Las paredes siempre tienen ojos y oídos donde sea, por eso uno debía ser precavido con quien y de que hablaba. Nadie estaba seguro, mucho menos Anna y Kristoff ahora. Ninguno de ellos imagino, pensó o se le ocurrió ser cuidadosos en lo que decía, porque habían olvidado la advertencia de Oaken. Debian tener cuidado con lo que hablaban, uno nunca sabia quién podía estar escuchando al otro lado. Y eso ocurrió: el almirante Hans Westergaard había escuchado todo lo que hablaban: sirenas, reinos, tesoros. Hans sonrió de solo recordar a esa chica albina que había visto hace poco tiempo, encaprichándose con ella hasta el punto de buscar por toda la isla, seguir a Anna, pero perdió su rastro por horas.
Y estaba tan feliz de haber cruzado por aquel pasillo porque esos dos idiotas le dieron las respuestas que necesitaba para saber más. Si seguía a la pelirroja, podría quitarle ese collar del que tanto hablaba con Kristoff, podría encontrar el rastro de aquel reino submarino y destruirlo, tomar todo y llevarse a sus habitantes para venderlos o usarlos como entretenimiento, ganaría demasiadas riquezas.
Hans avanzó por el resto del pasillo, pensativo de que podría hacer para conseguir todo lo que Anna tenía. Debía planear bien cada uno de sus movimientos, como conseguir el dichoso collar, como hacerlo funcionar, como llegar a ese reino de sirenas, como atraparlas. Demasiadas cosas en que pensar, pero hablaría con su tripulación, John era su según al mando y su mano derecha, él podría darle buenas ideas.
Un plan simple y corto, pero que no se arruinara con facilidad y todo iba a ser posible con ayuda de Anna. Había decidido salir del lugar y buscar a su tripulación, riendo y cantando en su barco con unas mujeres dándoles un pequeño espectáculo que solo aumentaba la temperatura para muchos. Hans carraspeó un poco, cortando la música y obligando a las mujeres a salir tras entregarles unas cuantas monedas de oro. Escuchó los abucheos y quejas de su tripulación que cesaron en cuanto su capitán clavo la espada en un barril.
– Escúchenme, he oído sobre un reino bajo el agua.– comenzó, paseándose por toda la cubierta de la nave.– Repleto de hermosas criaturas que nos harán ricos si logramos atraparlas.
– ¿Y cómo lo haremos? ¿Acaso sabes donde esta ese lugar? – preguntó uno.
Hans sonrió, con arrogancia y diversión. Sus manos se fueron detrás de su espalda mientras avanzaba hasta donde aquel marinero se encontraba, podía oler aquel horrendo aroma a alcohol que desprendía de su boca y cuerpo, por lo que el pelirrojo hizo una pequeña mueca.
– No aún, debemos encontrar el mapa.– contesto dándole la espalda.– Pero tranquilos muchachos, no debemos dejar la isla. El mapa está aquí mismo, una chica lo tiene y será nuestro en cuanto baje la guardia. ¿Quién está conmigo?
Hans no tardó en escuchar los gritos de afirmación y euforia de su tripulación, ampliando aquella sonrisa que llevaba en su rostro. Vio como John palmeaba su espalda mientras levantaba su puño y gritaba junto al resto.
– ¿Y cuál es el plan, capitán?
Los marineros observaban como Hans volvía a sacar su espada del barril y sonreír al ver su reflejo en la hoja de la misma.
– Es muy sencillo, dos de ustedes estarán al pendiente de lo que haga Anna y otros dos a su amigos, mientras que los demás me seguirán a su habitación para conseguir el mapa, ¿Okay?
≫ ──────── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ──────── ≪
– ¿Y me dirás por qué tanta prisa? ¿Anna? ¡Anna!
La joven pirata sonrió, mientras corría hasta la orilla y se quitaba las botas. Su sonrisa se ensanchó al ver aquella albina cabellera salir del agua. Ahí estaba ella, la sirena que causaba miles de sensaciones en ella. Casi sin pensarlo mucho, se quitó el resto de las cosas, quedándose solo con la camisa y corrió mar adentro, siendo sujetada por la sirena que estaba tan sorprendida como el chico rubio en tierra.
ESTÁS LEYENDO
Hᴀᴠғʀᴜᴇ | Elsanna
Fanfiction❝𝑀𝑦 𝑓𝑎𝑡𝘩𝑒𝑟 𝑜𝑛𝑐𝑒 𝑡𝑜𝑙𝑑 𝑚𝑒 𝑡𝘩𝑎𝑡 𝑖𝑓 𝐼 𝘩𝑒𝑎𝑟𝑑 𝑎 𝑚𝑒𝑟𝑚𝑎𝑖𝑑 𝑠𝑖𝑛𝑔𝑖𝑛𝑔, 𝐼 𝑚𝑢𝑠𝑡 𝑐𝑜𝑣𝑒𝑟 𝑚𝑦 𝑒𝑎𝑟𝑠 𝑎𝑛𝑑 𝑟𝑢𝑛 𝑎𝑤𝑎𝑦.❞ Donde Anna descubre que lo que sabía sobre las sirenas era erróneo... ...