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Después de aquel encuentro en la cafetería Angie había intentado evitar a Julian por todos los medios, duró todo el día cerca de Kevin y Sofia, para que no se le acercara.

Se lamentaba interiormente, ya que significaba tampoco ver a Brisa.
Era muy raro, que ninguna del grupo de las chicas la hubiera fastidiado o algo.
También estaba preocupada por Micaela, a quien no veía desde hacía horas.

Estaban caminando en el pasillo cuando la encontró, frente a su casillero.
Sus mejillas estaban coloradas y lanzaba los cuadernos dentro del locker con furia, Angie temió lo peor.

-¿Mica?-comenzó Angie tocándole el brazo, la ojiazul suspiró, irritada.

-¿Qué hizo Martinez ahora?-
preguntó Sofia, recostándose de la pared, y Angie le reprendió por ser tan directa.

Mica las observó a las dos, primero furiosa, y comenzó a hablar.

-Es una perra, me dice que estoy enamorada de ella y por eso no puedo acercarme a nadie, Pero después me dice que ella no siente nada por mí y que... y que...-no pudo terminar de hablar, ya que sus ojos se tornaron húmedos, quería llorar.

Angie la abrazó y dejó que escondiera el rostro en su cuello, comenzó a frotarle la espalda mientras la chica se abrazaba a ella.
Sofia también le acariciaba el cabello, escuchando los sollozos de Mica.

-Descuida, ella... ella estoy segura de que siente algo por ti, lo veo por la forma en que te mira-intentó calmar a Mica y pareció funcionar, Barbara no podía no sentir nada por su amiga y el beso que le había dado era la prueba.

-Eso... eso... espero-murmuró entre sollozos y se abrazó más a Angie.

Las tres decidieron que era mejor olvidar todo.
Sofia les propuso ir a la pizzería de siempre después de clases y las tres fueron, invitando a Mindy.
Por suerte, Kevin les había dejado las llaves, así que las chicas no tuvieron problemas para llegar.

Aparcaron al frente del local y al entrar, se encontraron con la misma mala suerte de siempre.

-Joder-murmuró Angie, viendo al grupito de la escuela en su mesa de siempre, esperaba que ellos no fueran hoy.

-Solo ignórenlos-dijo Mindy, apoyando la mano en la espalda de Mica para avanzar, ella bajó el rostro y asintió.

Cómo siempre hacía, buscó entre las personas el cabello castaño.
Allí estaba Brisa, con la misma ropa del colegio, hablando alegremente con sus amigos.
Cabe mencionar, que para Angie, se veía completamente hermosa siempre.

Para la alegría de la ojicafe Brisa no le prestaba la más mínima atención a su novio, que de vez en cuando intentaba hablarle, aunque a él tampoco parecía importarle.

Se concentraba en la charla con Pedro y observar, con poco disimulo, el cuerpo tonificado de Oriana.

-Es un idiota-murmuró Angie, tomando asiento en la mesa, y quedando con vista al grupito -Tiene a Brisa y mira a otras chicas de esa forma, ¿como de atreve?

-Todos los chicos son iguales-comentó Sofia suspirando, sus amigas la vieron confundidas.

-¿Todo bien con Federico?-preguntó Mica preocupada, Barbara parecía estarla mirando, pero ella la ignoraba por completo.

-Salimos varias veces- dijo, aunque no era nada nuevo, ya que sus amigas la habían ayudado a escoger la ropa que se pondría -Pero, en el colegio no me ha hablado ni una sola vez.

-Descuida, solo es el primer día-dijo Mindy, intentando calmarla.

-Todo saldrá bien-le sonrió Angie, pero luego sintió una bola de servilleta golpearle la frente y parpadeó -¿Qué?

¿i hate you? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora