La celda del amor

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Maratón 5/5

-¿La celda de qué? — Pregunto entre dientes — ¡Libéranos de aquí, inútil duende!-

-Me temo que no puedo acatar esa orden, alteza — Hace una reverencia.

-¿Por qué estamos aquí? — Pregunta Kara.

-De igual manera no puedo responder a esa pregunta, Kara Zor-El-

-¿Entonces qué hacemos aquí, enano mágico? — Cuestiono exasperada.

-Tengo que entendido que horas atrás demostraron sus profundos sentimientos en un beso-

El duende chasquea los dedos y hace aparecer un televisor antiguo, creo que lo es, similar al que vi en un libro, y en este puede verse el momento preciso en que Kara me atrae de la cintura para besarme, y segundos después mi puño en el rostro de la estúpida rubia que ahora está tratando de no sonreír, aunque falla ganándose otro golpe esta vez en la cabeza.

-¡Ouch! — Se queja tocando su cabeza — ¡Admite que es divertido!-

-¡No es divertido, inútil Kryptoniana! — Aprieto los puños y miro con furia al duende que nos observa ahora sentado, con palomitas en mano — ¡Y tú! — Se sobresalta tirando algunas — ¡¿Qué planeas con todo esto?!-

-Planeo que confiesen sus verdaderos sentimientos estando cautivas — Chasquea nuevamente los dedos y dentro de la celda, todo tiene un decorado romántico con rosas y velas aromáticas, además de las luces tenues — Ambas crecieron sintiendo aparente odio mutuo, pero en realidad pienso que se trata de algo distinto, referente al destino — Escuchamos una música romántica.

-Lo cual quiere decir que no saldremos de aquí, hasta que confesemos esos sentimientos — Kara tiene un gesto casi aburrido.

-¡Correcto! — Aplaude.

-¡Voy a cortar tu cabeza! — Amenazo y me mira con miedo.

-Ya veo quien es el problema — Entrecierra los ojos, mirándome — La Princesa de Daxam está renuente a mi idea y lo que siente — Hace aparecer un pañuelo con el que limpia lágrimas falsas y yo viro los ojos — Tienes un alma llena de esperanza y anhelo por amarla — Ahora se dirige a Kara quien sonríe.

-Sí quieres que esto funcione, tendrás que darnos privacidad — Kara se pone de pie y yo la miro con el ceño fruncido — Por favor-

-Bien — Dice en un tono triste — Y no se preocupen, tienen mucho tiempo-

Desaparece en una bruma azul dejándonos a solas, Kara comienza a caminar de un lado a otro, tocando pétalos de rosas. Yo decido sentarme en el sofá, comienzo un malvavisco cubierto de chocolate que el enano mágico hizo aparecer.

-Espero tus amigos estén buscándote — Digo y ella coge una rosa — Detesto el cautiverio-

-La única manera de salir de aquí es la que él mencionó — Me mira con gesto divertido.

-No, hay otra manera-

-¿Cuál? — Cuestiona curiosa, aspirando el aroma de la rosa.

-Encontrar una manera de que diga su nombre al revés o asesinarlos con una roca en la cabeza-

-Pareces conocer a los de su clase — Regresa a mi lado en el sofá.

-Algunos de esos estúpidos duendes visitaron Daxam y provocaron catástrofes, así que no hay otra manera de deshacernos de él, tal vez pueda desactivar el mecanismo de esto y así clavarle mi mano en su corazón-

-¿Te cuesta demasiado hablar sobre tus sentimientos? — Sentada en forma de L, observa la rosa y después a mí, tiene una mirada intensa.

-Tú pareces feliz cautiva aquí-

Lena de DaxamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora