Capitulo 12. Confusiones Parte 1.

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Capítulo 12. Confusiones Parte 1.
Blue.
Me sentía sumamente inquieta internamente; la situación era una bomba de tiempo, en la que sin duda alguna cualquier cosa podría pasar. Lukyan, llevaba un semblante extremadamente furioso, con esa mirada cualquier persona se mearia en los pantalones, la tipa aquí a mi lado estaba nerviosa de cojones y aun no entiendo el por qué, mientras desvió mi mirada a Dante, al que se le estaba haciendo notorio un leve hinchazón en su lado derecho de la cara, me afectaba y no sabía el por qué.

     Finalmente lo que parecieron segundos eternos, llega el dueño de mi libertad, Lukyan, abofeteando a Valentina, cosa que me dejo sin aliento.

—¿Que haces idiota?—. Pregunto intentando mantener la calma; mi padre era un imbecil pero siempre decía que no debía dejar a un hombre maltratar a una mujer.

     Lukyan pasa su mirada de Valentina hacia mi, se me hacía imposible no notar su pecho subir y bajar con ímpetu, parecía que se le fuese a salir el corazón de allí.

—No Delicia—. Me llama por ese apodo que tanto me encanta.—¿Que hacías tú?, ¿que son esas confianzas con mi primo?—. Me agarra de la cintura fuertemente, tanto así, que logra que me salga un pequeño alarido cosa que cambia su expresión a una más suave y me suelta un poco.

     ¡Loco de cojones!, Pienso.

—¡Pero de que hablas!—. Me altere notablemente y desvió mi mirada a Dante quien mira al suelo; intento ir hacia el pero Lukyan pega mi espalda a su pecho.

—Blue, más vale que me expliques que estabas haciendo riéndote con el en la piscina—. Susurra en mi oído con un tono de voz amenazante.

Lo empujo y lo encaro.—Por Dios, mírate, eres patético—. Frunce su ceño y Dante al igual que Valentina me miran impresionados.—Tienes que generar miedo para sentirte importante, ¿no estabas ocupado? Eres un puto obsesionado, no soy tuya y puedo hablar con quien se me de la gana, y acostarme con quien se me pegue la gana, así como tú, amor—. Le digo con burla esto último.

     A decir verdad no se como tuve mis ovarios bien puestos pero lo enfrenté, no solo me dejo disgustada que le pegara a Dante–aunque aun no encuentro la razón del por qué me molestó tanto– sino también que abofeteara a una mujer, por mas perra e inaguantable que sea, no esta bien; eso no es generar respeto, es generar miedo, y sin duda alguna así no me va a ganar.

—Ah—. Menciona con burla—¿Quieres acostarte con el, no? Eres una zorra, claro, si eso quieres puedes hacerlo cria patética—. Sonríe de medio lado y me empuja mientras se va y mira con disgusto a Dante.

     Maldito, Pensé. Me había afectado eso, es mi primer hombre, al que le entregué mi virtud y que quiera o no tiene también mi libertad, nunca imaginé que llegara a ser tan mierda.

—¡Dante!—. Grito con todas mis fuerzas y Lukyan para en el umbral de la puerta que da al patio, a la vez que el nombrado me mira. Corro hacia el y le tomó el rostro.

—Fea, digo...— Dante titubea con nerviosismo y me mira—Blue, deja, vas a ganarte un problema de una magnitud infernal—. Toma mis manos y las baja.

     Lukyan mira con detalle cada movimiento y su mirada es neutral pero sus ojos, son llamas, expresan una gran molestia. Con respecto a Dante, no sabía si lo que iba a hacer estaba bien, pero nació de mi, y odio no obtener respuesta del por qué; Lo abracé.

Me equivoqué contigo, Blue—Me dice Dante en ruso, cosa que no entiendo muy bien, ahí pienso que debí estudiar más el idioma antes de venir a estudiar aquí; sonrío ante el pensamiento.

—La tuya, por si acaso—. Le digo en respuesta de que no entendía nada y reímos a la par.

     Un portazo se hace escuchar en toda la instancia más el sonido de un deportivo yéndose a toda, era Lukyan, lo vió todo, y me agrada generar eso en el, se lo merece, es un idiota.

—Están en un gran lío—. Dice entre dientes Valentina mientras pasa a gran velocidad por nuestro lado, persona de quien me había olvidado.

Dante se queda mirándome y yo a él, a la lejanía otra persona nos veía a nosotros pero estaba muy concentrada en cada moretón de su rostro






Lukyan
     Me enloquece, ese es el poder que gano esa mujer con nombre de color en mi, Blue. Ella logra en mi cosas que nadie más pudo y joder, ¡como me asusta! No me gusta sentirme vulnerable con ella, ceder a ella con facilidad, quedarme corto de palabras y acciones, soy igual de imbécil con todos pero... ¿por qué con ella no?, no lo entiendo.

     Frustrado manejo a gran velocidad en uno de mis autos favoritos, mi Porsche 911, me deleita y me libera al manejarlo, como en situaciones cómo está, que pocas veces suceden en donde me agobio por problemas que son inflatables en la vida de todos. Aun no se a donde me dirijo, solo manejo por horas y horas con el único propósito de liberarme de una persona que habita en mi pensamiento: Blue Duch.

     Ahora que lo pienso, esto no funcionará, necesito un polvo.


     Luego de un rato, llego al mejor Club de la ciudad, sin duda alguna con los mejores pasatiempos y a su vez, con mujeres sedientas de un hombre poderoso y millonario, Ivanović Club; Así es, mi club.

—¡Señor Ivanovic!—. Me habla en ruso el encargado de la entrada del lugar, sorprendido me imagino, ya que nunca vengo por acá con constancia.

Apúrate en abrir, tengo cosas que hacer—. Ordeno con frialdad y sin mirarle, órdenes que con rapidez se cumplieron y entré al club, estacionando el auto en mi parqueadero exclusivo.

     Me puse a pensar que hacer mientras bajaba del auto –recibiendo la mirada de todos, cosa de esperar– así que opté por ir al casino.

     Caminaba con tranquilidad aunque internamente me sentía inquieto, necesitaba calmar estos celos, esta rabia, tantas combinaciones que se derivan de una sola persona: Blue, mi princesa.

Propiedad de Lukyan ( PDL libro 1. Deseo enfermizo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora