CURIOSIDAD // Yoontae (omegaverse)

Uno.

7:26 am.

— Taehyung, levántate, mi padre quiere verte.

La voz del hermano mayor de Taehyung inundó la habitación, el menor estaba acostado sobre su cama rodeado de mullidas almohadas, no estaba dormido, su cuerpo estaba acostumbrado a que su rutina empezará de madrugada, cuando sus pensamientos lo invadían y las pesadillas le robaban el sueño dejándolo en un velo que usaba para pintar o escuchar alguna melodia melancólica, solía decirse que si iba a sufrir de insomnio, sería uno poético.

— Quiere verte ahora.

El mayor remarcó esa última palabra haciendo que un corrientazo le recorriera la espalda al más joven, que suspiró sentándose de inmediato y asintiendo mientras movía su mano en señal de que ya iría, que se largara. El rubio asintió cerrando tras de sí y dejando la habitación en completo silencio de nuevo.

Namjoon, el mayor de los hermanos Kim era un hombre imponente y grande, elegante y serio, sobre todo serio, bastante diferente a Taehyung. De niños solían ser muy cercanos, jugaban a que eran soldados protegiendo un castillo o que el mundo estaba por acabarse y ellos debían salvarlo, cuidar de todos y se convertirían en los reyes y amos del lugar. Namjoon era muy sobreprotrctor con su hermano pequeño, siempre lo tenía en cuenta, le enseñó que debía tener su propia voz, que nadie debía meterse con él y que siempre debía tener la cabeza en alto. Cuando él pequeño caía y se lastimaba, Namjoon curaba sus heridas y le repetía que un Alfa no debía llorar por heridas físicas, que sus lágrimas las debía guardar para dolores importantes, pues los alfas tenían una dosis limitada de lágrimas y no se podían desperdiciar así no más. Era un buen hermano, un buen amigo, un gran compañero de juegos, pero eso cambió cuando a sus trece años Taehyung se presentó como un Omega, el primer omega de su familia. Namjoon ya no jugaba con él, se dedica a a cuidarlo desde lejos y vigilar que nadie se acercara de manera peligrosa, desde ese día tuvo que asumir que él solo tomaría la responsabilidad sobre su familia y sobre llevar el linaje, ya no hablaban y ya no habían consejos sobre "como ser un buen Alfa" a decir verdad, ya no había consejos de ningún tipo. El silencio se hizo cada vez más abrumador y él parecía de un mundo distinto. De adolescente solía preguntarse ¿Por qué la madre luna había sido tan cruel con él? No había explicación, así era como tenía que ser.

— ¿Me necesitabas? — Un despeinado Taehyung hizo aparición por la puerta del estudio de la casa, su padre Kim HanSoo se encontraba sentado tras el mismo con una taza de café en una mano y en la otra un libro en inglés que él menor no conocía, como casi todo lo que su padre leía, pensaba o sentía, todo un misterio.

— Sí, hoy es tu cumpleaños número 25 ¿Verdad? — El Alfa habló sin levantar la vista y dio un sorbo a su café para luego dejarlo en el platito sobre la mesa y al fin alzó la mirada al castaño, que ya se encontraba a mitad del lugar con los brazos cruzados.

— Así es, padre. — La voz del menor era gruesa, potente y no se tenía que esforzar demasiado para ser escuchado, pues esta siempre llamaba la atención, haciendo que la gente guardará silencio y le prestará atención.

— ¿Que has pensado sobre la conversación que tuvimos hace un par de noches? — El mayor era cuidadoso con sus palabras, siempre bien puesto en su lugar y manejando un semblante sereno e implacable, casi podría confundirse con un robot, no daba miedo por ser fuerte de carácter, agresivo, por gritar o golpear. Daba miedo por que su tranquilidad era inalterable, tan calculador que no pestañeaba sin antes hacer un estudio completo de cada posibilidad. Si un día tuviera que matar no sería en un arranque de ira, no, sería de ese tipo de persona que planea cada detalle, con frialdad, que daría cada puñalada bien pensada y a plena consciencia y, lo peor, sin sentir ningún tipo de culpa.

El castaño giro los ojos y soltó un suspiró cansado, negando. — Mi respuesta sigue siendo no. —  Contestó tajante y altivo sin bajar la mirada a su padre, no le tenía miedo, o al menos eso aparentaba, quizá sólo por eso su padre llegaba a ceder algunas veces, pero no estaba seguro si esta sería una de esas contadas ocasiones.

— Taehyung, tienes que buscar un Alfa, una pareja adecuada que quizá te dé la oportunidad de lim... — Conocía aquél discurso, ese donde entre líneas lo culpaba de la "desgracia" de ser un omega y que debía apurarse a limpiar su error, casarse, porque era débil y no podría solo, y tener pronto un hijo alfa que desmanchara el apellido de los Kim. La misma historia de siempre, una  completa estupidez, en pleno siglo XXI era patético que aún existieran familias que pensaran que el "linaje" y la "sangre pura" eran lo que definían la vida de alguien, que los Alfas eran los líderes y los únicos con capacidades y los Omegas solo eran maquinas de hacer bebés, sumisos y dependientes. Pero el mundo había cambiado, los roles habían sido suplantados por capacidades y talentos, el trabajo duro era el que definía tu lugar, tu carácter, ser alfa y omaga o incluso beta era solo una cualidad más, no lo que definía absolutamente todo. Pero el había nacido en una familia anticuada y regida por principios obsoletos y reglas estúpidas. Ya estaba cansado de oír eso y no tenía tiempo para los patéticos caprichos de su padre. Se giro sin dejar que este acabará de hablar y salió del lugar sin decir nada, aún al escuchar los gritos de su padre repitiendo su nombre. Era verdad, el de obediente y sumiso no tenía nada. El había sido criado como un Alfa y en su cabeza aún seguían esas ideas de libertar, poder, supremacía. El no bajaba la cabeza y no estaba dispuesto a someterse a nada ni nadie, el se daría su lugar y llegaría donde quisiera por sus méritos, nada tenían que ver si era o no un omega.

♡

Y ¿qué tal? ¿Debería continuar?

♡