Sanatorio Allerdale Hall (Terminada)

Capítulo X

-Ahora sigo siendo una enferma Ferguson?-  A pesar de asustarse un poco por lo que su media en su oficina no cambiaba su modo de pensar hacia mí.  

-Olivia, todo esto puede tener una respuesta.  Las piedras en la ventana pudo ser cualquiera y los libros.... un temblor, una ráfaga de viento, no sé.   Pero no me digas que son fantasmas!-

-Creeme no solo hay fantasmas en esta casa, sino que la casa misma tiene vida y viene a cobrarse con nosotros!-

-Creo que tendré que ser más severo con tu tratamiento.  Te juro que no quería hacerlo Olivia, pero deberías volver a las sesiones de electrochoques!-

Grito con desesperación porque no quiero volver a esa sala.  Es horrible lo que sucede ahí:-NO  NO, NO!-  caigo al suelo, pero siento miles de mariposas volar sobre mi:-Mariposas, eso no está bien!- pronuncio en voz alta.

-Nada de esto esta bien Olivia!- me grita

-Lo sé, pero que quieres que haga?-

En esos momentos pude ver como su escritorio también se movía y a esa altura la cara de Ferguson estaba tan pálida que parecía una de los fantasmas de la casa. 

-HAS QUE PARE OLIVIA!-

-No se como hacerlo yo solo puedo verlos!-

De repente la consulta comienza a llenarse de un humo blanco extraño, pero mientras más humo había más se calmaba todo el ambiente; los libros caían al suelo, la mesa dejó de moverse y también  dejaron de apedrear las ventanas.  Cuando el humo hubo desaparecido ya todo había pasado.  Ferguson se levantó rápidamente y me tomó del brazo, abrió la puerta de la consulta y me lanzó hacia afuera yo podía ver en su rostro que estaba aterrado, por fin había algo que no podía controlar ni descifrar y eso lo aturdia.

-Vete a tu cuarto y no salgas de ahí hasta que yo lo ordene.  Se te llevarán tus comidas y podrás salir en algunos momentos, pero no volverás a tener contacto con los otros huéspedes, eres un peligro para todos!-

Después de esa declaración de guerra corro por los pasillos, voy tan rápido que yo misma me pierdo y sin quererlo llego hasta el último piso.  Reacciono y me doy cuenta que es una parte que no conocía de la casa.  Realmente si la casa era hermosa, esta parte lo era mil veces más.

Recuerdo una de las historias de Thomas donde me decía que fabricaba juguetes para su hermana Lucille y su lugar de trabajo debería de estar aquí.  Trato de hacer el menor ruido posible, quiero disfrutar de este paseo; que al parecer será el último en un largo tiempo.  Puedo ver algunos juguetes y herramientas; pueden haber sido cosas de Thomas.

-Esto es hermoso!-  Escucho una dulces voz que ya conocía me volteo a ver y era Enolla cubierta por una cortina de humo blanco:-En todo el tiempo que estuve aquí Lucille jamás me permitió subir al ático!- 

-Y cómo es que llegaste ahora acá?- 

-Te seguí, no te gustó como asusté al doctor en su consulta.  Vi que quería aprovecharse de ti!-  lo dice mientras intenta tomar las herramientas, pero como esta en su forma de espectro no puede hacerlo.

Me río un poco de ella:-Enolla, los tiempos han cambiado y Ferguson no se aprovechaba de mi...!-

-Pero Thomas dijo que ese hombre intentaría...!-

-Aps, fue el quien te envió a salvarme entonces?-

Enolla baja la cabeza:-Fui una tonta verdad?-

Trato de sonreírle y contestar con la misma dulzura de ella:-No, solo eres inocente!-

Ambas reímos hasta que por la puerta entran cientos de mariposas.  Veo como el humo blanco que cubría a Enolla desaparece junto con ella.

-TU AQUÍ DE NUEVO!- retrocedo a ella si que le tengo miedo, después de lo que hizo conmigo y mi cama. 

-Lucille, jamás me he acercado a tu hermano!- trato de frenarla.

-Crees que no te vi la otra noche en la cama con él?  Entiende que es mío ya pude sacar a su última esposa y no me costará nada hacerlo contigo!-  Se acerca hasta quedar a unos centímetros de mi rostro, ambas nos quedamos mirando fijamente a los ojos, así como llegó desapareció y me dejó rodeada de sus mariposas.

Me apoyo en la mesa que estaba a mi costado y tomo aliento.  Esa Lucille de verdad me pone nerviosa.   Me compongo un poco y escucho pies arrastrándose que salen desde el ascensor.

-Por Dios, quien será ahora?-

Me asomó con mucha cautela, puedo ver a la anciana caminando sin dificultad y dirigiéndose a la habitación donde yo estoy.  Me escondo tras la puerta hasta que la veo entrar, ella mira encantada todo y habla cosas que verdaderamente no se entienden.  Hasta que llega a uno de los muñecos, busca y busca hasta que encuentra una pequeña esfera y la coloca en una de las vasijas que tenía en sus manos el juguete.  Este por arte de magia se activa y hace desaparecer la esfera y luego la bota por su boca.

-No crees que es maravilloso el trabajo que hacía Thomas?-  se voltea a verme con una gran sonrisa en su boca. 

-Por qué conoces a Thomas?- 

Ella se vuelve a concentrar en los juguetes que habían sobre la mesa:-Claro que lo conozco.  A él, a su familia, a sus esposas, a la Cumbre Escarlata!- 

-Pero cómo?-

-Porque son parte de mi familia.  Soy la última heredera viva de ese apellido maldito que es Sharpe!-