¿i hate you?

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Bueno, empieza el ultimo maratón de la novela ya que va a concluir en su capítulo final

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Una semana, una semana desde los nuggets, una semana desde ese beso robado, y en ninguno de esos siete días había logrado reunir el valor suficiente para ir a casa de Brisa. Sentía vergüenza de sí misma. Llevaba días sin hablar con la castaña, sólo observándola de lejos y con eso le bastaba.
Pero ahora era diferente, quería ver a Tini e incluso jugar con ella, la ojicafe estaba muy encariñada con la pequeña diva.

Durante estos días no había logrado hablar con Brisa, en parte porque la evitaba entre clases y la otra razón era por Julián. Pero había algo un poco diferente esta vez que divertía mucho a Angie.
Cada vez que sus ojos se encontraban con los de la castaña Brisa la miraba un rato, luego parecía recordar algo y apartaba el rostro, ruborizada.

En los pasillos una vez tropezaron y Brisa, al reconocerla, se apartó de un pequeño salto con el rostro rojo y siguió caminando, pero chocó la cabeza contra una puerta del salón.

En otra Brisa se supone que estaba respondiendo una pregunta en la clase y ella lo hacía como siempre, tranquila y confiada.
Pero al notar la mirada fija de Angie, confundió las palabras y comenzó a balbucear, terminando avergonzada frente a todos.

Le hacia difícil a Angie el no querer volver a robarle un beso.
No entendía el comportamiento de la castaña, pero le encantaba.
Era incluso hermosa, siendo torpe y todo.
Aún así Julián también parecía estar vigilándola, por esa razón fingía no ver a Brisa cuando el chico estaba cerca.

Pero hoy en el aparcamiento le fue imposible, dado que la castaña se veía más hermosa de lo normal.
Su cabello rojizo atado en una coleta y llevaba una falda, junto con una blusa blanca manga larga con botones.
Sus ojos brillaban y sólo llevaba un poco de maquillaje.
Angie, al verla en la mañana, duró unos segundos con la boca abierta y sus amigas tuvieron que llevarla a rastras al salón, ya que sus piernas y cerebro no coordinaban.

—La sigues mirando—comentó Mica, riéndose al ver a su amiga.

Estaban junto al coche de Kevin mientras el grupito de Brisa se hallaba alrededor del descapotable de Julián.
Angie notó el buen humor de su amiga y se alegró por ella.
Aún recordaba cuando le preguntó el por qué había faltado dos días seguidos, que coincidían casualmente con los días que faltó Barbara y Mica le confesó que se escapó de su casa para verla.
Relató toda risueña que habían compartido la cama, con las manos entrelazadas, mientras veían películas toda la tarde y Barbara se recuperaba. Por eso su amiga estaba tan feliz.

su rostro se puso serio al ver la mano de Julián alrededor de la cintura de Brisa.

—A ella le encanta llamar la atención—dijo pícaramente Sofia— Y más de cierta oji cacao por allí...

Sus dos amigas se rieron y las miró, confundida.

—¿ ojo cacao?¿Le gusta una chica o algo así?¿Quién es?—preguntó enojada mientras sus amiga se reían más fuerte.

—Era broma, An—dijo Mica divertida por lo lenta que era su amiga.

Pudieron seguir hablando, pero escucharon unos silbidos a lo lejos. Angie vió con sorpresa que la hermana de Brisa, Zoe, marchaba con paso decidido por el aparcamiento, siendo el centro de atención de los chicos.

Todos admiraban el contorno de sus caderas y, en general, el cuerpo atlético y bien formado de Zoe.
Ella vestía unos vaqueros desgastados que lucía sus curvas y una blusa negra con brillantina, llevando una cartera en el hombro y unos lentes de sol.
Sus labios rojos sonreían.
Parecía dirigirse directo a su hermana menor, quien la miraba con sorpresa.
Sin querer sus miradas se encontraron y Zoe abrió los ojos, reconociendo a la chica, y ahora se dirigía hacia ella.