Estridente Realidad #4

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Después de la melodía inicial, Todoroki e Izuku interpretaban el concierto para violines en mi menor, Op

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Después de la melodía inicial, Todoroki e Izuku interpretaban el concierto para violines en mi menor, Op. 64 del compositor alemán Felix Mendelssohn, dicha pieza musical fue bien recibida por la audiencia que conmovida prestaba atención a la forma tan armoniosa en que ambos la hacía sonar. Izuku sentía cada nota vibrando en su interior, no había melodía que no fuese capaz de sentirla en su piel.

Todoroki por primera vez sentía el romanticismo de la pieza musical, al fin tenía la musa que despertaba en él los sentimientos que creyó no tener. Con solo saber que Inasa lo escuchaba, todo el público desaparecía, él tocaba para el pelinegro y sentía como sí él fuese el único que escuchaba su violín. 

Cada nota tocada a la perfección, luego de media hora finalmente terminaron, deslizando suavemente el arco por las cuerdas, la última nota se escuchó. Izuku abrió los ojos notando por primera vez un sonrojo en el rostro de su amigo, siguió la dirección en la que el veía y notó al joven pelinegro que aplaudía de pie, lo reconoció era el de la noche anterior. Sonrió, al fin alguien había derretido la fría coraza del bicolor.

Ambos hicieron una reverencia y la ovación del público aumentó. 

Present Mic aplaudía con lágrimas en los ojos, igual que sus pequeños alumnos.

Habrían más participantes de aquel evento, mas Izuku y Todoroki fueron arrastrados fuera de la escuela municipal de arte, llevados directo a los dormitorios de la escuela, aunque al último tuvieron que dejarlo ir antes de llegar, ya que vieron al joven en su automóvil que lo esperaba.

-Les hablo después. 

Boquiabiertos lo vieron correr hasta el auto y subirse.

-¿Qué... fue... eso? 

-Es... Todoroki ¿con un amigo? 

-Iida, amor ¿es en serio?

Izuku rió, el único que no había comprendido nada de la situación, como siempre, era el peliazul.

-¿Qué? 

-Vamos, démosle su espacio, en los dormitorios hablaremos, cuando regrese nos tendrá que explicar, igual que tú Izuku.

Su sonrisa desapareció, no podía evitarlos más, tendría que hablarles de Kacchan.

Su sonrisa desapareció, no podía evitarlos más, tendría que hablarles de Kacchan

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-¡¿En serio bro?! ¿Qué diablos pasó ayer?

-Si Bakugo, nos dejaste tirados y te fuiste 

–Ya cállense idiotas, me duele la cabeza.

El rubio daba vueltas en su cama mientras sus amigos lo veían. Kirishima y Denki se vieron a los ojos y a sintieron con la cabeza.

Ambos saltaron a su cama para abrazarlo, a leguas se notaba que no estaba bien y no era únicamente por la resaca.

–¡SUÉLTENME MALDITOS! ¡FUERA DE MI CAMA!

–No te dejaremos bro, te pasa algo y nos tienes que contar.

–Sí, si Bakugo esa cara de tristeza no es común en ti.

–Ya déjenme en paz.

Ocultó su rostro entre las sábanas.

–Tendrá que ver con una canción en un lindo bar de jazz.

Abrió los ojos como platos.

–¡Maldito Shinso!

–Tranquilo katsubro, Shinso no nos dijo nada, Mirio es mi compañero en el gimnasio, sabes es un buen tipo pero se la pasa hablando durante todos los entrenos.

Kirishima se rascó la nuca preocupado.

–Perdón bro, nunca fue mi intensión meterme en tus asuntos.

Suspiró rendido.

–No importa imbécil, ya no iré a ese bar... No lo soportaría.

–¿Por Izuku?

–Sí...

Esa tarde, todos conocerían la estridente realidad, lo pesado que podían ser los sentimientos en el frágil corazón de los músicos.

Izuku lloró en los brazos de su amiga, Kacchan recibió el apoyo de sus amigos.

Kacchan decidió que recuperaría a su nerd.

Izuku terminó de empacar sus últimas pertenencias.

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RITMO EXPLOSIVO 💥 [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora