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Había sido un mes muy agitado y Julián realmente tenia una pica con la peliazul.
La molestaba todo el tiempo, le tumbaba los libros, le escondía la mochila, Angie se lo aguantaba, no quería contárselo a alguien porque probablemente se enterarían sus padres y no quería preocuparlos.

Barbara y Brisa de vez en cuando las molestaban a sus amigas, pero no tanto ya que estaban concentradas en sus exámenes.
Por eso Julián y Yaco las estaban relevando.

—¿Por qué siempre teminan en mi casillero?, incluso cuando es uno diferente—la ojicafe apretó los puños y los dientes al observar a la pareja besuquearse, apoyados sobre su casillero...

—tal vez Julian quiere hacerte enojar—comento Mindy intentando no mirar con asco la escena, se percato de la mirada de dolor y enojo de su amiga y coloco una mano en su hombro, pero la ojicafe no quitaba sus ojos de Julian, deseando con todas sus ganas ahorcarlo.

Mica y Mindy se despidieron de ella un poco preocupadas, Angie se esforzaba por mostrarse bien.

Fue hasta donde estaban ellos y se aclaro la garganta para buscar su atención.
Julian se separo de Brisa, quien tenia los labios hinchados y el cabello revuelto.

—mi casillero—dijo refiriéndose a la puerta donde estaban apoyados, Julian simplemente se corrió a un lado junto con la castaña y la volvió a besar, Angie apretó los puños y abrió su casillero.

Julian recorria el cuello de Brisa con su labios, pero ella no parecía notarlo, estaba mirando a la ojicafe.

Al cerrar la puerta, y girar su rostro, se encontró con unos ojos marrones que le dieron un giño. Antes de agarrar el rostro de su novio y besarlo nuevamente.
Angie en cualquier momento iba a devolver el desayuno.

Los observo un rato intentando parecer superior a Julian, quien fastidiado se separo de los labios de su novia.

—¿Por qué leches estas aca todavía?

—no creo que sea correcto besarse en los pasillos, digo hay una regla.—hablo metiendo las manos en los bolsillos de sus jeans, trataba de aparentar tranquilidad.

—pues yo hago lo que da la gana, ahora desaparece—respondio cortante el chico y volvió a besar a Bri, pero los ojos de la chica aun besando a su novio, estaban en Angie.

Angie no comprendio, pero al ver esos hermosos ojos, no pudo evitar sonreir y Brisa le devolvió la sonrisa sobre los labios de su novio.
A la ojicafe le dio satisfacción y mas al ver que Julian intento cubrirle los ojos para que Brisa no pudiese verla, Angie decidio que ya era hora de irse.

Fue hasta la biblioteca esa tarde, esperaba poder estudiar para su examen, al llegar se encontró con una sorpresa. Alli sentada en la misma silla de siempre estaba Brisa, al verla sintió que su corazón se le iba a salir y sonrio.

Al final termino sin estudiar nada, intentaba ver su cuaderno, pero Brisa estaba mordiéndose la lengua de una forma adorable que la distraia, eso hasta que alguien le toco el hombro. Era Pedro, ya no lucia tan enojado e incluso le sonreía, la peliazul alzo una ceja

—Hola Angie—la saludo tomando asiento junto a ella, la chica ahora había alzado las dos cejas, el la había llamado por su nombre.

—hola.

—¿Qué haces a estas horas por aquí?—Puso una sonrisa que cualquier con la que chica hubiera caído rendida, ella no, porque claramente pensaba que el chico venia a hacerle algo.

—estudio, ¿tu no?—pregunto y el chico se rio

—¿no sales? Digo, los findes de semana, ¿con tus amigas cierto? esas chicas parecen cuidarte mucho—hizo una mueca

¿i hate you? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora