|8| San Sebastián

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MÍA.

— SÍ, voy a quedarme contigo. —conteste mirándolo a los ojos. — Necesito recuperar mi propiedad.

— Entiendo. —respondió, Taehyung.

Para mi sorpresa Taehyung no me toco en todo el viaje a Marruecos, había estado trabajando tanto que por lo general llegaba mucho después de haber quedado dormida y se iba muy temprano por la mañana. En las noches sentía cuando él llegaba, porque cuando se metía a la cama me abrazaba, para luego caer rendido en brazos de Morfeo.

Una noche de los cincos días que estuvimos, lo acompaño a una recepción, donde me presento como su novia y al terminar la noche me besó hasta el cansancio; aprovechado por todos los días que no me había tocado, pero, no habíamos pasado de los besos. Seguía portándose como todo un caballero. Cerca del medio día, me llamaba dos veces, sólo para saber cómo me la estaba pasando; mientras seguía enviándole fotos de los lugares que conocía junto a Liz.

— ¿Qué lees? —preguntó Taehyung sentándose a mi lado en el Jet privado, que nos llevaría a San Sebastián, España.

— Estoy leyendo una revista sobre España. —respondí mirándolo, mientras me sonríe. — Me lo recomendó Liz; posiblemente se cansó de hablar.

— No lo creo; Liz debe hablar hasta dormida. —dijo riendo, mientras se abrochaba el cinturón de seguridad.

— Tú también hablas mientras duermes. —comenté, abrochando el cinturón.

— Eso no es verdad. —asegura él.

— SÍ, sobre todo cuando estás cansado. —le contradigo cerrando la revista para verlo.

— Nunca nadie me había dicho que hablaba dormido. —pensó en voz alta.

— Posiblemente porqué nunca has dormido con nadie cuando estás cansado. —dije encogiéndome de hombros.

TAEHYUNG

Era verdad lo que decía Mía. Jamás había dormido con nadie a menos un par de horas y luego volvía a mi departamento. Y menos viajar con alguien, pues nunca había sido necesario. Cuando quería compañía femenina siempre podía conseguirlo fácilmente.

Con las novias oficiales, si se puede decir oficiales; duraban solamente tres meses, tampoco compartía cama y si lo hacía fueron pocas ocasiones. Pero no iba a quedarme con la duda de qué es lo hablo dormido.

— ¿Y qué digo cuando hablo? 

— Hablas de números que no entiendo y en ocasiones sólo balbuceas. —respondió tomando su agua.

— ¿Has intentado preguntarme algo?

— Por el momento no, pero lo haré para ver que me respondes. 

— Hazlo y me dices que digo.

— Claro. —dijo y el resto del viaje tuve que revisar unas cosas de trabajo para tener listo en cuanto llegará a San Sebastián. Cuando aterrizamos ya nos esperaban una camioneta. — ¡Esto es hermoso! —susurra Mía, viendo por la ventana el paisaje, mientras por mi parte atendía una llamada. Sonrió al escucharla.

— Hemos llegado. —menciono cuando la camioneta se detuvo en el muelle. — Vamos hermosa. —le abro la puerta para que baje y le ofrezco mi mano.

MÍA.

Tomo la mano de Taehyung y bajo de la camioneta mientras observó todo el lugar. Estaba lleno de yates y la verdad no entendí que hacíamos ahí. Pensé en un momento que iríamos directo a un hotel a descansar como lo veníamos haciendo; pero después de meditarlo me dije que él tenía algún asunto que tratar antes de ir a descansar. Por otra parte, estaba encantada del lugar, porque es la primera vez que veo el mar.

Tú eres, Mía. ©  | ᶜᵒᵐᵖˡᵉᵗᵃ ✔ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora