Amargo.

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Los días pasaron como si el tiempo tuviera una deuda con la vida, corriendo sin mayor novedad, entre las clases, las lluvias y los estudiantes con vasos de café y abrigos enormes. Jimin había estado muy ocupado con Hoseok, según parecía el mayor cumpliría años próximamente y el rubio quería darle una sorpresa. Por eso los últimos dos días apenas si habían hablado y ya que Taehyung entraría pronto en exámenes tampoco le había preocupado mucho, sabía como era su amigo, se cegaba un poco cuando alguien le gustaba, pero no era nocivo. Sin embargo le era imposible no sentir un extraño vacío en la boca del estomago y esa molesta melancolía que lo invadía al entrar la noche. 

Aquella tarde había sido particularmente fría, las lluvias torrenciales habían parado pero el ambiente estaba incluso más helado como si de un presagio se tratara. Taehyung se removió en su asiento mirando por la ventana, el cielo estaba tan gris que parecía un cuadro triste y eso lo hacía sentir un poco deprimido, estaba perdido en el horizonte cuando los murmullos llegaron a sus oídos. Giró su cabeza y vio a todos asomarse por la puerta, algunos con su móvil grabando, amontonados intentando ver algo.

— ¡SE VAN A MATAR! — Gritó una chica que parecía entre consternada y divertida. Otros compañeros más decían cosas que no logró entender. Tae realmente no era de curiosear en los asuntos y escándalos de otros, pero quizá era la tarde aburrida, el sentimiento desolado que días atrás se había apoderado de él, o la forma en que todos actuaban como si se tratara de la aparición de un alíen en medio del pasillo que se sintió impulsado a asomarse junto a los otros.

Una corriente extraña recorrió su columna a medida que caminaba y como traído por la brisa helada, un aroma que conocía muy bien lo golpeó. Tenía que estar imaginando cosas, era imposible que ese aroma tan pesado y amargo viniera de ese problema que ahora todos miraban. Apresuró sus pasos y empujó a quien estuviera a su paso para tener una vista de eso que ahora estaba deteniendo de a pocos su corazón.

La imagen que vio jamás la podría olvidar. En medio del enorme pasillo, con la vista de todos centrada en él, estaba Jungkook, sus manos en puños y una delgada linea de sangre sobre sus labios. Sus ojos que solían ser brillantes se habían oscurecido, inyectados en sangre mientras respiraba con fuerza, y sus colmillos asomaban de forma desafiante mientras gruñía. Sus ojos se deslizaron a la figura que era presa de esa turbia mirada y casi se desmaya, del otro lado del enfrentamiento estaba Min Yoongi, no podía verle la cara por qué estaba de espaldas, pero casi lograba descifrar que estaba furioso, aquel aroma fresco que en algún momento llegó a calmarlo era ahora una mezcla amarga, de café quemado y menta amarga, tan amarga que quemaba su nariz a cada bocanada de aire que tomaba con dificultad.

No entendía nada, no entendía porque ese par estaban en medio del pasillo casi a punto de matarse y tampoco por qué nadie hacía nada. Pero eso último lo pudo entender poco después cuando Yoongi giró su rostro buscando su vista, lo buscó a él entre esa pequeña multitud. Sus profundos ojos negros ahora eran de un gris brillante y sus colmillos asomaban, había sangre de nuevo en su mejilla, como la primera vez, en ese momento sintió que algo dentro suyo intentaba saltar y correr tras ese pelinegro. Fue una mirada de pocos segundos antes de que Kook saltara sobre el pálido y lo siguiente fue muy borroso, habían gritos, golpes, una masa de carne intentando arrebatar cada rastro de dignidad en esos cuerpos. 

Taehyung flaqueo y tuvo que sujetase de quien sea que estuviera a su lado para no caer. Su brazo izquierdo ardía. Los dos chicos estaban tirados en el suelo y el mayor arremetía con golpes repetidos contra el más joven que chillaba tratando de sacárselo de encima. Un flashback del día que conoció a Yoongi llegó a su mente, incluso esa vez no lo vio así de alterado, Intentaba entender que pasaba pero faltaban muchas piezas. Como pudo avanzó intentando acercarse a los dos cuerpos y entre más cerca estaba peor era todo. 

Jungkook estaba casi inconsciente y gimoteaba mientras uno tras otro los puños del mayor impactaban por su rostro, la imagen más horrible que había visto, una linea plateada asomaba entre el cabello de Yoongi ¿era real todo esto? Sus lágrimas carían por sus mejillas y cuando intentó acercarse más fue detenido por una chica que no reconoció en ese momento. 

— ¡¿Estás loco?! — Forcejeaba con él que luchaba por alcanzar a ese par.

— ¡YOONGI, BASTA! — Gritó tan fuerte que sintió que sus cuerdas bucales se desgarraban. — ¡POR FAVOR, BASTA! — Repetía mientras se liberaba de aquel agarre y caía de rodillas intentando sujetar uno de los brazos del pálido que parecía inmerso en un trance. Entonces fue cuando se dio cuenta, el brazo del chico estaba lleno de sangre, de alguna herida que no lograba ver bien y ahora sus manos también estaban cubiertas por el cálido liquido. 

Lo siguiente que pasó no lo recuerda bien, algunos gritos, todo estaba negro y escuchó la voz de Yoongi diciendo algo que no comprendía, todo daba vueltas entre las sombras, no supo más de sí. 

Blanco.

La luz era fuerte y le incomodaba en los ojos haciendo que los abriera con dificultad y levantara su mano para cubrirlos de la encandilante luz.

— ¡Tae! — Jimin habló llamando la atención del castaño que giró su rostro viendo a su amigo que lo miraba aliviado. — ¿Te sientes bien? — Preguntó sujetando su mano y el castaño se incorporó un poco para mirar a su alrededor.

— ¿Qué pasó?¿ Donde estoy? — Estaba mareado y consternado y sentía un fuerte dolor de cabeza.

— En el hospital, Tae te desmayaste. — Habló el mayor frunciendo el ceño.

Taehyung miró a su alrededor y los recuerdos le cayeron como un baldado de agua fría. Se sentó de golpe abriendo sus ojos de par en par y sintió de nuevo la presión en su pecho. — ¿Donde esta Yoongi? ¿Y Jungkook? — Alzó la voz mirando con desespero a Jimin que sujetó de nuevo sus manos tratando de calmarlo.

— También están acá, están muy malheridos. — Habló despacio para no alterar al menor más. — Pero ambos están bien, se van a recuperar. 

— Jimin ¿Qué mierda pasó? — Su voz salió débil y Jimin pensó sus palabras.

— No estoy muy seguro, pero creo que Kookie atacó a Yoongi, no se sabe por qué, pero la gente que vio todo dice que Kookie lo atacó primero, que parecía muy alterado y fuera de sí, Yoongi al inició solo se defendió y trato de sacarlo de encima, pero en algún momento Kookie lo mordió. Tae, Kook lo mordió con sus colmillos tan fuerte que lo siguiente que se supo fue que Yoongi se volvió loco. 

Taehyung sintió su garganta secarse, y viendo la cara de su amigo supo que el tampoco sabía muy bien que había pasado, eran demasiadas preguntas sin respuestas. Y las imagenes de todo aun lo mareaban, los ojos grises de Yoongi, el dolor que el sintió en su brazo, la sangre en sus manos. Todo eso era un montón de manchas extrañas y dudas sin solución.



¡HOLA! No me morí, andaba de parranda. 

No es verdad, sinceramente es que la inspiración en mi muere, nada de lo que escribo me esta gustando. Pero esta pelea tan importante... tenía que publicarla ¿qué les pareció? ¿qué creen que haya significado todo esto? Se vienen días grises. Gracias por leerme, sus comentarios me motivan demasiado y ver que cada día alguien nuevo me lee me recuerda que debo seguir y confiar un poquito más en mi misma. 

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Un abrazo, tomen agua y cuídense.  

CURIOSIDAD // Yoontae (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora