A Cappella #1

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¿Puedes repetir la misma canción triste... Sin volver a llorar?

Depende... ¿Ya lo has superado?

¿O sigues aferrado al pasado?

Las melodías de la vida cambian su tonalidad, lo que sentiste ayer puede no ser parte de lo que sientes hoy, quizás superas solo la parte triste y te aferras a la alegre para decir que has vivido armoniosamente... o quizás el dolor queda impreso en tu alma como aquella melodía que sin querer recuerdas muchas veces en el transcurso de tu día. Así es para Midoriya, Bakugo es su triste melodía, aquella que aún le gusta recordar.

Cálidos suspiros, la vibrante mezcla de su aliento con el de su acompañante, deleitándose con la sinfonía de latidos de su corazón mientras su piel se calienta al compás de sensuales movimientos que remueven todo en su interior

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Cálidos suspiros, la vibrante mezcla de su aliento con el de su acompañante, deleitándose con la sinfonía de latidos de su corazón mientras su piel se calienta al compás de sensuales movimientos que remueven todo en su interior.

Puede comparar la emoción, con la que siente cuando llega al momento cúspide de un concierto de violín, donde es el protagonista. En los ojos del pelinegro solo se refleja él, las grandes manos de Inasa solo lo tocan a él, y su cuerpo responde perfectamente bien.

El sonido de sus gemidos y el de sus pieles inundan la habitación de aquel apartamento donde él lo llevó. Embestidas profundas lo tienen arqueado sobre la cama, arrugando las sábanas entre sus manos, levantando las caderas para sentirlo más adentro. Tomando su cintura el pelinegro descarga todo su libido en él. 

Un gutural gemido de parte del mayor marca el final de esa melodía placentera, que piel a piel fue llevada a cabo hasta el cansancio. Cálido entre sus brazos, durmió. Ya la mañana se encargaría de mostrarle el sonoro golpe que tendría con la realidad.

 Ya la mañana se encargaría de mostrarle el sonoro golpe que tendría con la realidad

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-Vivo cerca, vamos.

-Está bien, vamos.

Arrancó para marcharse, conducía viendo hacia el frente dando pequeños vistazos al peliverde que iba a su lado. <¿Cuántos años han pasado Deku?... sigues igual de lindo... quizás más> sintió sus mejillas calentarse, se había sonrojado. 

Izuku por su parte veía por las ventanas del auto, concentrándose en cada detalle que la oscuridad de la noche le permitía percibir. <Sólo quiero que esta noche acabe pronto> suspiró.

El camino fue más corto de lo que le habría gustado.

-Llegamos.

Estacionó su auto frente a su casa, no era grande pero sí acogedora. Hace años que se independizó de sus padres, persiguiendo su sueño de formar una banda famosa, sueño en el cual aún estaban trabajando con los pendejos de sus amigos.

 Hace años que se independizó de sus padres, persiguiendo su sueño de formar una banda famosa, sueño en el cual aún estaban trabajando con los pendejos de sus amigos

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-Toma, colócatelo en la mano, bajará la hinchazón.

-G-racias Kacchan. 

Tomó la bolsa con hielo y se la colocó, realmente se sentía bien.

-¿Por qué te atrapó ese imbécil? Mira como dejó tu mano.

Se acercó al peliverde que estaba sentado en su sofá. Tomó su mano para revisar desde la muñeca hasta los dedos. Una escalofrío recorrió su espina dorsal al primer contacto pero lo ignoró con tal de no alarmar al pecoso que lo veía preocupado por su extremidad.

-¿E-esta bien?

-Si nerd, no necesitas ir a un médico, es solo por la brusquedad de ese tipo y... siempre has sido de piel delicada.

-S-si, tienes razón.

Ambos evitaron verse, Izuku recordaba las marcas en su piel luego de los golpes del rubio y su bola de amigos que se encargaban de hacer de la secundaria un infierno para él. Katsuki en cambio recordaba lo hermosa que se veía su piel luego de un beso o una caricia, las marcas que él disfrutó dejar tantas veces.

<Mierda Deku, rogaré por tener otra oportunidad> Lo deseaba, anhelaba poder hacer las cosas bien esta vez, demostrarle al peliverde que lo amó y nunca lo dejó de hacer.

<Mierda Deku, rogaré por tener otra oportunidad> Lo deseaba, anhelaba poder hacer las cosas bien esta vez, demostrarle al peliverde que lo amó y nunca lo dejó de hacer

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RITMO EXPLOSIVO 💥 [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora