Buscando la salida

7 2 0
                                    

No entiendo por qué siempre tiene que haber alguien que se interponga en el camino o el destino de los demás. ¿No es más fácil que los malos vayan por su parte y los buenos por otra? Pues no. Siempre tienen que molestar retrasando el destino. Eso es lo que nos acaba de pasar con nuestro profesor. Robert está muy afectado porque le quería muchísimo y le tenía gran afecto. A veces pienso que el mundo es peor de lo que imaginaba aunque, como dije, tengo mi otra parte positiva que a saber dónde estará ahora.

Sí, ante todo soy sincera con mis sentimientos porque mejor decirlos que callar y sufrir, aunque a veces es cierto que hay que callar ante algunas situaciones y lo sé, sé que siempre hay que buscar el término ético de las cosas. Por otra parte, creo que el universo funciona así, es decir, siempre me sustento en el ying y el yang porque donde hay luz debe haber oscuridad, donde hay mal debe haber bien y viceversa. Todos los términos radicales son muy distintos pero a la vez iguales. Esa es una de las cosas que nunca entenderé al 100% porque es así como funciona la filosofía y la vida misma. Nunca se entiende algo lo suficientemente bien para conocerlo, sólo pasa y ya está.

Dejando atrás mi segundo ensayo filosófico, cuando bajamos a desayunar todos, estuvimos hablando con Amelia sobre Nerón porque ella sabía cosas. Hoy nos dijo que él era un bastardo y peón de un famoso líder. Su nombre, Octavio, cabecilla de un clan de mafias que había aparecido hace poco por la ciudad. Amelia vio por las noticias hace algunos meses que habían conseguido drogas de todo tipo para venderlas en el mercado
negro y no sólo era eso. También trafican con todo tipo de armas ya que utilizarlas en América es normal, desgraciadamente, según le dijo su prima. Ella estaba al tanto de las situaciones en la ciudad y sabía mucho acerca de estos temas porque le gustaba los temas criminales y de investigación. Ya sabíamos que teníamos que estar alerta para saber a lo que nos enfrentábamos y es que para derrotar al enemigo primero teníamos que conocerlo y tratarlo. Así podríamos conocer también sus debilidades aunque no fuera fácil. Entonces se me ocurrió una idea al pensar esto y actúe:

—Amelia, tengo que preguntarte algo que quizá sea una locura, pero creo que es la única forma de buscar al profesor y traerlo de vuelta sano y salvo de esos mafiosos.

—Un momento ¿No estarás pensando en...?

—Creo que me has leído la mente.

—Pero... ¡No podemos!—Se levantó de la silla tirando sin querer su tostada al suelo—Ella no sabría cómo defenderse y además es un riesgo demasiado grande para correr.—Volvió a responderme ella.

—No te preocupes, creo que todos juntos podemos hacerlo. Mi idea era que nosotros cuatro fuéramos hacia su cuartel para poder rescatar a nuestro profesor y cuando digo los cuatro, me refiero a la prima de Amelia.

Sólo pensar en el dolor que estará sintiendo el profesor se me ponen los pelos de punta. Amelia descartó la idea porque era muy peligroso para los cuatro aunque era la única opción que nos quedaba para poder salvarle y a la vez salvarnos a nosotros mismos, dependíamos de él. Robert tampoco estaba conforme ni seguro porque era una idea bastante surrealista. Estaríamos pues yendo hacia la boca del lobo pero alguna vez tendríamos que afrontar la verdad, ¿verdad?

Tras algunos debates más, al final accedieron a mi petición y sólo quedaría comunicárselo a su prima. Hablarle de repente a alguien sobre hacer una misión peligrosa debe ser chocante pero había que probar. Entonces, Amelia la llamó para poder quedar y así hablar sobre el tema tranquilamente en persona.

Teníamos que darnos prisa, teníamos que ir hacia aquella dichosa dirección que nos tiró Nerón con desprecio. ¡Tenemos que hacer tantas cosas! ¡Ah! Y por último salir en la nave la cual todavía no está lista, encima...

15/12/2045

EL SONIDO DEL MAÑANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora