómodo en busca de su pantalón, se agachó para poder agarrarlo y ponerselo rápido, pero paró sus acciones al escuchar un silbido proveniente de atrás de él. 

—Linda vista, precioso —Yoongi rió seguido de tirarle un beso, y el rubio se puso rojo hasta las orejas. 

-¡Min Yoongi! —rió nervioso, se acerca hasta la ventanilla de la puerta del conductor y le da un beso en los labios— eres un tonto, pero me encantas. 

—Y tú a mí.. —pasó las manos por el desnudo trasero del rubio y lo apretó.— Entra ya, estoy ansioso por que tus bonitos labios lo rodéen, y no quiero que esa cámara siga filmando lo que es mío.

—¡Sí! —caminó hasta la puerta del copiloto y justo antes de sentarse sonrió al escuchar a Yoongi gritar:

—¡Park Jimin, me encantas!