Sonata Arrepentida #2

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-¿G-guapo?

Inasa sonrojado veía al bicolor que poco a poco se acerca a él.

-¡Sí! Muy guapo ¿Quieres ser la musa de mis composiciones?

Su mirada heterocromática algo cristalizada por los efectos del alcohol, mientras lo veía cual cachorrito suplicante, quebraron las barreras del pelinegro. Lentamente se acercó a su rostro, ambos cerraron los ojos y se dejaron llevar, un beso suave y lento, disfrutando el momento, luego en aumento hasta quedar sin aliento.

Todoroki sentía estar en el allegro de una sonata, el momento cúspide de un opus musical, su cuerpo vibraba entero al compás de las caricias de su compañero.

-¿Quieres ir a otro lugar hermoso?

-Sí.

La respuesta del bicolor fue simple y directa, en medio de su embriagadez sabía lo que quería hacer.

•. •. •. •. •. •. •. •

Izuku veía a su amigo bastante preocupado.

<¡Está ebrio! ¿Con quien está?> a punto de correr hacia el, alguien lo tomó por la muñeca.

-Aquí estás.

Volteó a ver aterrado, no era quien esperaba pero era igual de aterrador, el guardia de seguridad que se había despistado, sí vio cuando él se coló, y por la cabellera verde fácil lo reconoció.

-Di-disculpe señor, ya me voy solo quiero ir por mi amig ¡Auch!

El guardia dobló su mano hacia atrás causándole dolor.

-No enano tú vienes conmigo a la gerencia.

-Está bien, está bien ¡pero suélteme, me lastima!

-No me importa, rata escurridiza ¡camina!

Sus ojos comenzaban a cristalizarse, siendo un violinista debía cuidar sus manos, pero el guardia no lo sabía ni le interesaba, no tenía más opción que suplicarle que lo soltara.

-Señor por favor, prometo no escaparme, me está lastimando. Por favor ¡suélteme!

Entre tanta gente unos cuantos veían la escena sin darle importancia creyendo que el pecoso era un ebrio al que debían expulsar. Hasta que del lado de la puerta al backstage, un rubio que había regresado por su chaqueta notó lo que sucedía y a quién le sucedía.

<¡Es mi Deku!> corrió hasta él.

-¡SUÉLTALO IMBÉCIL!

-¡¿Aaah?! ¡¿QUIÉN VA OBLIGARME?!

-¡YO, MALDITO BASTARDO!

El guardia soltó al pecoso al recibir el primer puñetazo del rubio directo en el ojo derecho. Izuku se hizo a un lado para que el obeso guardia no cayera sobre él.

Su muñeca comenzaba a tornarse rojiza por la fuerza con que había sido sujetada.

-... Kacchan...

-... Deku...

El rubio notó su muñeca lastimada.

-¡Tú mano!

-¿Qué? Ah sí... Se pondrá bien. G-gracias por salvarme. Adiós.

Intentó marcharse pero fue retenido por el rubio.

-Por favor Deku, déjame ayudarte hay que colocarle hielo ahora, no querrás quedarte sin tocar tu violín por varios dias ¿verdad?

Quizás fue porque tenía razón o por su hermoso rostro a contraluz, pero aún con dudas aceptó.

-Te llevaré en mi auto.

-Ok...

<Espero no arrepentirme después> vio su muñeca afectada, le asustaba no poder tocar el violín.

Temeroso siguió al rubio a su pequeño Mercedes Benz negro.

El rubio le abrió la puerta y él subió, luego dio la vuelta para subir del lado del piloto, adentro sin que Katsuki lo notase Izuku activo el GPS de su celular listo para enviar su ubicación a sus amigos si algo malo sucedía. Ya en el auto el rubio se abrochó el cinturón.

-Vivo cerca, vamos.

-Está bien, vamos.

Arrancó para marcharse...

En la Escuela preocupada Uraraka veía el reloj.

-Amor debimos ir con él, ya es tarde.

-Tienes razón, vamos por ellos.

Ambos salieron, sin saber que no encontrarían a ninguno de sus amigos, en el lugar del concierto.

RITMO EXPLOSIVO 💥 [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora