Capitulo 15. Encuentros fugaces.

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Capítulo 15

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Capítulo 15. Encuentros fugaces.
Blue.
     Que situación de mierda. Luego de lo hablado con Nora, me dediqué a pensar en lo que podría avecinarse, ¿es acaso Lukyan un jugador? digo, se ha liado con Valentina, con esa tal Gia, y ahora conmigo, claro, teniendo en cuenta que la mujer que viene a pasar una temporada aquí es su prima, ¿como es ese refrán? Entre más primos, más me arrimo.

     Me encamino hacia el jardín, hacia un lindo día, y realmente no quería pensar en lo que podría suceder, digo, no me interesa, el es simplemente una carta de mi baraja para salir de este lugar, nada más.

—¿Pensando tonterías?—. Escucho a Dante preguntarme, mientras se encamina hacia mi a pasos lentos y sigilosos.

—¿No que estabas molesto? La que tiene la regla soy yo, no tú, deja de ser cambiante conmigo, joder—. Le miro mal.

—Vaya...—rasca su cabeza con nerviosismo y a su vez se sienta a mi lado—¿quieres que te compre algo?—me mira de reojo—es decir... para que te sientas mejor—.

     Algo había aprendido de Dante: el no es el cuando Lukyan está aquí, es alguien totalmente distante y reservado, mientras que a solas, es dulce y divertido, no lo entiendo.

—¿A que le temes?

—¿Eh?—. Pregunta confundido esta vez, mirándome.

—Si, ¿por qué eres diferente conmigo cuando no está Lukyan?— me volteo a mirarle.

     El suelta un gran suspiro. No se que podría ser lo que esta maquinando esa cabeza mientras mira a la nada, con la mirada perdida y cejas fruncidas supongo se dispone a pensar. Por mi parte, hago lo mismo; ¿quien eres realmente, Lukyan? ¿Que parte de ti no me has mostrado? ¿Por qué siembras un sentimiento tal en Dante?

—Es una historia larga.

—Oh, ¿en serio?—. Miro mi reloj imaginario—. Bueno... creo que tengo tiempo, hoy mi agenda de celebridad no está hecha un lío— reímos al unísono.

—Vale, te contaré—. Se acuesta mirando al cielo y comienza a relatar—Todo comenzó con sus padres, a su corta edad al tener dos años perdió a su madre, estaba envuelta en las drogas a sus dieciséis años, por el otro lado su padre, desapareció luego de la muerte de ella, y nadie supo nada más sobre el, lo único, es que también hacia parte de este «negocio familiar» del que todos están envueltos—. Le miro estupefacta.

—Hagamos un resumen, soy un poco lenta ¿sabes? Déjame procesar—. El sonríe — entonces, su madre murió por Sobredosis y su padre era un miembro más del negocio, sin embargo desapareció cuando falleció su esposa—. Le miro y el me hace un gesto de «si» con su cabeza. —Aún así, si la madre de Lukyan tenía dieciséis, y su padre era miembro del clan, ¿cuantos años tenía el en ese entonces?— pregunté sorprendida.

—Te vas a sorprender más aún—. Sonríe —Tenía veintisiete años—. Casi se me salen los ojos de la sorpresa y el lo nota a lo que suelta una carcajada.

—Vaya.

—Así es.— reanuda su narración — Al quedar sin madre y la desaparición de su padre, vive una etapa de soledad, era un niño ¿sabes? Eso le marcó. Luego de ello mi padre quien lleva el negocio, le adoptó, consecuentemente el fue envolviéndose en este mundo, junto conmigo y mis otros dos hermanos, Dominic –el mayor– y Gia –La menor–.

     Al escuchar ese último nombre fue imposible no hacer un gesto de desagrado que espero no haya notado; no se por que me molestaba tanto su solo nombramiento, sin conocerla ya me la pasaba por el...

—Continúa.

—Muy bien; luego de que le adoptara mi padre, rodeado de matanzas, tráfico de drogas, un mundo despiadado y sin alma, imperturbable a sentir, creció con su corazón hecho un témpano de hielo, ha hecho cosas inhumanas, el al igual que Dominic llevan consigo una armadura de frialdad extrema, y hacen lo que tenga que para mantener bien el legado familiar.

—¿Y por ello le temes?— le pregunté luego de intentar procesar todo de forma rápida.

—No, no es asi—. Me mira al sentarse frente a mi —Le temo porque no tiene debilidades, fácilmente te puede lastimar o amenazar, lo que se le venga a la mente maquiavélica que lleva el, y no puedes hacer nada más que defenderte, porque Blue...— Cambia abruptamente su cara a una totalmente seria —Quien no ha amado ni ha recibido amor es una persona vacía e imperturbable.

     ¿No ha amado?, ¿que hay de Gia?, ¿no fue nada?, ¿y Nora? Es su familia, ¿no ha recibido amor?. Tenía una y mil cuestiones en la cabeza, los dos, Dante y yo, nos quedamos sin decir una palabra más, el estaba en el mismo espacio que yo, sin embargo cada quien se encontraba en su mundo, perdidos en los pensamientos de cada quien.

—¡Hola! ¿Me extrañaron?—. En la estancia, un tanto lejano al jardín, se escucha una voz aguda como nunca había escuchado, un tanto tediosa para mis oídos, y así es, era de una mujer.

—Por favor, que no sea...— pensé, pero antes de ello, Dante me hizo el favor de comprobarlo.

—Hey, Gia—. Le saluda de forma seca, lo que me pareció extraño.

—Oh, hola Dan—. Le responde con cierto tono amargo. Vale, comprobé hoy que hay mucho que está familia esconde, y tienen unas relaciones antipáticas entre los unos con los otros. Ella me mira —Vaya, no sabía que entablabas conversaciones con las criadas—. La miré con incredulidad.

—Gia—. Le regaño Dante, pero yo le interrumpí.

—Bah, no te preocupes «Dan», hay gente como ella que vive en una nube de superioridad, pero en algún momento se desvanecerá, y caerá más hondo de lo que se imagina— la mire con desdén— Esta chica con pinta de criada se llama Blue, no puedo decir que es un gusto conocerte, pero con gusto te manifiesto que soy la novia de Lukyan— le sonreí hipócrita.

     Se le notó la sorpresa, debo reconocer que sabe disimular muy bien y, a diferencia de Valentina, no es nada dramática respecto a el, pero se que le afectó, todas las perras son iguales, hechas de la misma forma.

—¿Perdona?— ríe con desagrado, eso no se molestó en fingirlo.

—Perdonada—. Reí en conjunto con Dante, porque eso fue parte de nuestra primera conversación cuando me trajo aquí.

—Como sea, querida—. Le miré ¿querida?, ¿en qué clase de estamento está?, ¿La nobleza?— ¿cuando llega Luk?

¿Luk? Que mierda de sobrenombre es ese, ¿un alias? dios. Pensé.

—Huyendo de ti, no creo—. Susurré.

—Lo escuché—. Me miró desafiante —De hecho, te equivocas, bonita— me acerco y dejó todo su peso en una de sus piernas— El me trajo aquí.

Dante me miró, yo igual a él, no tengo idea de que significaba esa cara, yo lo tomé como un «hazle un jaque mate a la hija de perra».

—Oh, me imagino, pero claro bonita— remarqué el «bonita»—por ello preguntaste donde estaba, obvio—nótese el sarcasmo.

—Bueno, creo que debería irme—. Ríe Dante y se levanta, me tiende la mano y me mira. —Perdón, creo que tenemos que irnos, ¿no lo crees? Siento que hay algo ardiendo de rabia.

Le miré divertida, tomé su mano y me levanté, antes de irme la miré y sonreí.

—Bienvenida a casa— le guiñe el ojo y me dispuse a adentrarme a la casa junto con Dante.

No se que me parecía más increíble, el conocerla y saber que es hermosa pero un tanto mala jugadora, o que haya dicho «casa» a este lugar; debo concentrarme en irme.

Propiedad de Lukyan ( PDL libro 1. Deseo enfermizo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora