Eterno cachorro (KookMin) (Omegaverse)

Capítulo 41~Impregnarse

Maratón (1-4)

La nariz levemente helada de Jeon rozaba incansable el cuello de su novio. El pelirrosa tenía su pequeño cuerpo cubierto completamente por el grande de su Alfa y estaba arrinconado contra la pared del pequeño cubículo del baño del segundo piso de su facultad en la universidad.

JungKook había irrumpido frenético y necesitado de él en el cambio de clases. Jimin sorprendido fue llevado al baño a rastras pero dejándose hacer, con sumisión complacida se dejaba tocar y olisquear por su Alfa. Cuando los toques sutiles y puros que se desplazaban por sus muslos y abdomen comenzaron a rozar su trasero y entrepierna fue que abrió los ojos y aspiró el aroma creciente en excitación.

-Kookie, no... -Fue un susurro sobre la oreja ajena dejando su aliento cálido rozarla.

-Vamos Minnie. -Aquello sonaba a súplica. -Ya lo hemos hecho antes. Haremos como el otro día, solo un poquito.

-Aquí no. -Pidió sintiendo sus grandes manos amasar a su gusto sus glúteos mientras ejercía presión con su pelvis en lo que no tardaría en ser una erección si seguía así. -Tú no eres así. -La confiada afirmación de Jimin detuvo los impulsos de JungKook por seguir rozándose y tocando a su antojo. -¿Pasa algo?

-Debe ser el celo. -Susurra todavía escondido en el cuello de su novio. -Debería de estar ya aquí y lleva varios días de retraso, aún así mi lobo no deja de pedirme que esté contigo a todas horas. -Sonaba tan frustrado y acongojado con ello que el Omega solo pudo arrullarlo entre sus brazos acariciando su ancha espalda y restregando su blanda y abultada mejilla contra la definida y suave de su Alfa.

-Mi Alfa debe estar esperando por algo, dejemos que pasen unos días más y sino iremos a un Auror. -Era la melodiosa voz del humano mezclada con la del lobo interior Omega comprendiendo a su mate lobo y calmando al humano frente a él.

-Este fin de semana es la cena de mis tíos con tus padres por lo de TaeHyung y mis primos. -Habla ronco y bajito. -Mi tía le ha pedido a mi madre que vayamos nosotros también como apoyo moral, se piensa que defenderemos sus locas ideas. -Un resoplido molesto por las ideas arcaicas que representa esa rama de su familia. -Yo solo pienso apoyar a ese trío extraño. 

-Yo también. -Concuerda tras soltar una leve risa dulce. El azabache al fin sale de su escondite y se coloca a la altura del rostro de su chico.

-Un besito y nos vamos, ¿sí? -Pide mostrando ese aura dulce y empalagoso que Jimin adora. Se lo concede leve y suave moviendo sus abultados labios sobre los finos y ardientes de su pareja. Definitivamente Jeon estaba a escasos días de entrar en su celo. -Me gustaría que pasaras mi celo conmigo, pero sé que dijimos que esperaríamos al tuyo para tu prima vez. 

Jimin se sintió morir en vergüenza, la frase repentina y ser consciente del lugar donde estaban lo hizo quedar mudo. De nuevo es arrastrado por los pasillos vacíos de la universidad, ahora hacia la cafetería pues ya era la hora del almuerzo, su pequeña mano envuelta por completo por la contraria. 

Al llegar a su mesa de siempre y tomar asiento en el hueco libre en uno de los bancos, Park es tirado a la fuerza por su hermano hacia su cuerpo. Con celos protectores, y una mirada que lanzaba dagas asesinas envenenadas, TaeHyung restregaba su mejilla contra la de su hermano menor queriendo que este ocupara su aroma y no el del estúpido hormonal de su mejor amigo.

Jeon retaba a su amigo con la misma intensidad mordaz en sus ojos y su apretada mandíbula por la indignación de sentir su propio aroma desaparecer de su novio, por instinto llevo su rostro a la otra mejilla del Omega para hacer el mismo trabajo que Kim.

Sus amigos observaban la escena de dos Alfas impregnar al mismo Omega en sus aromas de manera recelosa y hasta cómica pues Jimin mantenía sus ojos fijos en la mesa resignado y sus mejillas se apretaban y movían haciendo muecas en sus labios.

San estalló en carcajadas junto a su Alfa YunHo y su mejor amigo Wooyoung.

MinGi, JongHo y HongJoong los miraban con muescas de desagrado.

SeongHwa miraba embelesado a su Omega Yeosang destrozar el momento con su lengua viperina.

-Parecéis unos imbéciles.