Capítulo XXI

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Lucille corre al lado de Thomas, éste ha ido a abrir la puerta. Escucho que hablan con alguien, es un hombre, para ellos es un conocido porque hablan coloquialmente. Corren hacia adonde esta Edith, puedo escuchar como Thomas miente y le dice al tipo que ella todo por las escaleras.

Mientras ellos conversan yo me muevo de forma muy furtiva, teniendo cuidado esta vez de no tocar nada, pero en realidad no se a donde ir. Lucille sabe que a, estoy aquí y eso es malo; muy malo. Veo que el recién llegado toma a Edith y la lleva hasta el salón del piano, si el mismo donde se encuentra el cuadro de Madre. No puedo ver ni tampoco oír nada, me agacho y acerco al balcón apenas escucho a Lucille y por fin puedo escuchar su algo le llama Dr. McMichael. Voy por las habitaciones buscando algo para defenderme, lo que sea. Un trozo de madera, una botella o un vaso roto. Junto a la cama matrimonial del cuarto de Thomas veo una mesa de noche, voy rápido hacia ella y la registro. Por fin encuentro algo, es un abrecartas; se que no es mucho pero por lo menos algo podré hacer con el. Corro nuevamente hacia el barandal, ahora no me importa que me escuchen; estoy lista y empoderada para defender y defender a mi hijo de quien sea. Cuando llegó la imagen es nuevamente aterradora, esta Thomas; sí mi Thomas, el padre de mi futuro hijo hablando bajo el umbral de la puerta con McMichael; Edith sentada a los pies de la escalera llorando como Magdalena y Lucille muy cerca suyo pero como siempre teniendo el control de la situación. El pequeño perrito ladra que ladra por lo que Lucille lo llama, lo toma entre sus manos y retuerce el pequeño cuello del animal; pero que diablos, ese pequeño animalito no te hacía nada, de verdad es un bestia esta mujer. Debo tapar mi boca porque ya todo se está saliendo de control, veo con mis propios ojos como Thomas apuñala a McMicheal. Que hago, de seguro ahora querrán matar a Edith y lo más claro de todo esto es que luego seguiré yo.

Diablos, porque no puedo despertar! o de verdad habré muerto y como mi alma estaba sufriendo se quedó aquí con ellos, con este zoológico de almas?

Retrocedo un poco y alguien toca mi hombro; no quiero voltear solo siento una mano muy fría tras de mí. La misma mano toma fuerza y me hace voltear.

-Madre!-

-Por fin nos vemos cara a cara!- apenas la escucho decir eso y me desmayo.

Yo y mi maldito dolor de cabeza, no se que pasa; estoy en una sala completamente blanca, tirada en el suelo, aún veo algo borroso pero cuando empiezo a aclarar la vista veo el desastre a mi al rededor. Lo bueno es que puedo darme cuenta que desperté; debe de haber sido la impresión de ver a Madre la que logró eso, pero aquí hay una camilla y por lo que veo es ginecológica, por lo cual me miro y bueno primero que nada veo que estoy sin ropa interior, lo cual me preocupa por montones; pero no, no veo sangre ni nada. Levanto tímidamente mi cabeza y me encuentro con Edward tirado cerca la puerta y siendo atendido por un enfermero, frente a él pero un par de metros más lejos O,Donnell también tirada, aturdida, con sangre en la cabeza. El instrumental tirador doquier, el ecógrafo roto en el suelo. De verdad tengo miedo de saber que ha pasado aquí.

O,Donnell me mira con algo de odio, pero sabe perfectamente que yo no pude hacer esto: porque uno no tengo la fuerza suficiente y segundo porque estaba inconsciente sobre la camilla.

Veo salir al enfermero, que estaba junto a Edward, volando por los aires. Qué diablos está pasando aquí?

O'Donnell me grita:-Para esto Olivia!-

-Yo no lo hago, no estoy haciendo nada!- le respondo llorando. Me escondo tras la camilla y me hago un ovillo el suelo empieza a teñirse de rojo sangre, levanto mi cabeza asustadísima. Que diablos, es Madre que se esta apareciendo entre una nube de humo oscura y desde sus pies fluía la sangre que estaba tiñendo el piso. Su mirada era malvada y perturbadora, mira hacia todos lados hasta que encuentra a O'Donnell y trata de atacarla; de una patada lanzo la camilla lejos y me abalanzó sobre la enfermera, después de todo ella era lo más cercano a una familia que pude tener acá en Allerdale y lo que estaba haciendo ahora era nada más por proteger a su hijo.

Le grito a Madre para que se calme:-Déjala, Madre déjala!-

-Ellos quieren que la sangre Sharpe no resurja!-

-Madre, William también es un Sharpe, el último Sharpe!-

-Todos aquí saben que eso no es así!- con su dedo indica a Edward:-Ese hombre no lleva mi sangre, él es descendiente de McMichael!-

-Qué?- O'Donnel y yo nos miramos demasiado extrañada para pronunciar algo más.

Madre baja y deja su rostro a centímetros del mío:-Es por eso que Annette te lo entregó!- señala el anillo que yo tenía en el dedo y que días antes me había entregado Annette, alegando que era a mí a quien correspondía llevarlo ahora. Lo miro y me giro para verla nuevamente:-Entonces es verdad que es de Thomas!-

Madre ahora se recompone, tomando su lugar sobre la nube oscura que estaba bajo de ella y me da su mano, presumiendo que yo la tomaría. O'Donnell se desespera tratando de que yo me quede junto a ella y no obedezca a Madre, pero tomo su mano y ella me guía junto a ella. Escuchamos abrir la puerta, en realidad lo escucho como si estuviéramos muy lejos, pero aún así lo hago y veo entrar a William.

-Qué sucede aquí?- Su madre le indica a que mire la nube que estaba sobre ellos, cuando él lo hace escucho su grito:-OLIVIA!-

Pero yo ya me encontraba en otro lugar, con Madre que me estaba acurrucando como si fuera una niña pequeña. No se que quiere, no se lo que hará, pero en estos momentos creo que es la única persona que quiere que mi hijo y yo estemos bien.

Sanatorio Allerdale Hall (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora