|20| Sí quiero

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Narrador

— ¡Oh, gracias a dios! —exclamó con alivio Taehyung, antes de volverse adueñar de sus labios. —Te amo Mía, te amo. —susurró sobre sus labios.

— También te amo. —correspondió. Luego sintió las manos del joven empresario recorre su cuerpo.

— Ahora, voy hacerte el amor. —le susurro sobre su oído, antes de morder su lóbulo, haciendo que se estremeciera.

— Llévame a tu cama. —sugirió y él la tomó de sus labios en forma salvaje, al tiempo que la levantaba en brazos haciendo que se enredara las piernas en sus caderas. Caminó con ella en brazos sin dejar de besar, entró a la habitación y con cuidado la puso sobre la cama, cubriendo con su cuerpo con la de él. Sus labios besaban su cuello haciéndola gemir, en tanto las manos de Mía desabrocharon su camisa hasta dejar expuesto su torso desnudo.

— Eres mía, te amo. —susurró sobre su piel, mientras sus manos recorrían por debajo de su blusa, haciendo que cada pedazo de piel se erizara por el contacto. Le sacó la prenda, para luego quitarle el sujetador. Beso todo su cuerpo, sus pechos, olía a su perfume de siempre, y jamás imagino que pudiera gustarle tanto que una mujer oliera de esa forma. Estaba seguro de que solo le gustaría el de ella, pues era la madre de su hija; la mujer que quería para el resto de su vida. Besó con delicadeza sus pechos antes de bajar por su abdomen, tomándola con calma, mientras su mano se deshacía de la falda y su ropa interior dejándola completamente desnuda. —Eres preciosa. —repitió sobre su vientre.

— Gracias. 

 — Es la verdad. —aseguró. Sus manos la recorrieron completamente y cuando sus labios tomaron su clítoris, sintió que su cuerpo entero vibro. Sus caderas cobraron vida moviéndose contra él. —Te amo. —repitió dejando su entrepierna. Esa palabras lo iba repetir cada día de su vida, se prometió así mismo hacerlo. — ¿Estás bien? —pregunto incorporándose en la cama, para desvestirse, mientras la observa con los ojos cerrados y la respiración agitada.

— ¿Qué haces? —preguntó al sentir que se alejaba de ella.

— Solo me despojo de lo que me estorba. —contesto sonriendo, al terminar de sacarse la ropa, para volver con ella. — Repítelo. —exigió, subiéndose sobre ella.

— Te amo Taehyung, te amo. —declaró, para luego se adueñara de sus labios; primero de forma lenta y después de forma demandante. Las piernas y brazos de Mía se enredaron en el cuerpo de Taehyung, al tiempo que sus manos delineaban su cuerpo. Se movió contra ella, haciendo que su gran erección rozará contra su centro. Las manos de Mía recorrieron su firme abdomen, mientras él bajaba hasta su húmeda entrada.

— Te amo hermosa.

— Te amo. —él se apoderó de sus labios, dándole un beso devastador, para luego separarse de ella; para tomar un condón.

— No es necesario. —tomó su mano, impidiéndole que se pusiera el condón.

— ¿Segura? —preguntó, volviéndose a tumbar sobre ella y fundirse de forma lenta.

— Muy segura. —respondió dejando sus labios y echo la cabeza hacia atrás, gimiendo fuerte al sentir como la llenaba. Inicio las embestidas de forma lenta, entrando y saliendo de ella con cuidado, las manos de Mía se aferraban en sus hombros, mientras él besaba su cuello. Busco sus labios con desespero, Taehyung le correspondió de la misma forma.

—  ¿Me detengo? —preguntó sonriendo con la frente sobre la de ella.

— No, no pares. —contesto con la respiración agitada. — Hemos perdido mucho tiempo.

Tú eres, Mía. ©  | ᶜᵒᵐᵖˡᵉᵗᵃ ✔ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora