XVIII

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–Coge lo que quieras.– Y con eso dicho, la pecosa construyó un monumento en su mente para la madre de Katsuki.

Pantalones.

Pantalones.

PANTALONES.

Y no solo eso, sino, todo un armario con ropas cómodas exclusivamente para mujeres ¿Cómo es que aun no se había mudado a esa aldea?

Volvió a mirar a la mayor, como si estuviera preguntando, una vez más, si podía enserio ponerse lo que ella quisiera. Ante su mirada, la rubia cogió un top de su armario y se lo enseñó.

–Puede que este sea de tu talla. –Lo dejó entre sus manos y seguido buscó un pantalón para la invitada.– Con estas ropas podrías luego dar una vuelta por la aldea, si te apetece.

–¡Mitsuki-sama!

–¿Ein?

Media hora después, Seiza estaba dando vueltas sobre sí misma para fardar un poco la ropa nueva, un top que le tapaba y sujetaba el pecho y unos pantalones bombachos de tela resistente con una cadera alta. Eran de color verde militar, el cual pegaba con el top de color naranja y negro. Una ropa bastante rara para ella.

–Deja de presumir, maldita sea, sólo es ropa.– El pobre estaba ya cansado de ver a su amiga girar por toda su casa, demasiado feliz a su parecer.

–Déjala, pesado. Así nunca conseguirás novia.– El chico chasqueó la lengua. Para él todo esto era un suplicio, parecía que su cara lenteja era más amiga de su madre que suya. –¿Por qué no dais una vuelta? Será divertido.– La menor asintió repetidamente, aún a sabiendas de que se iba a perder.

– A mí no me metas en tus mierdas. Si tú quieres pasear como una anciana vas tú. –Y con eso dicho, salió de la casa dando un portazo y dejando solas a las dos mujeres.

–No sé de quién cojones habrá sacado ese carácter de mierda.–Bufó la rubia colocando sus brazos en jarra de forma ofendida.– Cuando vuelva le mataré. – Seiza la miró incrédula, claramente el carácter se lo había pasado la madre junto a los genes rubios ¿realmente no se daba cuenta? – Bueno, vayamos nosotras a dar una vuelta, Seiza.– Uuuu, si tan solo supiera que la albina se perdía hasta en un camino recto... Y spoiler, es justo lo que pasó. Nada más darse la vuelta para saludar a una amiga la joven noble desapareció de su vista en un visto y no visto.

¿Sería pariente de Houdini?

Por otra parte, la pecosa iba paseando felizmente a ojo cerrado, estaba tan feliz con su nueva vestimenta que no se dio cuenta cuando entró a su mundo y perdió de vista a la madre de Katsuki. Salió de la inopia en cuanto chocó contra algo, más bien alguien.

–Perdón...– Sus ojos ambarinos la miraron de una manera tan intensa que, si no fuera por que son unos ojos normales y corrientes, parecía que podían leerle hasta el alma.

O el ADN de los huesos.

–Hm. – Se trataba de una joven con una cabellera exageradamente larga y de un color carmín, un cuerpo que podría ser la envidia de la mismísima miss universo y al parecer, un carácter de mierda que dejaba a Katsuki en la posición de un perrito adorable.

¡Ella si que tenía mal humor!

Tan pronto como la miró por encima del hombro se esfumó. Dejando a la de ojos de cristal confundida.

–No te lo tomes muy a pecho.– Se giró ante la voz amigable de otra mujer ¿Qué Katsuki era el único miembro masculino de la tribu? –Ella es Yoka, tiene un carácter muy dominante desde siempre.–Ella en cambio, parecía ser una chica muy dulce y de su misma edad.– Me llamo Lyris, Yr para las amigas.

–Seiza.–Extendió su mano para terminar la presentación de forma oficial. Se fijó en su nueva conocida: cabello verde y ojos amarillentos, a simple vista la podría comprar con una serpiente, aunque su carácter y personalidad se podrían comprar con un lindo peluche de felpa. – ¿Yoka?.

–Sí, Yoka, la pelirroja con dos coletas tras la nuca. Ya sabes. Te acabas de chocar con ella.

–Su personalidad deja a Katsuki al nivel de un niño. – Y la verde asintió, dándole completamente la razón.

–Katsu es amable a su lado.–  Yr se cruzó de brazos frunciendo el ceño viendo con la pelirroja se iba alejando cada vez más.– Esa chica realmente me cae mal.

– A mi parecer solo tiene un carácter fuerte.– Sonrió la albina. No iba a ponerse a criticar a alguien que no conocía de nada.

– Y un ego más grande que sus pechos. Siempre va mirando a la gente por encima del hombro y no se molesta ni en hablarnos. Es una rara.

–¿De qué conoces a Katsuki?–  Preguntó después de un rato de silencio. Simplemente queriendo sacar un tema de conversación.

–¿Quién no conoce al gritón número uno del pueblo? Osea, es el despertador de la aldea.– Y no sabía por qué, pero realmente confiaba en que el rubio era capaz de despertar a todos en plena mañana a griterío limpio. Suspiró imaginándose la escena de él discutiendo con su madre a tales horas por cualquier estupidez. La situación era realmente creíble.–¿Qué tú no los oyes gritar a él y a Mitsuki? – Su cara de desconcierto era casi épica.–Chica, tú eres aún más rara que la pelirroja.

–Gracias, supongo.

Después de hablar por un rato, ambas congeniaron bien. Dieron una vuelta por la aldea hablando de diferentes temas hasta que surgió el de los dragones. Yr era una domadora de dragones algo novata, al parecer su dragón tenía un tamaño pequeño y era aun una cría, pero no tuvo ningún inconveniente en ir a su casa en un instante y llevar a su dragón junto con Seiza para que ésta lo viese. Por su parte, la pecosa silbó fuertemente para llamar a Gin, quien tardó cinco minutos en aparecer con un tamaño similar al de un león.

–¡Es jodidamente grande!

–Ese no es su tamaño natural. Realmente tiene un tamaño similar al de Katsuki.–¿Verdad, Gin? – Y el nombrado asintió como el dragón orgulloso y valiente que era.

–Sari tiene cuatro años y es enana.

–¿No era una cría?

–Que va, que va.– Movió su mano acorde a sus suspiros en forma de palabras.– Yo nunca dije eso. Dije que aun era pequeña. Me refería al tamaño. Mírala, si casi la puedes pisar y no te das ni cuenta. – Seiza cogió a la dragona blanca y la elevó en el aire viéndola.

– Seguro crece pronto. Puede que Gin haya crecido muy rápido.– El de color negro resopló sacando pecho, cual niño mimado.

–¿Cuánto tiempo tiene?

–Medio mes.

– Qué ganas de pegarme un tiro.

–¿Hm :D?



Volví desde la muerte(?

Yendo directa al grano ¿Hay algún lector vivo? No? Hola? Hay alguien?

Pues bueno, resumiendo han aparecido dos personajes nuevos en el fic: una borde con un carácter más fuerte que nuestro protagonista masculino, y una extrovertida peliverde bastante simpática al parecer.  La verdad necesitaba tres personajes nuevos por que no quiero manejar de más a los principales.

Estamos llegando al punto critico de la historia de forma lenta, pero estamos llegando.

Hasta el 2021





Dragon Heart |Katsuki Bakugou|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora