Quiebre.

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El castaño le entregó el café humeante mientras se sentaba a su lado. Había quedado muy preocupado cuando el rubio lo llamó con la voz rota y respirando con dificultad, no dudó un segundo en acudir a él, la imagen que vio lo dejó sorprendido. La bonita expresión que siempre solía llevar el más bajo había desaparecido y en su lugar estaba instalada una mueca de tristeza, sus ojos eran un hondo vació que podía deprimir a cualquiera y es que aunque no se conocían de hace tanto tiempo había llegado a sentir una gran conexión con el chico, tanto como para que su aroma ahora tan amargo, lo perturbara hasta el tuétano. Se quedó en silenció esperando que este sintiera más calma, comodidad para decir algo o si quiera permitirle abrazarlo y reconfortarlo como quería hacerlo.

— Lamento haberte molestado, se que preferirías estar con tú amigo, te necesita ahora. — Su voz sonaba fría, distante, como si fuera un completo extraño. 

— Yoongi es un hombre adulto, puede cuidarse, a demás... eres tú quien me preocupa. — Hoseok hablaba calmado, con cuidado de no alterar en ningún sentido al menor y menos hacerlo sentir solo, porque su lobo lo podía sentir, lo que atormentaba al chico era un inmenso sentimiento de abandono y soledad. 

— Tú y Yoongi son amigos hace mucho ¿no? — Preguntó de la nada y el castaño solo asintió apretando sus labios. — ¿Alguna vez han peleado?

— No realmente, ambos tenemos temperamentos muy distintos y aunque parecería que eso nos hace chocar, más bien nos permite entender que vemos la vida de distintas maneras, quizá no es la mejor amistad, es decir, no somos tan unidos como Tae y tú, pero nos conocemos bien y sabemos nuestros limites, ambos cuidamos en no pasar la raya que elegimos poner... pero ¿a que viene la pregunta? — Jimin seguía mirando al frente, había evitado la mirada del alfa desde que este lo llevó a su departamento y no había querido decir mucho. 

— ¿Alguna vez Yoongi te ha traicionado? — Tomó un sorbo de aquel café y bajó la cabeza, el mayor empezaba a comprender de que iba la cosa. 

— No que yo sepa, supongo que algunas veces hace cosas que no me gustan, pero no es nada que no pueda manejar, conozco su humor ¿Tae te traicionó? Porque siento que es la razón de que estés así. — Mantenía sus ojos fijos en el omega, cuestionándose que debía decir o hacer, o si quizá no era momento de abordar el tema.

— No lo entiendo... ¿Hay algo malo en mí? ¿Soy tan poco que no valgo ni siquiera la verdad? — Sus ojos se llenaron de lagrimas y no pudo seguir hablando por el inmenso nudo que se formaba en su garganta. Hoseok tomó la taza entre las manos de este y la colocó sobre la mesa antes de atraerlo a su cuerpo y empezar a liberar su aroma con cuidado, no quería conmosionar al más pequeño. El olor a roble y anís invadió el lugar y poco a poco el cuerpo de Jimin dejó de temblar mientras se acomodaba contra el pecho del más grande como intentando buscar refugió. 

— Jimin, realmente no se que pasa, pero eres la persona más maravillosa del mundo, no voy a permitir que por un segundo pienses que no vales o que algo no está bien contigo, por favor, dime que pasa. — Su voz era firme, Hoseok era alguien con poca paciencia y el sentir que ese pequeño, que su pequeño se sentía tan minúsculo le llenaba de cólera. 

Pasaron algunos minutos, tal vez una hora, antes de que el menor se calmara y sintiera la suficiente fuerza para hablar, la voz de este salía con debilidad mientras contaba aquella historia de tres adolescentes enredados en pasiones que ninguno comprendía, era la primera vez que se atrevía a decirlo a alguien más, estaba convencido que se iba a llevar ese secreto hasta la tumba, pero su corazón ya no podía con esa carga. 

Lentamente confesó como sin darse cuenta se había enamorado de Jungkook desde que sus juegos tontos empezaron, que amaba a ambos y que jamás imagino ser tan feliz como cuando empezaron esa extraña relación, que durante todo ese tiempo jamás imagino que podría salir algo mal, que el sería la cuerda sobrante en esa telaraña que crecía sin parar. 

— Jungkook y yo empezamos a salir a escondidas, Tae sabía que habíamos empezado a vernos sin él, no parecía molestarle del todo, me confesó que realmente no estaba interesado en Jungkook, incluso aunque todos sabíamos que sus familias ya habían decidido que estarían juntos. En ese momento no le presté importancia, cambió mucho con él, parecía empezar a odiarlo pero imaginé que era porque sentía que yo lo estaba dejando de lado, así que me esforcé por estar más cerca de él y hacerlo sentir que nunca lo dejaría... Pero ahora lo entiendo, me mintió, si le molestó que estuviéramos juntos, él sabía que Jungkook nunca me quiso, él sabía que era una mierda eso de terminarme porque su familia no lo aceptaría, que no ''podíamos'' estar juntos... ¿Cómo pudo hacerme eso? Jungkook esta imprimado de él, le ama, nunca me amó a mí y Taehyung lo supo todo el tiempo y permitió que yo llorara y sufriera pensando que la razón de romper mi corazón había sido su familia... pero no, la razón era que Jungkook estaba enamorado de él ¡mi maldito mejor amigo! — Su voz se llenó de odio y su aroma se hizo tan amargo que a Hoseok sentía ira, se podía ver en como sus ojos se enrojecían pero lucho con todas sus fuerzas para mantener la calma. Le dolía verlo así, tan indefenso y dolido, no lograba entender muy bien todo lo que le contaba el menor, de aquel triangulo amoroso, solo tomaba algunas partes y las procesaba a su acomodo. 

— Son unos hijos de puta. — Contestó con la voz más clamada que pudo sacar y Jimin lo miró con los ojos aun llenos de lagrimas. 

— Creo que ellos estaban juntos. — Finalizó y para ambos quedó claro que Taehyung había traicionado al rubio, un odio increíble creció dentro de alfa que parecía segado por su instinto de proteger al más pequeño, a su omega. — No encuentro otra explicación, tenían que estar juntos o ¿cómo mierda se imprimó o enamoró o lo que sea? — Jimin se levantó abruptamente y empezó a caminar de un lado a otro en la pequeña sala. — Fui un idiota, por supuesto que estaban juntos y no solo por obligación como me hicieron creer, soy un completo estúpido, soy un maldito idiota ¿me estaban usando? — Miró con desespero al mayor como intentando buscar respuestas y ambos se convencieron de que así había sido, que la traición había ido más allá de una mentira, que realmente ambos habían jugado con el corazón de Jimin. 

— Voy a matarlos, te juro que voy a romperles la maldita cara. — Se paró también y detuvo el ansioso andar del menor volviéndolo a cubrir con sus brazos mientras acariciaba su espalda, y le permitía llorar con completa confianza, Hoseok era un maldito inconsciente cuando se enojaba y a Jimin parecía haberlo cegado la tristeza, una mezcla que no tendría buenos resultados. 





HOLA. Ya volví, ahhhhhhhhh es que estuve sin forma de escribir un tiempo, no tenía celular, no tenía ni ganas de hacer nada, les juro que fue horrible. 
Agradezco mucho a las personas que me dejan bonitos comentarios y apoyo, pese a que parece que descuido mi historia. 

También me he dado cuenta que hay muchas cosas confusas, partes que algunos no entienden y se me ocurrió que dejen acá abajo algunas preguntas y yo les responderé algunas para así tener todo más claro y que todos estemos en la misma pagina. Realmente amo cuando me dejan cositas, me ayudan mucho.

Les cuento que mi mamá leyó la historia y me felicitó mucho, ella es escritora, poeta para ser más exactos, así que su opinión desde una perspectiva más profesional me motivó un montón, así que vuelvo más recargada que nunca para escribir y avanzar en la trama ¿qué les pareció este capitulo? Es un poco menos enredado, creo, pero es importante porque advierte de lo que será una posible problemática en la historia, estoy muy emocionada de empezar a oscurecer la misma y ojalá a ustedes también les guste. 

Por último, les dejo mi twitter por si quieren pasar, normalmente hago muchas cositas ahí, cambié mi user, ahora es @vantecosmico 

eso es todo. besos. 

CURIOSIDAD // Yoontae (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora