—Te agradezco por invitarme al cine, es lo menos que puedes hacer por lo de ayer — en realidad no me interesaba compensarle por eso, esto me servía de excusa para espiar a Gabriel y Angie en su cita —. Créeme cuando te digo que casi me da algo del asco — se quejó con tono irritante, ese tono en las mujeres que detesto cuando exageran las cosas —, ayer fui al salón y por su culpa mi costoso peinado se arruinó y, para colmo, manchó el Gucci que mi papi me compró. ¡Argh! En serio creí que me iba a desmayar.
Scarlet hablaba y hablaba sin parar, no le prestaba ni la más mínima atención. Realmente no me interesaba ni un ápice nada de lo que tuviera que decir. Lo que me interesaba era encontrar a Angie entre todas esas personas y, cuando finalmente la vi, sentí un leve hormigueo recorrer cada centímetro de mi cuerpo. Ella estaba bromeando con Gabriel, quien le compraba palomitas de caramelo con colores y un chocolate
Me estaba preocupando demasiado por ella. Esa misma mañana había tardado diez minutos buscando a Dylan solo para saber cuál era su dulce preferido y no me había importado recorrerme media ciudad para encontrarlo. ¿Todo esto será porque me la quiero tirar? He de suponer que es así como me la puedo ganar.
¿A quién quiero engañar? Jamás actué de esta manera con ninguna chica, pero todas las chicas con las que he estado, me bastaba una sonrisa para tenerlas en mi cama.
—Jackson, ¿me estás escuchando? — Me sacó de mis pensamientos Scarlet.
Deje de mirar a Angie para centrarme en Scarlet.
—Sí, arruinó tu Gucci y el peinado, una autentica desgracia — dije.
—Mira, ahí está Gabriel, voy a acercarme a saludarle.
Entre en estado de alarma, Angie no puede saber que yo estoy aquí bajo ningún concepto.
—A su lado tiene a Angie que seguro está con el estómago sensible y puede que vuelva a vomitar — solté.
¿Qué acabo de decir? Scarlet me dedicó una mirada asustada y frenó.
—Nunca me acercaré a ella — tiró de mi brazo en dirección a la sala de cine —. Vamos a ver cincuenta sombras de Grey para que me ponga cachonda y lo hagamos en los baños.
Seguía sin prestarle la más mínima atención, solo veía como Angie y Gabriel tomaban asiento y luego él le susurraba algo en el oído que provocó una expresión extraña en ella. Mis deseos de darle un puñetazo eran inmensos y esa sensación era nueva. Nunca sentí celos y eso me alarmaba, por cada día que paso junto a ella descubro sensaciones nuevas.
Esperé que las luces se apagaran para poder pasar desapercibidos y sentarnos detrás de ellos. La película nos ofrecía una visión del sexo poco realista y que me aburría por cada segundo que transcurría; en definitiva, el libro siempre será mejor que la versión cinematográfica. Scarlet parecía entusiasmada, a veces me hacía gestos invitándome a tocarla, sin embargo no lo hacía; mi concentración estaba solo en ellos dos, prestaba atención a todo lo que Gabriel pudiera decirle a Angie, solo eso.
—Señora, si esta tan desesperada, descargue Tinder o búsquese un gigolo, pero déjenos ver la película tranquilos.
Me mordí la lengua intentando no reírme y más con la expresión de la señora a la que parece que le dirigieron esas palabras. Esos arrebatos de espontaneidad es una de las cosas que me gustan de ella, nunca sabes qué dirá o hacer porque lo hace sin pensar y luego muerde su labio inferior cuando se arrepiente.
La película avanzó y yo llegue a pensar que me quedaría dormido hasta que escuche que dos personas se besaban cerca de mí. Abrí los ojos y me encontré con ellos frente a mí besándose. Hice el mayor esfuerzo para no inclinarme y separarlos, sin embargo fui detenido solo por escuchar una sola palabra, un nombre.
—Jackson.
Creí que me había visto, pero luego me di cuenta que había gemido mi nombre mientras Gabriel la besaba y escuchar mi nombre de esa manera salir de los labios de ella era realmente excitante.
— ¿Has dicho...?
— ¡Nada! — Le interrumpí — ¡No he dicho nada!
—Gemiste el nombre de Jackson. Angie, no mientas, te he oído.
—Por supuesto que no, escuchaste mal.
Sus intentos de negarlo eran cada vez más torpes, pensé que hacerme ver y luego restregárselo en la cara después para ver su reacción, pero me contuve.
— ¿Cuál es tu relación con Jackson? — Preguntó Jackson.
—De odio, no nos soportamos. Si pudiéramos y, si fuera legal, nos mataríamos.
Apreté los labios para reprimir una risa. Yo le haría de todo menos matarla.
— ¿Nunca has oído la frase "los que pelean se desean"?
—Es él quien me desea y yo no, así de fácil.
Apreté la mandíbula, sentí una extraña punzada en el pecho tras oír sus palabras.
—Acabas de gemir su nombre mientras te besaba, ¿eso no es desear a alguien?
Por supuesto lo es, ella puede resistirse todo lo que quiera, pero sabe que me desea.
—No. No lo he dicho por Jackson Wang, lo he dicho por Michael Jackson, él era mi amor platónico de pequeña.
Hacía mi mayor esfuerzo para no morir de la risa. Minutos después, la película acabó y la gente dejó la sala rápidamente.
—Entonces, ¿vamos a los baños? — Dijo Scarlet a mi lado.
—Ha surgido algo de improvisto — me excuse y su cara de fastidio lo decía todo. Como compensación le di un casto beso en los labios.
—Vale — murmuró en un suspiro.
La deje allí y me dirigí afuera, ellos ya se habían ido. Suspire en frustración, tendré que obtener detalles por parte de los chicos en el colegio.
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Esa virgen es mía |Jackson Wang|
Fiksi RemajaAl empezar la secundaria, los chicos descubrieron algo fascinante en una clase de biología, esto es introducir cierta parte de su cuerpo en el nuestro. Descubrieron el placer y desde entonces les gusta introducir su símbolo de poderío y dominación e...