Corazón Roto, labios Partidos (Retomando Edición)

Capítulo 25: Curita

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Kageyama Tobio era alguien reservado, las demostraciones de cariño le abochornaban, prefería ocultar sus sentimientos, vivir una faceta de amor con sutileza, y a pesar de eso dio el 100% de él en su primer relación ...fallida, nunca se dio cuenta de la libertad que le había dado a su corazón cuando estuvo con Hinata y ahora se encontraba desolado, estaba consciente de que ya no viviría aquello nunca más, el despertar los fines de semana con el pelinaranja, besarlo, abrazarlo, todo fue desvaneciéndose con el tiempo ...justo cuando los moretones aparecieron pero...tras dar un alto ahora lo que más añoraba era lo que él mismo había despreciado, su mente aún se hundía sola, sus pensamientos seguían golpeando en su costilla dejandole sin aliento y con un sentimiento amargo, sabía que había sido un idiota, una basura y ahora más que nada sabía que le costaría superar todos esos momentos felices que volvía de nuevo a recordar, sabía que empezar otra vez sería una tarea difícil y eso lo ponía en extremo sentimental, ya no era la culpa la que le abrumaba; ahora era la decepción... y  como decía con anterioridad...si, prefería ocultar como se sentía pero había un pequeño pero...

Aquel ser tan amable  no le permitía eso, y él como niño mimado  solo se dejaba consentir.

Pero es que era tan gentil y tierno como escuchar la fina melodía de un violín inundando sus oídos en una dulce tonada, las manos que acariciaban con gentileza su espalda  eran delgadas y suaves, a pesar de estar cubierto podía sentir el calor que le transmitían; él como alguien recatado y huraño no hubiera permitido aquello viniendo de prácticamente un desconocido pero la persona que en ese momento respiraba tranquilamente cerca de su nuca en la casi inconciencia era la misma que el día de su quiebre le había retado a algo tan peligroso, estúpido y desconcertante con el único fin de mantener a raya su mente; en el fondo estaba más que agradecido de que le haya tendido la mano justo a tiempo y debido a eso no le negaría nada que le pidiese; más si traía beneficios para él también, los cariños que  el peliplata le brindaba mermaban su inquietud nocturna.

—Sugawara-san...—  llamo quedito temiendo que los demás individuos de la habitación le escucharan, el peliplata asintió adormilado aún acariciando su espalda, Tobio sonrió divertido por su reacción; los ojos cerrados y sus cejas grises formando un arco como si demostrará sorpresa, lo estaba escuchando a pesar de estar cansado, y eso le hacía feliz.

Kageyama cerro los ojos y se acurrucó en el pecho del mayor, había encontrado otra persona en la cuál apoyarse y estaba seguro que podía confiar en él con todo su ser, después de todo Sugawara koushi apodado por todos como la madre cuervo era justo como el apodo,  Estar a su lado se sentía casi como si estuviera con alguna clase de madre o hermano mayor que velaba por él, era tan reconfortante, se sentía tan cálido y protegido a su lado, así que  no dudo en pedirle algo que si no se explicaba con detalle caería en una interpretación subida de su parte.

—¿Que sucede kageyama-kun? — Suga pestaño con rapidez para intentar espantar el sueño, el pelinegro se había quedado callado tan de repente, cosa que le preocupo un poco, tal vez se había puesto incómodo y no lo culpaba aunque los arrumacos para él fueran como estar en el cielo junto a su ser querido para el moreno seguro y serían molestos, el de ojos chocolate suspiro triste y dejo de abrazarle — ¿Quieres ya irte a...