Mi corazón tiembla y cuelga en el vacío antes de caerse. Visualizo el futuro y lo observo romperse.
Un pinchazo.
Veo todo el proceso día tras día y llevo mi adrenalina al máximo. Se siente como si pudiera frenarlo y quiero, pero mis manos no responden y me quedo quieta ante sus ojos.
Ya no puedo descifrarlos. Me resulta extraño y quiero vomitar del miedo.
Lo estaba viviendo...
Lo había perdido.Veo el cielo de colores que había logrado ya ser amigo de los dos desde hace tiempo. En el pasado, nos había fotografiado siendo libres con el viento de la ciudad que solíamos recorrer.
Los atardeceres nos abrazaban.
El pasto pedía nuestras caricias, pero ya no se las podíamos dar juntos.
Dolía que todo se sintiera tan lejano, tan ajeno, tan "todo" menos mío. Ya no.Intentaba no buscarlo en absolutamente nada, pero inconscientemente aparecía en cada detalle que apreciaba.
En lo radiante del sol, en la soledad de la luna, en lo brillante de las estrellas y en la compañía del Cinturón de Orión.
En la sensación de comer frutas frescas en el pasto y en la satisfacción de respirar el olor a lluvia y a tierra mojada.
En el susto por los truenos y en las madrugadas llorando después de mis pesadillas donde, ahora, era yo quien me abrazaba.
En los desayunos sin él y en las ganas de leerle fragmentos de libros o escritos por mí.
En la música al máximo volumen y en los recuerdos de la arena y el mar.Viajo y regreso.
Te sonrío en mis recuerdos y en los sueños constantes en los que apareces.
Aún te abrazo igual que antes.
Aún te hago reír y mi corazón se llena con el sonido de tu risa.
Aún volamos y vemos colores en el cielo.
Aún te digo que te quiero.
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Diario mágico
PoetryUn poco de mí. De mis días, de lo que siento, de lo que vivo. Un poco de lo que soy. Para ti.