Eterno cachorro (KookMin) (Omegaverse)

Capítulo 51~Miedo y vergüenza

Maratón recta final (1-5)

Jimin asiente ante la pregunta de su madre, esta rápido pega un grito fuerte de Omega llamando a YoonGi para no alterar al resto de las personas de la mansión y mucho menos a su cachorro en su segundo celo. El rubio entra agitado al cuarto de su pequeño cuñado captando rápido la situación y cerrando la puerta tras él.

YoonGi no hace otra cosa más que mirar a su suegra que parece indicarle algo con la mirada que este obedece, el rubio retira su móvil de su oreja y sale hacia su propio cuarto hablando con JungKook. La madre de Jimin toma asiento junto a él ignorando la excitación de su pequeño por respeto y evitarle vergüenza.

-Quería tener esta conversación contigo en unos días, cuando quedara menos para tu celo. -Susurra acariciando su cabello rosado que empieza a estar mojada en su raíz. -Pero viendo que se ha adelantado la tendremos ahora, no será tan larga. -Anima con una sonrisa de labios maquilados de rojo cereza. Jimin asiente sintiéndose pegajoso en cada parte de su cuerpo por el sudor. -¿Quieres pasar tu celo con JungKook?

-No lo sé. -Responde rápido y añade sincero. -Le dije que cuando tuviera mi celo podríamos hacerlo, pero él también ha entrado en celo. Me da miedo mami. -Una sonrisa cariñosa y una nueva caricia en su cabello.

-La primera vez siempre da miedo, asusta y es dolorosa. -Afirma sin querer engañar a su pequeño. -Sin embargo te aseguro que si vas ahora con tu Alfa esas inseguridades desaparecerán y el dolor será una leve caricia a comparación con el placer que ambos en celo podéis sentir. -Los ojos de mirada borrosa del Omega buscan y confirman la verdad en los de su madre. -Los lobos tardan varios celos separados en combinarlos, vosotros es el primero que pasáis como pareja y ya los habéis combinado. -La mano delicada con anillos de oro se posa en su pecho donde descansa su lobo interior. -Una prueba más de que sois correctos, destinados y estáis preparados.

-Quiero ir con él, lo necesito mamá. -Su cuerpo se inquieta y al moverse el lubricante resbala por sus glúteos, una pequeña mueca por el aroma y en silencio su madre asiente antes de preparar una pequeña mochila con un par de prendas cómodas de su armario y productos de aseo.

Bajan las escaleras de la mansión hacia la salida de esta con sus manso entrelazadas, en la puerta YoonGi los espera conduciendo el coche de Hoseok y le sonríe con cariño cuando lo ve entrar en la parte trasera junto a su suegra.

-Ya he hablado con mi tío, se quedará en la habitación de invitados de la planta inferior de la mansión para daros privacidad. -Jimin asiente recordándose agradecer por esto a su cuñado más adelante. Al llegar a la mansión Jeon, que está a unas cuadras, se gira hacia su pequeño cuñado de cabello rosa al cual adora. -En la mochila que ha preparado tu madre voy a poner estas pastillas, ya le he explicado a mi primo que debes tomar una al día mientras dure el celo. No quiero sobrinos tan pronto.

-Ni nietos. -Adjunta y bromea su madre, sonrojado Jimin asiente antes de ser besado en la mejilla primero por su madre y después por su cuñado.

La entrada y subida por la fría y silenciosa mansión lo irrita mientras siente varias miradas de los sirvientes de los Jeon a su espalda, la calor de su cuerpo aumenta por la vergüenza y el aroma fuerte, espeso y creciente de su Alfa en la segunda planta. Al llegar a la puerta de su cuarto se bloquea frente a esta, Jeon lo ha sentido llegar y le está volviendo loco que no entre para que lo pueda devorar. Su raciocinio luchando contra su instinto animal.

El calor desbordante en su cuerpo que tiembla en anticipación, la dureza de su miembro que le duele y la sensación fría del lubricante que ya ha empapado sus pantalones.

Su corazón acelerado en su pecho, su lobo pidiendo hacer su anudar dentro de su Omega y su boca salivando por marcar y lamer cada parte de su blanquecina piel y pequeño cuerpo.

Un gruñido dominante del Alfa, un sollozo lastimero del Omega y necesitados de ambos.

Jimin al fin irrumpe en ese cuarto donde tuvo su primer encuentro sexual y donde pretende perder su virginidad entregándole todo de él a ese hombre lobo que lo ha enamorado y hecho amarlo.

JungKook lo espera de pie a mitad de camino hacia la puerta, si él no entraba él mismo saldría, el miedo y vergüenza en su voz a través del teléfono queda descartado cuando ve el brillo ansioso y excitado en los ojos almendrados que lo miran queriendo ser devorado.