CURIOSIDAD // Yoontae (omegaverse)

Cero.

— Vamos, constesta el maldito teléfono. — La voz de Taehyung salía a susurros mientras tensaba la mandíbula con la mirada en la ventana. Sus dedos sonaban constantemente contra la mesita y eso ya tenía irritado a Yoongi. 

— Está en casa de Hoseok. — Exasperado levantó al fin su cabeza que llevaba rato apoyada en la mesa tratando de ocultarse de la luz del sol. — Mencionó algo anoche, me llamó preocupado y...

— ¡¿POR QUÉ MIERDA NO ME HABÍAS DICHO?! — La voz profunda del castaño resonó por todo el lugar haciendo que las pocas personas en la cafetería giraran a verlo, pero esto al omega parecía no importarle. — ¿Donde vive? — Cuestionó mirando de forma agresiva al Alfa, cosa que a este último parecía ya no sorprenderle, soltando un suspiro. 

— Vamos. — Se puso de pie y sacó algunos billetes de su bolsillo dejándolos sobre la mesa. Taehyung no dijo nada, se limito a soltar un bufido y caminar tras el pelinegro, escuchando un ''Vuelve pronto, Yoongi'' a sus espaldas en la voz de la pelinegra, a lo que este solo contestó alzando la mano sin girarse a verla. 

— Yo puedo ir solo, dime la dirección. — Los rayos de sol pegaban fuerte sobre sus cabezas, ya era medio día y ninguno de los dos estaba preparado para lidiar la resaca de esa manera. 

Apenas diez minutos después estaban parados frente a una puerta marrón en el mismo edificio del que había salido mas temprano en la mañana. La puerta se abrió y un despeinado y perezoso Hosoek apareció con sus ojos entrecerrados, como si no hubiera visto la luz en todo lo que lleva de la mañana. 

— ¿Esta Jimin aquí? — El castaño entró como si nada pasando por alto completamente al mayor y buscando al rubio, yendo directamente a la habitación. 

— Claro, sigue, es tú casa. — Soltó Hoseok elevando la voz y girándose a su amigo que parecía poco interesado en la situación. Este entró sin decir mucho y se tiró en el sofá cerrando sus ojos. —¿Qué le pasa a ese? —Miraba en dirección a la habitación mientras caminaba a la cocina sacando una botella de agua que luego llevó hasta su amigo que perezosamente se sentó, dejando ver a esplendor su rostro. — ¡mierda! ¿qué te pasó a ti? 

— Fue una noche muy extraña, tampoco sé que pasó. — Se encogió de hombros dando un gran trago a la botella y entonces del pasillo aparecieron los dos menores, uno adormilado y el otro visiblemente enojado. 

Taehyung caminó directo a la habitación, que dedujo estaría en el mismo lugar que en el piso de Yoongi, y encontró a su amigo dormido con un puchero dibujado en sus labios y respirando pesadamente, el aroma de Alfa estaba impregnado en cada rincón y el del rubio era muy tenue, el  castaño frunció el ceño y se acercó a la cama moviendo el brazo del pequeño que solo soltó un quejidito y se removió entre las sabanas. 

— Vamos, Jimin, tenemos que irnos. — Su voz salió en un pequeño susurro mientras movía de nuevo al chico que con pereza abrió apenas los ojos de mala gana y se sentó en la cama. El más grande pudo notar que llevaba aun puesta la ropa de ayer y al fin pudo respirar con tranquilidad. No había pasado nada. — Es medio día y tus padres nos van a matar. 

El rubio asintió y de manera lenta se puso de pie sin decir nada, sabía que Taehyung estaba enojado y no quería tener ese discusión en ese momento, su cabeza dolía incluso con solo pestañear. 

— ¿Tú también? ¿Qué mierda les pasó anoche? — Soltó Hoseok al ver el moreteado rostro de Taehyung y mirando entonces a su amigo de forma incrédula. — ¿De verdad te peleaste con un pobre omega? Eres increíble. — Al oír esto los ojos del rubio se abrieron de par en par girándose a ver a su amigo y sujetando su rostro entre sus manos. El menor tenía un corte en el labio, moretones en la mejilla y el ojo. 

— ¡¿Qué mierda te paso?! — Los ojitos del más bajo se llenaron de lagrimas y miraba con cuidado cada herida tratando de encontrar respuestas, el castaño en cambió solo trataba de evitar su mirada. 

— Jungkook pasó. — Contestó sin mayor gana soltándose del agarré de Jimin y suspirando, llevando sus manos a sus bolsillos. 

— ¿De verdad pensaste que fui yo? — La voz áspera del pálido resonó y le dio un golpe en la cabeza a Hoseok. 

— Nosotros nos vamos. — Sujetó del brazo al más pequeño de todos y caminó a la puerta sin decir nada más, pero se detuvo segundos antes de atravesar la puerta. — Gracias. —Soltó sin girarse y luego salieron cerrando la puerta. 

— ¿Qué fue eso? — Yoongi casi podía escuchar los engranajes en la cabeza de Hoseok moviéndose tratando de armar todas las piezas. — ¿Quien es Jungkook? — Se giró a ver su pálido amigo, pero este ya estaba dormido, tirado de nuevo en el sofá.  — No tienes remedio. — Se quejó y caminó a la cocina a preparar algo de comer. — Siento que ese par nos traerán problemas. — Soltó desde la cocina, y Yoongi lo escuchó en medio de su adormecimiento, sonriendo. 

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¡Hola! Ya volví, si se preguntan por que no actualice... pues, me quedé dormida... sí, es que la cuarentena me puso perezosa. 

Por cierto ¿cómo están? ¿Qué tan todo en sus cuidades? Espero que se estén cuidando y no entren  en pánico, Coman bien y laven sus manitos.

¿Qué les pareció lo que va de la historia? ¿Se imaginan si Hoseok hubiera tenido razón? No me imagino como sería una pelea a los golpes entre TaeTae y Yoonnie.

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