|15| Desarmado

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Narrador

Mía había despertado como siempre por la urgencia de ir al baño, pero se encontró con medio cuerpo sobre Taehyung, quién dormía profundamente a su lado. Lo miró; parecía mucho más joven de lo que recordaba. Salió con cuidado de la cama evitando despertarlo, y fue al baño; minutos después alguien llamó a su puerta cuando iba saliendo, lista para empezar el día.

— Mía ¿Estás bien? ¿Por qué tienes la puerta asegurada? —pregunto Haneul del otro lado de la puerta.

— Buenos días. —respondió abriendo la puerta. — Estoy bien. —aclaró saliendo de la habitación.

— Buenos días, pensé que te había pasado algo, ¿Por qué no puedo entrar? —pregunta Haneul tocando su panza. — ¿Le pusiste seguro para que no entre Taehyung? —vio a Mía ponerse colorada. — ¿Por qué te sonrojas?

— Por lo que dices, tengo que ir hacer el desayuno.

— No te creo, ¿A caso las hormonas sucumbieron?

— No, claro que no. —dijo bajando las escaleras.

— Entonces, será que si subo a tu habitación para ver si pasaste la noche sola. —se dio vuelta para volver a subir.

— ¡No! —exclamó, Mía.

— Cuéntamelo todo. —dijo sonriendo.

— Te he dicho que eres muy chismosa. 

— Muchas veces, ni modo, lo saque de mamá. —hablo terminando de bajar las escaleras y la tomo del brazo. — Cuéntame, no seas mala ¿Volvieron?

— No, no hemos vuelto. 

— ¿No me vas a dar detalles?

— No, ningún detalle. 

— Ustedes son bastantes discretos, no escuche nada anoche.

— ¡Por dios Haneul!

— ¿Qué? Es la verdad.

Así comenzaba su día. Todos en el hotel trabajaban en su labores, sus actividades siempre los mantenía ocupados, de un lugar a otro. Mientras tanto Taehyung se removió en la cama respirando profundamente el perfume de Mía en la almohada, llenó sus sentidos y abrió los ojos buscándola, pero estaba solo en la cama.

— ¿Mía? —la llamó y salió de la cama buscándola en el baño, lo cual estaba vacío. Se vistió y levanto todas las almohadas, dejándolas sobre la cama; y fue a su habitación donde se bañó y se vistió para bajar a la cocina. Cuando bajo encontró a su madre junto a Mía, quiénes conversaban un poco, él se sentó junta a ellas, mientras tomaba su café. Un tiempo después subió para hacer unas llamadas de negocio, cuando había empezado a nevar.

— Parece que va a estar nevando todo el día. —comentó Taehyung entrando al estudio, donde ella revisaba unos papeles del hotel.

— Si, por lo menos no corto la luz y aún hay línea. —habló sin mirarlo.

— ¿Va a durar igual que la lluvia? —preguntó acercándose a ella.

— En ocasiones dura más de tres días. —seguía con la vista en los papeles. 

— ¿Vas a mirarme en algún momento? —preguntó ya frente al escritorio, donde Mía estaba sentada.

— ¿Por qué dices eso? —preguntó sin levantar la mirada.

— No me has mirado, necesito hablar de lo que sucedió anoche.

— No es necesario, no volverá a repetirse. —menciono mirándolo. — Mis hormonas están algo locas por el embarazo, pero sé que no significa nada.

Tú eres, Mía. ©  | ᶜᵒᵐᵖˡᵉᵗᵃ ✔ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora