TAEHYUNG.
Me levante muy temprano, eran las cinco de la mañana y por más tarde que estuviera despierto al día anterior, mi reloj interno era infalible y despertaba a la misma hora de siempre. Pensaba en Mía acostado en la cama, rogando a los dioses de la lluvia que continuará la tormenta, por lo menos un día más; necesitaba una noche con ella, pues jamás estuve con una mujer más grande de edad y para ser honesto no sabía como hacer para llevarla a la cama.
MÍA.
Me levante y aún seguía lloviendo, pero debía poner en marcha con mis tareas del hotel ya que teníamos huéspedes y en menos de media hora vendrían los demás empleados.
El señor Choi y la señora Bada es un matrimonio que trabajan para mí; Bada es la cocinera y estaba aquí desde antes que falleciera mi mamá. El señor Choi realiza las tareas de mantenimiento de la casa.
Desayuno junto a la pareja como siempre lo hago y les cuento sobre los tres jóvenes que llegaron ayer por la noche. Terminamos de desayunar y nos levantamos para comenzar el trabajo, mientras Bada hacia el desayuno para los huéspedes. Por mi parte fui hasta el comedor donde comienzo a poner las tazas para el café o té, cubiertos y servilletas. Abro las cortinas del gran ventanal, para que entre un poco de luz y escucho unos pasos detrás de mí.
—¡Buenos días! —saludo entrando al comedor, Taehyung.
— Buenos días, ¿Cómo sigue su pie?
— Mucho mejor. —responde sonriendo.
— Me alegra, ¿Gusta desayunar o va a esperar a sus amigos? —intento controlarme ya que su voz me causa un escalofrío.
— Creo que por el momento tomaré café para esperar a los demás. —hace unos pasos hacía mí. — ¡Me gusta su aroma! Es fresco y limpio. —mis mejillas se ruborizan. — Discúlpame, es que otras mujeres empalagan con sus perfumes. Intento ignorarlo, cambiando de tema.
— Tome asiento, ya le traigo el café.
— Por favor, háblame de tú, me haces sentir viejo, ¿Cuánto años creer que tengo? —hablo mientras se acomoda en la mesa.
— ¿Unos veinte? —trato de adivinar.
— No, tengo veintiocho.
— Muy bien, ya vengo con el café. —me dirijo a la cocina sin decir nada a su comentario, pues para mí es muy joven y no sé porque pensaba en eso. Tomo la cafetera y lo llevó hasta el comedor. Una vez en el lugar lleno su taza.
— Gracias, ¿Aún no hay señal? —dijo teniendo en sus manos un aparato rectangular.
— Con esta lluvia no creo, hasta que pase está tormenta.
— Bueno, por lo menos este es un buen lugar para descansar, aunque ya sabes lo que dicen cuando el día está así. —bebe su café.
— ¿Qué dicen? —pregunté.
— Cuando está lloviendo lo mejor es meterse en la cama y hacer el amor mientras dure la tormenta. —menciona con su voz gruesa y profunda. Yo lo observo sintiendo los vellos del cuerpo que se me erizan.
— Jamás lo había escuchado. —siento mi cuerpo estremecerse, parecía volver el tiempo atrás cundo tenía diecisiete años.
— Podríamos ponerlo en práctica. —sugiere, pero de golpe aparecen sus dos amigos saludando, mientras se acomodan en la mesa para desayunar; de mi parte agradezco su presencia, porque no sabría que decir al respecto. Una vez atendidos los tres me dispongo arreglar las habitaciones de los mismos.
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Tú eres, Mía. © | ᶜᵒᵐᵖˡᵉᵗᵃ ✔ |
Romance❝ ¿Qué sucede cuando el joven empresario Taehyung se obsesiona con una mujer? Simple, todo; sin importar lo que tuviera que dar a cambió por una noche con la mujer más hermosa que jamás haya visto en su vida. Pero, ¿Será suficiente? Para entonces...