Bailando lento

22 0 0
                                    


Nos imagino bailando lento, casi como lo hacíamos cuando estábamos juntos.
Inesperadamente, me acercaba a ti, me tomabas de la cintura y nos movíamos lento, riendo un poco nerviosos porque a veces ni siquiera había música sonando.
Aunque te confieso que en mi mente siempre imaginaba la misma canción de siempre y me movía al compás, intentando seguirte el ritmo. Y a pesar que se me daba bien bailar, contigo resultaba ser más torpe de lo normal.
Y tú lo sabías.
No sé si por mis mejillas totalmente rojas y encendidas o solo porque me conocías demasiado bien.

Siempre supiste descifrarme al instante.
Yo no.
Eras tan impredecible que salía sorprendida con algo nuevo cada vez que estaba a tu lado, y me gustaba. Me gustaba conocer cada parte de ti y no quería dejar de hacerlo.

Hoy miro las estrellas mientras bebo una cerveza y me fumo un cigarrillo, intentando encontrar el Cinturón de Orión en el cielo, recordándome a la noche en que vimos las estrellas y te dije que te quería. Cuando me fui, extrañándote, me dijiste que buscara el Cinturón de Orión en el cielo y que siempre estarías conmigo.
Siento tu espíritu en todo momento, pero cómo me gustaría tenerte aquí, compartir la cerveza contigo y fumar mientras hablamos de la vida y aprendo de ti.

Hoy miro las estrellas y sueño con un día en el que volvamos a conocernos.
En el que el pasado quede atrás y vuelva a sentir tu olor.
En el que me sonrías con el mismo amor y el mismo brillo en tus ojos, delatándote inconscientemente, haciéndome vibrar el cuerpo.
Cómo te extraño...

Y sí, me dieron ganas de ver las mismas estrellas que ves tú por las noches porque es la única forma de mantenerme cerca de ti, a pesar de no estarlo.
Es la única forma en que extrañarte no duele tanto.
La única forma en que puedo volver a sentir la magia que era sentirte a mi lado.

Ya no sé dónde estás, ni qué piensas, ni qué ocurre en tu vida, y qué extraño se siente sentirse tan ajena al lugar donde antes pertenecías.

Alguna vez me dijiste: "No sé por qué, pero siempre siento ganas de contarte todo lo que me pasa", y aunque no te dije mucho, quería explicarte de todas las formas posibles que yo sentía exactamente lo mismo.
Ahora, teniéndote lejos, tengo otras personas a quienes les cuento sobre lo que siento y sobre las cosas que noto a mi alrededor que me impresionan y me generan curiosidad, pero, oye... no es absolutamente nada comparado a nuestra manera de hablar de esas cosas.
De esos pequeños detalles que para el resto son insignificantes y para nosotros lo eran todo.

Así que sí, espero bailar lento contigo de nuevo.
Mañana.
Dentro de un año o tres.
O en otra vida.
Bailar lento contigo, sintiéndote cerca, y luego contar las estrellas y contarnos la vida.
Pero juntos.

Diario mágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora