Eso rompió todos mis esquemas, mis ilusiones, todo. No lo puedo creer, esto solo me puede pasar a mí. Esto es una gran osadía de su parte, ¿cómo puede ella hacerme algo así? Esto es inaudito. En definitiva, este no será un buen año para mí.
—Es con Michael, el chico de Florida del que os hable. Fui en verano y sucedió. Angie, parece que te vas a desmayar en cualquier momento.
—Solo quedo yo — fue lo único que pude decir en un leve susurro.
—Oh, ¡es verdad! Prepárate...
—Anna no me ayudas — le interrumpí.
Ella se encogió de hombros.
—Si te sirve de consuelo, he oído que hay un nuevo que es un chino buenísimo —intentó calmarme Lizzy.
—Nadie se ha enterado de que ya no soy virgen así que puedo... — Mary fue interrumpida abruptamente.
— ¿Mary Stone ya no es virgen?
Genial lo que me faltaba, Samantha Dempsey se acaba de enterar. Estaba detrás de Mary sonriendo maliciosamente.
Esa tipita es odiosa, si alguna información cae en sus manos al día siguiente todo el mundo lo sabrá, estará en el New York Times y saldrá en los informativos del país.
—Samantha, si no dices nada, yo.... — casi no había comenzado la oración y ella ya no estaba, había ido a divulgarlo. En aproximadamente dos minutos, todo el mundo sabrá que soy la única virgen.
Algún día la secuestrare y meteré en mi desván amordazada, ese momento llegará y puede que me denuncien por secuestro, pero me habré quedado a gusto.
—Como la odio, me dan unos terribles deseos de darla como comida para mis gatos, Miko tiene problemas intestinales y no puede comer carne, pero siempre puede escupirle las bolas de pelo en la cara — comentó Anna.
—Admito que disfrutaría viendo eso — comentó Mary y sonó el timbre de entrada.
Abrí la puerta lentamente y, al notar mi presencia, fue como si todo el colegio se girara en mi dirección. Recorrer ese pasillo fue la cosa más incómoda que he hecho en mi vida, pero tenía que cruzarlo para ir por mí horario. Cuchicheos, miradas, gente señalando y un sin fin de detalles más que hacían que deseara tener rayos X en los ojos a lo superman y partirles a todos por la mitad.
Llegué a secretaria y deseé volver al pasillo, Alexander Thompson estaba delante de mí solicitando su horario que, espero, no coincida con el mío.
—Hola, Angie, ¿qué tal el verano? — Me saludó.
—Estupendo y, ¿el tuyo?
—Interesante, mi padre ha tenido que entrenar al equipo. Ya sabes no quiere admitir que se tiene que jubilar, el fútbol americano es su vida y pasar de ser uno de los mejores jugadores del mundo al darse cuenta que debe retirarse, le duele; por lo tanto será el entrenador.
La verdad es que Alexander tras su fachada de deportista egocéntrico es bastante mono y siempre me he llevado muy bien con él... ¡No! ¡Angie Lowell, no dejes que se metan en tu cabeza! Seguro ha de tener poderes mentales especiales que hacen que tengas esos pensamientos. Definitivamente leer tantos libros de ficción me afectado.
—Me alegro que estés bien y dales saludos a tus padres de mi parte.
—Oye...
No le permití empezar, cogí el papel que me entregaba la secretaria y me di a la fuga como la cobarde que soy. Corriendo llegué a mi taquilla para poder descargar los libros. Cuando acabé de poner mis cosas noté una presencia alarmante cerca de mí, cerré la taquilla y ahí estaba Gabriel Young.
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Esa virgen es mía |Jackson Wang|
Ficção AdolescenteAl empezar la secundaria, los chicos descubrieron algo fascinante en una clase de biología, esto es introducir cierta parte de su cuerpo en el nuestro. Descubrieron el placer y desde entonces les gusta introducir su símbolo de poderío y dominación e...