Capítulo 2

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*Mansión Él.

_ No había tenido una noche así de dura, bueno si lo pienso mejor desdé que mi esposa Alura falleció las noches se hicieron difíciles y además desde ese día mi sueño se complicó porque siempre que entraba a nuestra antigua habitación yo caía de rodillas y lloraba por que la perdí y la soledad que sentía era inmensamente dura, pero con el tiempo decidí que lo mejor para mí era ya no entrar en aquella habitación para que los sentimientos no me abrumaran más. Me mude a otra habitación y fui sanando con el tiempo, pero jamás creí que volvería a sentir un dolor parecido como aquella vez y fui iluso porque una vez más volví a sentir un dolor parecido a ese, pero esta vez fue porque mi hija no aprueba mi relación con Lena y al final mi hija se alejó de mi. Pero lo que no entiende mi mi hija es que yo realmente me enamoré de Lena y también sé que en estos momentos Lena se siente terrible por lo que pasó y si no fuera una buena mujer a ella no le importaría nada.

- ¡Soy un maldito idiota!

_ Me dije a mi mismo y después me levanté de la cama furioso conmigo mismo y caminé por la habitación pensando en lo que pasó esta tarde, pero al final solo me canse en vano porque no encontré una solución al problema que tenía y mejor salí de mi habitación en busca de un trago, bajé las escaleras y me fui directo al bar que tenía en casa, pero al llegar al bar miré el retrato de mi difunta esposa y sentí como mis fuerzas se me iban y caí frente a su hermoso retrato y comencé a llorar como un niño pequeño.

- Alura lastime a nuestra hija y lo siento mucho.

_ Cuando Alura falleció yo le jure que cuidaría a nuestra hija y con lo que paso ayer me di cuenta que no le cumplí esa promesa que le hice, además me sentía muy mal por no haber hecho las cosas correctamente y en el fondo sabia que estaba haciendo mal en apresurarme con Lena y al final termine lastimando a las personas me mas amo y no podía evitar pensar en que debí ser paciente con Lena y sobre todo con Kara. Lamentablemente ya era demasiado tarde pensé.

Habitación Lena

_ Después de la discusión con Kara le pedí a Zor-El que me llevará a la habitación de huéspedes y es que no quería dormir con él porque tenía el presentimiento de que tal vez Kara vendría en la noche para hablar con su padre y si ella nos pillaba juntos durmiendo es muy probable que las cosas se volvieran a salir de control. Pero por más que trataba de dormir no podía y además comencé a tener sed, así que salí de mi habitación y bajé a la cocina por un vaso de agua, pero como la casa era muy grande y no la conocía me perdí. Por varios minutos busque la cocina y de repente llegue a un pasillo largo y un poco oscuro, las luces del jardín entraban por los grandes ventanales y alcance a ver algunas decoraciones hasta que escuche que alguien estaba llorando, así que corrí para ver quien era la persona que estaba sufriendo y cuando entre en la habitación vi que Zor-El estaba tirado en le piso llorando, no dude ni un segundo así que corrí y fui a su lado.

- ¿Amor qué pasa?

_ Le pregunte y después me contesto.

- Soy un mal padre y lastime a mi hija Lena.

_ Jamás había visto a Zor-El de esa manera y yo me sentía terrible por ver que el hombre que más quería estaba sufriendo en gran manera, miré hacía arriba y me di cuenta que en ese sitio estaba un cuadro enorme con la imagen de una mujer que si no me equivoco era la difunta esposa de Zor-El, la mujer era muy hermosa y observándola con más detalle llegué a la conclusión de que Kara se parece más a su madre, después regresé mi vista a mi prometido y lo abracé por un largo rato para tratar de tranquilizarlo. Por varios minutos seguí consolando a Zor-El hasta que me di cuenta que se calmó y levantó su rostro, el me miró y me dio un beso. Unos segundos después los dos nos levantamos y nos fuimos a mi habitación y cuando llegamos nos fuimos directo a mi cama y lo metí bajo las frazadas, después me metí a la cama y lo abrace por su cintura y recargue mi cabeza en su pecho y una de sus manos se posó sobre mi cabello y comenzó a acariciarme. Cuando Zor-El se detuvo levanté la vista para mirarlo y me di cuenta que él seguía llorando y yo me acerqué más a el y le di un tierno beso en los labios y por un par de minutos estuvimos abrazados hasta que nos acomodamos mejor.

INTRUSA ( Supercorp )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora