Sanatorio Allerdale Hall (Terminada)

Capítulo XIX

Escucho abrir la puerta con furia, medio dormida me volteo para ver quien es y es nada menos que es la enfermera O'Donnell y por primera vez que la veo tan enojada.

-Explicame Olivia, por qué el Doctor Ferguson...William, me dio la orden para hacerte un examen Beta.... y no preguntes que es, porque se perfectamente que lo sabes!-  mientras me dice esto tira la ropa de cama para atrás y con la mano me indica que me siente y le pase el brazo.  Sigo sus indicaciones y pongo el brazo sobre la mesita donde tomara la muestra:-Olivia, estoy esperando tu respuesta!-

En forma de defensa levanto la voz:-Porque de idiota no tomé las pastillas que me diste el día que Ferguson....!-

Pincha mi brazo sin el menor cuidado, es verdad estaba muy enojada:- AUCH!-  Toma la muestra y me mira indignada:-Y qué harás si sale positivo?-

-No lo sé!-

-Y por qué él ordenó la prueba? Ya lo sabe?  De nuevo no me hiciste caso y estuviste con él!-  guarda la muestra, bota la aguja y se levanta indignada:- Olivia, porque de una vez por todas no me haces caso? He tratado de ayudarte lo que más puedo, pero tu no me ayudas a mí!-

No puedo evitarlo y la abrazo:-Lo siento, pero necesitaba hablar con él y Annette!-

-Oh Dios, ahora también tratas con Annette!-  nos separamos y toma las cosas para retirarse:-En un par de horas vendré a avisarte los resultados!-  se retira aún con algo de enojo. 

-Que haces aquí Enolla?- miro hacia el rincón y veo la usual niebla blanca que la acompaña. 

Ahora se por fin se materializa y llega junto a mi:-Que harás si estás esperando un bebé?- coloca su mano sobre mi vientre.  Veo sus ojos llenos de lágrimas:-Yo jamás.... bueno, Thomas fue mi primer y único amor!- Tomo sus manos entre las mías:- Thomas ni siquiera me tocó!-

-Eso quiere decir que eres virgen?- la beso en la cabeza:-Fuiste muy inocente, creíste en los cuentos que te contaron pero solo se aprovecharon de ti!-la abrazo, ahora si que no puedo evitarlo, porque sinceramente me da pena esta pobre mujer.  Estaba sola en el mundo y se aprovecharon de ella; de su inocencia y de su amor.

Después de llorar un largo rato Enolla se calmó y desapareció.  Aproveche el tiempo de espera para bañarme y alistarme; pero hoy no han abierto la puerta de mi cuarto, es más trajeron mi desayuno y luego el almuerzo:- Ahora debo ser una princesa, por qué, no me dejarán compartir con los demás internos?- Grito a todo pulmón esperando ser escuchada.

Pasan las horas y nadie viene a darme el resultado del examen, ya me estoy desesperando por la espera, aunque en realidad solo es confirmación de lo que todos ya sabemos.  O'Donnell entra:-Te necesitan en la consulta del Dr. Ferguson....AHORA!- Sale de mi habitación y espera que yo la siga.  Vamos las dos yo unos pasos más atrás, bajamos la escalera y caminamos por el Hall y luego el corredor.  Entro, en el fondo de la consulta esta el Dr. Edward Ferguson  y al cerrar la puerta veo que Julia O'Donnell también queda adentro.

-Ya tienen los resultados?-

-Qué pretendes Olivia Parker.  Qué necesitas para dejar a nuestro hijo en paz?-  mi cara de sorpresa al saber que la enfermera O'Donnell es la madre de William debe ser la misma que deben de haber puesto ellos cuando se confirmó la llegada de la cigüeña a Allerdale.

-Primero, no pretendo nada con nadie y segundo espero con ansias el día de mi alta para volver feliz al mundo!-

-Ok, mañana mismo podrás marcharte, pero antes deberás dejarnos hacer el procedimiento que corresponde.  Así podrás continuar con tu vida "FELIZ y NORMAL"!-  Es el Dr. quien me esta hablando de un modo tan frío.   Entiendo que quiera que su hijo no sufra las consecuencias por sus actos pero ya es tarde, además Thomas está seguro que este hijo es de él.  

-Supongo que ustedes están algo nerviosos por la noticia, pero no se preocupen que yo lo me diré nada a nadie!-

-Cuando entraste aquí perdiste todos tus derechos como persona consciente de sus actos.  Nosotros podemos tomar las decisiones por ti, para evitar que cometas actos que pongan en riesgo tu vida!-  Lo miro estupefacta, me están hablando de que quieren hacerme un aborto sin importarles un comino lo que yo piense.

-Ya lo sabe William?  El sabe que tomaron esta decisión?-

Ahora es Julia quien responde:-William no tiene porqué saberlo.  Ahora anda haciendo algunas cosas en Londres y se demorará un par de días en volver.  Un par de días en los que tu te recuperarás y podrás irte y para cuando el llegue ya no estés aquí!-

-Ustedes están peor que todos los que estamos hospitalizados aquí, no dejaré que me toquen y tu sobre todo...-Apunto al Edward:- sabes que no estoy sola!-  Abro la puerta y me retiro.  Sé que según sus planes esperarán por último a que me duerma para llevarme a la sala de procedimientos.  Camino por el pasillo y miro las escaleras, pero también veo la puerta que da al exterior, esta medio abierta así que aprovecho para salir a caminar.  De todas formas ya me deben de estar buscando así que; adentro o afuera da lo mismo.

Es verdad lo que dicen los libros, a pesar de que la nieve cubra la tierra de Allerdale, esta siempre se vestirá de sangre.  Camino sin rumbo por el terreno, jamás lo había hecho por lo que no sé a donde ir.  El frío está calando mis huesos.  Hacia adonde voy, que debo hacer, no se nada... de repente llega a mis pies la pequeña pelota roja del perrito de Edith, miro hacia a donde salió  y lo veo venir corriendo por ella. 

No entiendo que esta pasando, se supone que estoy afuera del Sanatorio Allerdale, pero este peludo amigo pertenece a Allerdale de Thomas y Lucille. 

-Por fin logré llamar tu atención idiota!- Dios, esa voz no me gusta para anda porque la reconozco y es de Lucille.

-Lucille, sabes que no puedes hacerme nada en mi realidad!-

-Y quien dijo que estabas en "TU" realidad apunta con su dedo unos metros más atrás y veo mi cuerpo tirado en el piso.  Debe de haber sido el frío por el que caí inconsciente.

-Diablos! Y que vas a hacer?-

-Primero que nada, quitarte ese anillo.  Es mío, yo me lo gané!- sale corriendo tras mía con un enorme cuchillo de carnicero, me pongo a correr como loca... valga la redundancia.  Corro hacia la derecha y entro por la misma puerta que antes escondió a Lucille llego abajo y me doy cuenta que ya he estado aquí es el lugar que esta lleno de las tinajas con arcilla.   Escucho a lo lejos los ruidos del elevador, me escondo tras la escalera por la que bajé; de veras esto ya me esta dando miedo.  Llega el elevador abajo y se abre la puerta, es Thomas:-Olivia!- mira a todos lados y no me encuentra.  Salgo de mi escondite y corro a sus brazos.

-Thomas, no entiendo porque nadie quiere que nazca. Todos creen que es una amenaza!- me besa:-Pero lo hará y convertirá en tu alegría!-  me lleva hacia el ascensor, lo cierra y lo hace funcionar.  Mientras subimos podemos ver que Lucille baja por las escaleras y nos observa.