Dragon Heart |Katsuki Bakugou|

XIX

–Parece que congeniaste bien con Yr. –Comentó Mitsuki al aire para sacar un tema de conversación.

Tan pronto como Seiza se despidió de su nueva amiga, se encontró con la rubia mayor, la cual venía con un montón de bolsas llenas de comida. Había aprovechado el paseo para ir a comprar. Eso o había saqueado la casa de la vecina.

– Ha resultado bastante simpática.– comentó mirando al cielo mientras cargaba con alguna de las bolsas para ayudar a la mayor. Gin por su parte llevaba una en su regazo, puesto que las bolsas eran de piel y no tenían asas para llevarlas en la boca.– Espero que nos llevemos aun mejor en un futuro.

– Aquí hay mucha gente de más o menos vuestra edad. Puede que conozcas a varios.

–También conocí a otra chica, Yoka, pero no hablamos solo nos chocamos, Yr me habló un poco de ella. – La mayor inclinó un poco la cabeza pensativa.

– Bueno, Yoka es mayor que vosotros, no es que la podamos añadir al apartado de "vuestra generación". – La albina sonrió amablemente.

–Yo creo que solo es muy alta. Como mucho tiene dos años más que yo.

– Tiene 23.

–¿Perdón? No le creo.– La mayor paró un segundo y la miró fijamente.

–Créeme, suelo ir a beber algo con ella de vez en cuando. – Al ver la cara de sorprendida de la menor decidió seguir hablando.– Aunque tiene el carácter de una vieja amargada cuando quiere.– Carcajeó.– Por cierto ¿Te quedas a dormir, verdad?

–No creo. Mis familiares se preocuparían si no voy antes del anochecer.– La mayor alzó una ceja ante lo dicho por la de ojos de cristal. Estaba de broma ¿verdad?

–Niña, ¿Te das cuenta de que ya es de noche?

– :D –Uno de los brazos de la madre fue colocado en la cadera. Esa chica era realmente despistada.–Creo que me iré nada más ayudarte con las bolsas.

–Le diré al bruto de mi hijo que te acompañe a casa. Algo bueno tiene que hacer para variar.

Gin se hizo pequeño de tamaño en cuanto llegaron a la casa de la mayor. Adentro estaba Katsuki sentado en medio de la sala encima del sofá. Al entrar la voz ronca y amable resonó por la casa.

–Bienvenidas.

–Lentas.

En esta casa se reparten hostias como saludo ¿verdad, Katsuki?

El rubio ahora se encontraba con un chichón en medio de la cabeza. Tan zoquete como siempre.

–Seiza ¿Quieres que te acompañe yo a casa? –Se ofreció la madre al ver como su hijo empezaba a farfullar en todos los idiomas que conocía, es decir, en satánico.

–Tranquila, me puede llevar Gin ¿Verdad?– Y el pequeñajo asintió echando aire por la nariz, como todo el macho que no era.

–Bueno, me fío del dragón entonces. – Soltó no muy convencida. En cuanto acomodaron las bolsas la albina se fue junto a su confiable compañero. Por suerte él si sabía donde vivían.

A medio camino se subió en el lomo de su amigo para ir más cómoda. Acarició la nuca de su fiel amigo y se dispuso a observar el paisaje de vuelta a casa, aunque el dragón frenó poniéndose alerta al escuchar un ruido de fondo.

–¿Quién anda ahí? –Preguntó con voz alta, mas sin embargo nadie respondió. Pero un arbusto se empezó a quemar y poco después, de ahí salió un dragón anaranjado perdido en llamas.

Se acercó a él confusa. ¿Qué coño hacía ahí un dragón? ¿Le habría seguido? Quizás era el dragón de Mitsuki. Aunque no lo parecía. Mitsuki tenía una personalidad alegre y fuerte y este reptil era más... ¿Bobalicona?

–¿De dónde has salido, amigo?

– Ñe.– Y el dragón respondió "ñe".

Bueno, unos rugen y otros tienen más estilo.

–No sé que hará el dragón ahora, pero tú estás castigada.– De giró de forma robótica hacia su hermano. Nada más volver a casa, el pelinegro la pillo con las manos en la masa. Era demasiado tarde para volver y encima tenía a Gin en los brazos.– ¿Se puede saber en que piensas?

–Me perdí.–  Y con eso le tenía que creer por que era imposible negar que la chica se perdía hasta en su propia casa.

–Gin sabe donde vivimos.–Shota se cruzó de brazos. A él no se la colaban tan fácilmente.– ¿Pretendías que no me diera cuenta de la existencia de ese lagarto?–Preguntó al ver la cara de asombro de su hermana.–Yo le doy de comer cuando lo dejas aquí y te vas con ese bruto al bosque.

–¿TAMBIÉN SABES LO DE KATSUKI?

–¿Acaso me tomas por tonto? Por el amor a All Migth. Sé todo Seiza, eres mi hermana y por ende, me preocupo por ti.– Sus manos se colocaron en los hombros de la menor, ejerciendo un poco de presión sobre ellos. – Por favor, ten más confianza en mí y dime a donde vas y con quien te juntas. Sufro cuando vas sola al bosque conociendo tu sentido de la orientación, y más ahora que hay monstruos sueltos. Mi único consuelo es que tienes un dragón que Dios sabe de donde lo has sacado. – Paró de hablar cuando notó las lágrimas de la pecosa.

–Lo siento...–La diestra del ojeroso viajó desde su hombro hasta la cabeza de su hermana en un intento de reconfortar la. Su intención era que confiase más en él, no hacerla sentir culpable. –Nunca quise preocuparte. Pero, pero yo me siento muy feliz cuando estoy con Katsuki o con Denki o Kirishima o Momo. Incluso cuando estoy con el príncipe Shoto en aquel prado. Cualquier sitio fuera de este pueblo está bien. Pero favor, no quiero separarme de ellos, no quiero dejar de ir todos los días a la montaña para encontrarme con él. Yo no quiero estar aquí encerrada siempre.

¿Cómo hacerla entender que, como hermano, como familia, su única intención es apoyarla y protegerla? ¿Cómo hacerla ver que, por muy estúpida que suene la razón, él la ayudará?

Pero ella tiene que entender que puede confiar en su hermano, porque, la situación, al igual que esta historia, va a acabar de un color tan intenso como la misma sangre.

Du, quiero acabar el libro de una vez >:v A ver si me pongo las pilas y lo acabo antes de que termine la cuarentena.

Miren que bonito dibujo me hicieron <3 Es la versión de Seiza hecha por astrid_troll vayan a darle amor <3

Si alguien quiere hacer su versión de la protagonista yo estaré encantada de darle amor.