Capítulo 4. Vendida.
Blue.
Me encuentro junto con las demás chicas en un enorme salón, donde sorprendentemente se hayan el triple o hasta más chicas como nosotras, víctimas. Cabe recalcar que tenemos un trapo alrededor de nuestra boca para que no hablemos y para colmo, esposadas a la silla de cada una. Unas lloran, otras patalean lastimando sus muñecas, otras tratan de gritar y solo se ensucian con su saliva, y estoy yo que me encuentro físicamente tranquila y mentalmente preocupada. Tengo ganas de llorar a mares y gritar, romper cosas o pegarle a alguien por la frustración que siento ahora mismo, me siento un juguete que pueden vender a su antojo.De repente, el sonido de unos tacones nos devuelve a todas la mirada hacia la puerta de dicho salón, donde se encuentra una mujer elegante que comienza a decirle a un chico que hacer con cada una. Es así como van saliendo de a cinco y luego van llamando otras cinco y así sucesivamente, hasta que llega mi turno.
Fui una de las últimas y con tranquilidad fingida, camino hacia aquella mujer junto a él escolta que me ha acompañado desde el trayecto donde estaba el idiota que me hablo en ruso.
Dicha mujer enarca una ceja divertida, por mi parte, quiero darle un puñetazo, no le veo nada de divertido. Perra.
Ruedo los ojos una vez más, si sigo así, me empezará a doler la cabeza.
Sigo la fila india en donde soy la numero cinco, es decir la última y nos encaminan a una habitación. Suelto un gruñido. De nuevo encerradas.
La fila para y un hombre bastante intimidante, de porte alto y musculoso, color de piel morena y ojos negros nos repasa con la mirada de forma intimidante, esta vez, no me molesto en fingir tranquilidad, este tío puede hacer que tengas miedo hasta por los codos.—Bien, quiero informarles algo, cállense y solo escuchen mis indicaciones si no quieren terminal mal.—todas asentimos con rapidez.— Primero, se vestirán de acuerdo a las órdenes que de Valentina.—Ruedo los ojos, ¿esa perra no tiene nada mejor que hacer?.— segundo, a cada una de ustedes les corresponde un nombre, y no es el de ustedes, olvídense de él por ahora. Tú.—señala a la primera chica el cual se le veía contenta. Resoplo.—Serás Uno.— y así siguió hasta explicar que la segunda chica era Dos, y la tercera Tres, y así sucesivamente.
—Bueno, Uno, ven aquí.— Le llama Valentina de forma aburrida.—Este será tu vestuario.— le da un vestido increíblemente corto de color rojo, junto a un antifaz negro y unos tacones del mismo color.
Fue así como a Dos le correspondió verde, a Tres el violeta, a Cuatro el amarillo y a mi –el cual soy cinco–, el azul que, por casualidad, concuerda con mi nombre. De resto lo que es zapatos y antifaz son del mismo diseño y del mismo color.
Rechistando, todas nos ponemos en plan de vestimenta. Al estar todas listas, notablemente incómodas por el vestuario menos Uno, nos empiezan a arreglar el cabello, a todas igual, como unas malditas copias.
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Propiedad de Lukyan ( PDL libro 1. Deseo enfermizo)
RomanceBlue Duch, una chica nerd, alocada y solitaria. Lukyan Ivanović, multimillonario ruso, frió y calculador. La vida le da una mala jugada a Blue. Pasa de divertirse en una fiesta a ser comprada en una subasta. ¿Podrá brotar el amor entre dichos polos...