|4| Tienes dos Opciones

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MÍA.

Había pasado un mes desde la tormenta y todo había vuelto a la normalidad. Desde entonces no hemos tenido huéspedes en todos esos días, pero los desayunos de los domingos iban muy bien, ayudaban a pagar una parte de la hipoteca, más con lo que había pagado el joven Taehyung y compañía.

— No puedes vender esa parte del terreno. —dice el señor Choi mientras caminábamos por las tierras de mi propiedad.

— Lo haré, necesito el dinero para pagar la hipoteca, si no lo hago quedaremos en la calle. Además no sé que más hacer.

— Sí no queda otra opción iré al pueblo para trabajar y así ayudarte con esto.  — propone.

— No, usted y su señora deben quedarse aquí; si es necesario voy al pueblo a buscar trabajo como cocinera y así me quedaré más tranquila si ustedes están aquí junto a mi hermana.

— Está bien, pero debes pensar bien las cosas antes de hacerlo. —aconseja el señor, Choi.

— ¡No te preocupes! —mencione y regreso a la casa. Al llegar veo la camioneta del asesor financiero que esta estacionada enfrente al porche; y me inquieta pensar que la visita es para informarme que el banco me remató mi hotel a causa de la deuda.

— Hyun, que gusto verte, ¿A qué se debe tu visita? —preguntó sonriendo y veo unos papeles en sus manos. Sin dudas, logra ponerme nerviosa.

— Necesito hablar sobre la hipoteca Mía. —respondió.

— Claro, vamos al estudio. — camino por delante, mientras Hyun me sigue, sin embargo, notó que él está sonriendo y me pregunto ¿A qué se debe esa sonrisa? ¿Qué podría tener de bueno hablar de la hipoteca?  Una vez en el estudio nos sentamos para hablar del tema. — Bien, te escucho. —mis piernas comienzan a estar inquietas; me sudan las manos, hasta un dolor de estómago me dio por perder la casa. 

— No tengo mucho para decirte, solo vine a que me firmes los papeles de la liberación de la hipoteca. —me dice, al tiempo que me muestra unos documentos y no logro entender lo que está pasando. — Solo tienes que firmar aquí y todo listo Mía.

— ¿Eso quiere decir que van a subastar mi hotel? —pregunto, porque no entiendo nada de lo que habla, Hyun.

— No, quiere decir que ya pagaste la deuda y que el hotel ya no está hipotecado. —explica.

— Yo no pague ninguna deuda. —menciono, mientras abro la carpeta.

— Claro que sí, los documentos llegaron hoy por eso vine a darte la buena noticia Mía, la deuda esta completamente liquidada.

— No, yo no he pagado Hyun. —repito.

— Pues no entiendo que esta pasando, pero tu deuda esta pagada.

— ¿Quién pudo haber hecho esto? —cuestiono.

— Tendré que averiguarlo; pero yo te recomiendo que firmes los documentos, porque si es un error del banco, ellos no podrán cobrarte más nada.

— ¿Estás seguro?

— Confía en mí, si el banco emitió estos documentos por error solo ellos pierden, así que Mía firma ya. —me extendió los papeles y el bolígrafo.

— Está bien, si tú crees que es lo recomendable lo haré, confío en ti. —firmo los papeles.

— Ya verás que sí. —dijo guardando los documentos en su maletín y para mí un comprobante de la liberación. — Ahora voy a investigar que pudo haber pasado y cuando termine mi horario de trabajo volveré para contarte.

Tú eres, Mía. ©  | ᶜᵒᵐᵖˡᵉᵗᵃ ✔ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora