Lena de Daxam

Cosmos

Observo desde el balcón de la pirámide las lunas de Daxam, el cielo repleto de estrellas recordándome a una mujer siempre gustó de admirar su belleza, y me siento sola.

La corona en mi cabeza es el significado de poder, soy la Reina, aquella a quienes mis ancestros eligieron, y podría estar rebosando de felicidad, pero no es así. Mi ser duele, porque aunque fui preparada para esto toda mi vida, no me satisface, nada lo hará, porque ella no está.

-Kara-

Susurro su nombre, sonriendo con nostalgia al recordar sus hermosos ojos del mismo azul que el cielo de la Tierra, esa sonrisa inocente y maliciosa a la vez. Pero ya no podré ver su rostro nunca más, ya no podré tocarla, ya no podré besarla. Estoy sola aquí, la Reina tiene todo en su mundo, pero se encuentra vacía por dentro.

Tal vez...

Este siempre fue nuestro destino.

-Solas con nuestro amor-

-No necesariamente-

Escucho una voz y al instante mi palacio desaparece, y la oscuridad me rodea, ya no tengo mis finos atuendos, ni la corona real, vuelvo a ser la Lena Luthor de la Tierra, puedo sentir la ropa humana cubrir mi cuerpo.

-¿Quién eres?-

-Curiosa como siempre, princesa de Daxam — Puedo notar el tono de burla — En realidad no tengo permitido revelar mi identidad, o entonces lo que está destinado a ser, jamás ocurrirá-

-Sé que estoy soñando, tal vez sólo eres mi subconsciente-

-Tú subconsciente ya te mostró ese mundo que sabes, es tu destino, pero no quieres aceptar, tú deber siempre estará antes que el amor, esas palabras tu madre las repitió para ti desde que eras un bebé-

-Comienzo a cuestionar la fantasía en este sueño-

-Princesa, tienes dos caminos, y los conoces perfectamente, el primero es el que ya has visto, y el segundo el que anhelas con toda tu existencia-

El panorama vuelve a cambiar, ahora me encuentro en un amplio apartamento, el balcón distintivo en lo alto de un edificio, puedo ver National City, pero hay algo peculiar en este lugar, repleto de pinturas de Supergirl y yo, ya siendo manchas en el cielo, pero marcando nuestras siluetas, o nuestros ojos. Sonrío y poso mi atención a una fotografía, Kara y yo abrazadas como sí no quisiéramos separarnos, la felicidad ilumina nuestras miradas.

-Lena, traje la comida china que pediste — Kara entra de golpe al apartamento, sobresaltándome y mirando el interior de las bolsas — No pude obtener más licor Zakkariano, pero el encargado del bar dijo que este fin de semana llegaría más y... — Frunce el ceño al mirarme — ¿Por estás llorando? — Se aproxima preocupada para abrazarme y yo me aferro a su cuerpo — Dime, princesa, ¿Qué te ocurre?-

-Estoy feliz de estar contigo-

-Yo también-

Me toma el rostro con ambas manos y en el momento que se inclina para besarme, este panorama desaparece dejándome nuevamente en la oscuridad.

-Y el tercero — Sigue diciendo aquella voz — Es tu deseo oscuro, Princesa de Daxam-

A diferencia de los anteriores, en este se muestra una ciudad sumida en la oscuridad, los rascacielos tienen detalles distintos, como las fortalezas de Krypton y Daxam. Camino a través de la avenida y los humanos hacen reverencia, pero puedo notar el miedo en sus miradas. Extiendo mis brazos al frente y ve mis atuendos de Reina nuevamente, y no me agrada el paisaje, pues al llegar final veo mi palacio, la pirámide principal en el centro de la ciudad, y a un lado, el emblema de la casa de EL al revés, lo cual significa, derrota para la estirpe.