Capítulo 2~Gominolas

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JungKook molesto, con la estúpida discusión de siempre que se nombraba a un Beta entre los Alfas solteros, se dispuso a buscar más alcohol para soportar la larga noche. Tal vez debió callarse con lo de su "primo".

Todo Alfa quería un Beta y Omega que lo complacieran y todo Omega quería un Alfa y Beta que lo consistiera; pero los Betas (por lo menos el que él conocía) solo quería ser libre.

Todos tenían sus parejas destinadas por la luna, pero no todos podían encontrarlas o soportaban las adversidades. Aveces era mas fácil quedarse con él primero que te gustara, te enamorara y te hiciera feliz. Aunque quienes encontraban a su destinado juraban que no había sensación igual.

Miró al camarero esperando su turno, de fondo a él, tras la ventanera que hacía de pared de cristal; conectó su mirada. Unos ojos rasgados, con pestañas espesas haciéndolos más pequeños, una piel clara y brillante, un traje ajustado azul marino y una cabellera rubia miraban el centro de la pista de baile hasta que sintió la fuerza de la mirada del joven Alfa.

Avergonzado el rubio bajó rápido su mirada y se dio vuelta para introducirse más en el jardín exterior, JungKook lo siguió de inmediato. No sabía porqué, pero sentía la necesidad de saber cómo sería de bello aquel rostro sonriendo.

-Disculpa. -Lo llamó cuando lo alcanzó entre los rosales y luces del gran jardín trasero del hotel. El rubio se detuvo y giró para encararlo. El corazón del pelinegro latió desenfrenado al reconocer al adorable joven. -Jimin. -Sonrió ampliamente. -¿Sabes quién soy?

El adolescente inclinó su cabeza dubitativo examinando al alto chico obviamente Alfa, esa sonrisa de grandes palas y ese aroma a césped recién cortado...

-Es JungKook, el amigo de Tae Hyung. -El contrario asintió contento de que lo reconociera.

-¿Qué hacías viendo por la ventana? -Incómodo titubeó si responder o no. Finalmente lo hizo con un puchero y jugando con sus dedos.

-Quiero bailar, pero como no soy Omega nadie quiere sacarme a bailar. -Bajó su rostro. -Nadie quiere bailar con un cachorro.

Ahora su corazón era estrujado con dolor, ¿cómo podía existir ser tan adorable y deprimido por el injusto mundo? Con algo de miedo a su reacción se acercó y rozó la barbilla del rubio con sus dedos para alzar su rostro y que lo viera.

-Yo huelo algo dulce en ti. -El rubio repitió esas palabras una y otra vez en su cabeza, lo había escuchado antes y no sabía dónde. -Y yo estoy dispuesto a bailar con un cachorro. Vamos.

La sonrisa amplia, con esos dientes blancos y brillantes, de labios carnosos formando un corazón, de mejillas sonrojadas e hinchadas y ojos entrecerrados fue la respuesta afirmativa que Jeon ansiaba. Tomó delicadamente la pequeña y suave mano del menor arrastrándolo hacia el interior del salón de nuevo.

Bajo la atenta mirada curiosa de todos los jóvenes se pusieron a bailar con la mano derecha del rubio sobre el hombro izquierdo del pelinegro, la izquierda de éste en su cintura y las contrarias unidas palma con palma.

TaeHyung sonreía muy agradecido a su mejor amigo, NamJoon abrazaba más fuerte a su reciente esposo al ver la sonrisa feliz de su hermano más pequeño y el resto del mundo se pregunta porqué Jeon JungKook bailaba con un cachorro.

-Hueles a chocolate. -Jimin lo susurró tras apoyar el lado derecho de su rostro en parte del pecho y hombro de JungKook.

El pelinegro lo sabía, era consciente de ello, pero prefirió callarse. Pues aunque su lobo le gritara "MÍO", el humano tenía pavor. Aún así le respondió con otro susurro queriendo complacer una mínima parte de su Alfa que habló por ambos.

-Jimin huele a las golosinas que comía de pequeño en casa de la abuela.

Eterno cachorro (KookMin) (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora