|16| Pequeña Young Mi

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Narrador

— ¿¡Qué!? —exclamó sentándose en la cama, Taehyung.

— Creo que... —intento hablar, pero justo una contracción se lo impidió.

— ¿Duele mucho? ¿Qué estoy diciendo? Debe dolerte mucho. En el libro que leí decía que el dolor es muy intenso. —dijo mientras se ponía de pie y le ayudaba a sentarse en la cama. — Voy a cambiarme rápido y nos vamos. ¿Estás bien?

— Si, ya está pasando, ve a vestirte. —pidió.

— Si. —respondió caminando al baño. — ¿Desde que hora sientes el dolor? —preguntó unos minutos después ya vestido con el bolso en el hombro, donde tenía las cosas de ambas para el hospital.

— Desde hace un rato empezaron. Me levanté y me cambié antes de despertarte. —hablo tomando la mano que le ofrecía Taehyung para ponerse de pie.

— Debiste despertarme desde ese momento, voy a hablar con la ginecóloga. —tomó su móvil con la mano libre, mientras salían de la habitación. — Ya están preparados. —dijo después de confirmar que iban en camino.

— Está... dios... —se quejó cuando una nueva contracción apareció y apretó fuerte la mano de él, quién no sabía qué hacer para que no sufriera.

— ¿Qué sucede? —preguntó la madre de Taehyung; cuando salió de su habitación al escuchar la conversación, pero no tardo mucho en darse cuenta la situación que se presentaba. — ¿Ya viene?

— Si, vamos al hospital. —respondió Taehyung envolviendo la cintura de Mía, para que se recargara completamente en él.

— ¡Genial! Tranquila todo va a salir bien, relájate. —le dijo, ella asintió un poco tranquila. — Voy a despertar a tu padre y los alcanzamos en el hospital. —hablo emocionada volviendo a su habitación.

— Ya paso.

— Bien, debemos tomar el tiempo entre cada contracción. —menciono con seguridad mirando su reloj.

— ¿Estas seguro? 

— Sí, estuve leyendo sobre los embarazos y el parto. —le contó tranquilo.

— ¿De verdad? 

— Si, debía estar preparado. —le sonrió. — ¿Le hablaste a Haneul?

— No... Dios...

— Creo que están aumentando, debemos apresurar el paso. 

Para cuando llegaron al hospital, Mía rompió fuente y de ahí fue rápido. Cuando el sol iluminó la ciudad de Busan, la pequeña Young Mi dijo buenos días con su fuerte llanto.

— Eres impresionante. —él le susurró al oído, antes de besar su mejilla, en la sala se llenaba del llanto de Young Mi. — Gracia, es preciosa.

— ¿Está bien? —preguntó mirándolo.

— Esta perfecta; aquí la traen. —menciono y la enfermera se acercaba con la beba en brazos.

— Hola mi amor. —dijo a su bebé acariciando su mejilla. — Ya mi amor ya no llores, aquí esta mamá. —la consoló.

— Hola preciosa. —habló Taehyung fascinado con su bebé.

Cuando las dos estuvieron listas, fueron llevada a la habitación. Unos minutos después los padres de él entraron a conocer a la pequeña que dormía tranquilamente en brazos de Mía.

Tú eres, Mía. ©  | ᶜᵒᵐᵖˡᵉᵗᵃ ✔ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora