Tú eres, Mía. © | ᶜᵒᵐᵖˡᵉᵗᵃ ✔ |

|1| Pueblo Daegu

Mía había salido del pueblo para realizar un trámite, pero cuando llego a la casa la lluvia la sorprendió justo al llegar. Una vez adentro se aseguró que el hotel estuviera en orden, verificando las ventanas del segundo piso; en tanto su hermana hacia lo mismo en la planta baja. Un vez asegurado todo Mía toma su libro favorito y comenzó a leer como de costumbre.

— Creo que deberíamos contratar Internet. —dice, Haneul. — Así podríamos tener Netflix y no nos aburriríamos. —Mía sonríe al escucharla a su hermana, pero la verdad es que no estaba familiarizada con la tecnología, porque nunca había salido del pueblo, aunque un par de veces salió a la ciudad. No era una ignorante, leía muchísimo y podía entablar un conversación con cualquier persona y de cualquier tema; pero en definitiva era de esas mujeres creada a la antigua. En un momento la puerta del hotel sonó. — Parece que alguien toca la puerta. —menciono, Haneul.

— Posiblemente solo sea el viento. —comento Mía cuando vuelven a tocar la puerta. Las dos van hacia la entrada del hotel y cuando lo hacen, observa a tres hombres, con los cual uno de ellos se sostenía de los hombro del otro, mientras uno parecía molesto.

— ¡Les juro que voy a matarlos! —dice un joven de cabello oscuro. 

***

TAEHYUNG.

No sabía cómo me habían convencido Jungkook y Jimin para ir acampar en un pueblo desconocido. La camioneta termino descompuesta y las carpas no aguantaron con tanta agua que caía por la tormenta, por lo que tuvimos que caminar hasta el pueblo más cercano en busca de un hotel; y sumado a eso no había señal en los móviles y no pudimos llamar para que fueran por nosotros.

— Vamos hombre que esto es divertido. —dice, Jungkook.

— ¡Súper divertido! sobre todo porque no me duele el tobillo. —gruñí molesto. Estábamos caminando bajo la lluvia.

— Exagerado. —menciona riendo, Jimin. — Parece que el bar esta abierto, seguro ahí nos dicen dónde está el hotel. —bufé molesto, ya no respondía nada. Solo a mí se me ocurre hacerles caso a estos par de locos en hacer algo diferente el fin de semana. En otras circunstancias estaría en el Casino Paradise con una copa en la mano y disfrutando de alguna hermosa mujer, pero para mi mala suerte me deje convencer por estos dos mejores amigos que tengo. Soy un hombre de negocios y actualmente mi puesto me la había ganado a pulso; trabajando desde que estaba estudiando en la universidad y apenas hace dos años me nombraron director de la corporación de la empresa de mi padre. Suspiré frustrado, al aire libre, la naturaleza no era lo mío. — Me dijo el cantinero que el único hotel está a cuatro kilómetros de aquí. —resople y maldiciendo internamente.

Caminamos esos kilómetros con mi dolor de tobillo acuesta, después de algunos minutos pudimos ver una gran casa con luces en sus ventanas. Yo sólo esperaba llegar y que la habitación tenga agua caliente para una ducha y comida porque moría de hambre. Llegamos completamente mojados, tocamos la puerta dos veces, hasta que por fin abren y aparece una hermosa mujer castaña, de ojos claros y relucía hermosamente bella. Los tres nos quedamos mudos al verla.

— Buenas noches, ¿Tienes habitación disponible? —preguntó Jungkook, mientras traga saliva.

— Buenas noches, pasen, si hay habitaciones disponibles. —respondió la mujer más bella que había visto. — Haneul por favor trae unas toallas para que se sequen, y ¿Cuántas habitación necesitan? —preguntó al ver que ninguno de nosotros la dejábamos de mirar sin emitir palabras.