Dulce Luz,Dulce oscuridad...Y.. ¿Porcelana? [ Alastor Y Tu]

CAPÍTULO 8

UN TRISTE RECUERDO

|• Alastor •|

- No puedes dormir ? - pregunto mi fiel compañero

- si puedo dormir querido amigo, solamente no me dejas de molestar - le contesté un tanto serio

- esa chica te trae loco -

- si no quieres que te meta en la caja guarda silencio.. - amenace y por fin se callo.

Me acomode mejor para poder dormir, esa chica me está sacando de mis casillas, no me teme, no muestra miedo, pero su mirada, esa mirada me estaba volviendo loco..

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Este lugar... Lo conozco, venía mucho aquí en mi vida humana, era su hogar, estaba enfrente de su casa, comencé a caminar hacia la puerta, di unos pequeños toques a esta, tan rápido como lo hice, se abrió..

- Buenas tardes joven alastor, busca a la señorita ? - Alfred, después de tanto por fin vuelvo a escuchar su voz real..

- Si, joven caballero - conteste con alegría, me dejó pasar mientras el cerraba la puerta detrás

- Permíteme un segundo, iré a llamar a la señorita - contesto

Y sin más se fue, vi todo el lugar, era como aún estaba con vida, escuché pasos, parecían estar corriendo, recuerdo esto, recuerdo que día fue este..

- Al!!, Has venido!!, Quieres jugar con nosotros ?? - pregunto un pequeño niño de cabello negro con los ojos azules la tez tan blanca como la de ella.

- No puedo esta vez, sería en otra ocasión.. - dije revolviendo sus cabellos

- si deseas, podemos estar aquí -

La voz de mi princesa... Pero, su voz se parece tanto a la de ella, solamente que la de mi dama, era más calmada y suave, manteniendo su compostura de dama...

- Y perderme estar contigo a solas ? - le pregunté sonriendo

- van a tener una cita ?!, Entonces los dejamos solos!, Suerte en su salida !! - gritaron los niños para salir corriendo jugando entre ellos.

- Siempre con tanto respecto - dije al ver los niños salir.

- Sabes cómo es está familia, aún así, no dejo que los ahoguen.. - contesto ella mientras la tomaba de la cintura

- no hay dama como tu.. - susurré en su oído logrando sonrojarla

Todo se oscureció, estaba en un cuarto, y adelante mio estaba mi dama, tenía los ojos cerrados, recuerdo este día..

- Tienes miedo ? - pregunté en un leve susurro ella sonrió.

- No, por qué debería temer.... ? - susurro, amarre sus ojos de la forma más delicada que pude.

Tener así a mi dama... Verla asi, la quería solamente para mi, disfrutar cada parte de su cuerpo.
Pero todo comenzó a tener estática..