|10| Londres

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Aterrizaron en Londres por la noche y habían ido directamente a cenar. Después de la cena llegan al departamento del joven y Mía tenia curiosidad por qué no se quedaba en la casa de sus padres. Taehyung solo le contesta castamente que él ya es un adulto y que para eso tenía su propio departamento.

— Eso lo entiendo, pero creo que tu mamá le gustaría que te quedaras en su casa. —le sugiere.

— ¿Cómo sabes? —pregunta Taehyung entrando detrás de ella.

— Porque si Haneul se fuera a vivir a otra ciudad, me gustaría que llegara conmigo cuando fuera al pueblo, sin importar que tuviera otra casa donde llegar. —responde Mía observando todo el lugar, elegantemente decorado.

— Nunca lo había pensado. —reconoció cerrando la puerta. — ¿Te gusta?

— Es muy lindo y pulcro. —contesta.

— Nunca nadie lo había dicho como pulcro. —dijo sonriendo y abrazándola desde atrás. No pudo evitar besar su hombro.

— Podría alguien práctica una cirugía en este lugar. —dijo sonriendo mientras sentía los labios de Taehyung subir por su cuello.

— ¿Quieres decir que esta frío como un quirófano? —le pregunta sin dejar de besarla.

— Sí, aunque es muy elegante ¿Así te gusta o sólo lo compraste así como estas?

— Las dos cosas. —responde antes de girarla para besarla fogosamente.

— ¿El equipaje? —pregunta sin saber qué más decir, su cuerpo entraba en shock cada vez que él la besaba y la tocaba.

— Ya están aquí adentro. —respondió volviéndola a besar, al tiempo que la guiaba hasta el gran sofá que adornaba el salón. Con cuidado la recostó, para subirse sobre ella.

Las manos de Taehyung acariciaron sus muslos de su piel blanca, subiendo hasta las caderas tocándole por encima de las delicadas bragas de encajes; donde llevo sus dedos hasta el listón que se amarraba a la cintura abriéndolo lentamente, exponiendo su bello cuerpo. Dejo sus labios para observarla un poco más; le parecía tan hermosa que definitivamente iba a extrañarla cuando no estuvieran juntos, pensó. 

Volvió a besarla mientras sus manos apretaban sus suaves pechos. Comienzan los juegos previos que tanto le gustan a Taehyung, besar todo su cuerpo sin dejar nada por recorrer, estimulando a Mía. Segundos después ambos estaban desnudos con un fuego que sólo ellos pueden saben cómo terminan, pero cuando él estaba a punto de hundirse en su cálido interior, recordó el condón y se detuvo dejando sus labios.

— ¿Qué sucede? —pregunta desconcertada, Mía.

—  Casi se me olvida el condón. —respondió sacándose uno de su pantalón.

— ¡Oh!

— ¡Oh! —repitió sonriendo, poniéndoselo. — ¿Pregunta? 

Él conocía la cara de curiosidad de la hermosa castaña y sabía que tenía algunas dudas.

— Nada, es que siempre traes condones, ¿Eso hacen todos los hombres? 

El rostro de Taehyung dibujo una gran sonrisa de ternura, antes de volverse a tumbar sobre ella y besarla nuevamente.

— Eso deberían hacer todos. —respondió al tiempo que se hundía lentamente es su cálido cuerpo. — ¡Me encantas! —jadeo el joven sobre sus labios. 

Taehyung Comienza sus embestidas; nuevamente tenían su mejor encuentro que jamás se lo hallan imaginado. Se deseaban al punto que cada vez que estaban juntos, no era suficiente y de pronto el timbre sonó interrumpiéndolos.

Tú eres, Mía. ©  | ᶜᵒᵐᵖˡᵉᵗᵃ ✔ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora