Dulce Luz,Dulce oscuridad...Y.. ¿Porcelana? [ Alastor Y Tu]

CAPITULO 23

Maratón 3/3.

. TRAICIÓN .

|NARRADOR|

- Voy a ir por ella.. -

- Si bajas hacia haya sin permiso de Adán o de los de alto rango quedarás manchado -

- Escucha ella es nuestra perdición, si recupera lo que perdió se acabo, es el fin de todo esto, aparte.. esta débil, ni siquiera sabe quien es o de donde vino.. - 

- Escucha bien Frederick, no sabemos que pueda suceder si lo intentas, si algo sale mal entonces se acabo, fin del juego y cuando eso suceda sabes bien que sucederá. - 

- ¡Se fue hace mucho!- Grito furioso- se a ido por mucho tiempo, ahora las reglas cambiaron, todo cambio, esta débil y esta confundida si lo hacemos ahora entonces no tendríamos nada de que preocuparnos, Yuri - 

-No, no.. estas cometiendo un error, es un error, ella es..... -  fue interrumpido por aquel ángel.

- ¡Ni siquiera le interesamos!, jamás le importamos, solo le interesa su "único amor" y a esa escoria de intento de ángel, jamás fuimos queridos por ella - Hablo con tanto odio mientras miraba el portal. 

- ¡Pero es nuestra madre! -Grito su acompañante 

- ¡Es tuya!.. Mas no mía, nunca la considere mi madre y jamás lo será - 

Y con aquel sentimiento de odio, alzo sus alas y despego el vuelvo hacia el portal mientras escuchaba el grito de su compañero, su decisión estaba tomada y nada lo haría cambiar de parecer, iría por ella. 

★★★

La vista de la mujer comenzó a ser borrosa gracias a las lagrimas derramadas, sentía como alastor la besaba tan desesperadamente, como si intentara despertar algo dentro de ella.

Levanto sus manos de forma lenta, estas se dirigieron al rostro de alastor y se posaron en sus mejillas, de forma lenta y torpe comenzó a corresponder ese beso.

Claro que dudo en hacerlo, no era su primer beso ni será el ultimo, pero solamente alastor sabia inquietar su tranquilo corazon, sus manos acariciaron su rostro de forma lenta, como si intentara memorizar este con el tacto.

En aquel cuarto solo se escuchaba el sonido de su beso, separaban y juntaban sus labios una y otra vez, como dos amantes que se amaban tanto en la oscuridad de la habitación.

Las manos de la mujer demonio se posaron sutilmente en el pecho de alastor, aunque no quería separarse de sus labios el aire de sus pulmones le pedían a gritos que lo hiciera.

Claro que sabia que los demonios no necesitaban el aire o el respirar, pero ella si, ella todavía necesitaba el poder respirar, necesitaba comer o beber líquidos para sobrevivir, después de todo.. ella no era como los demás.

- Al... -

Susurro suavemente mientras el demonio dejaba de besar sus labios, miro el rostro de la mujer, sus mejillas empapadas en lagrimas que quería limpiar, pero algo lo sorprendió, algo que le dio una esperanza vaga.. 

Aquellos ojos que eran amarillos cambian cambiado, uno era de un azul hermoso mientras el otro seguía de un amarillo apagado, era como dos personas diferentes en una sola mirada.