Había solo un problema cuando todos estuvieron en la playa, con ropa seca y tratando de ayudar a Ryder y Rapunzel a mantenerse de pie: no tenían un barco para ir tras Hans, tampoco tenían una gran tripulación y nadie tenía el conocimiento necesario para manejar un navío, menos como actuar cual capitán. Ni Anna, ni Kristoff ni Moana y mucho menos el trío de criaturas. Anna daba vueltas, siendo observada por Elsa debido a que Moana y Kristoff ayudaban a Ryder y Rapunzel a caminar. La pelirroja tenía una mano sobre su mentón, pensando como hacer para encontrar a Hans y advertirles a los habitantes de Freylea. Podrían haber enviado a las dos sirenas y al tritón, pero corrían el riesgo de ser atrapados también y eso los dejaría en gran desventaja.
– ¿Siempre ha balbuceado mientras camina? – pregunto Elsa, a voz baja y dirigiéndose al chico rubio.
– Pues cuando esta pensando lo hace, me impresiona que no se este quejando de la falta de conocimiento que tenemos o que necesitamos a más...
– ¡Kristoff! – gritó Anna, señalándolo.– Ve a la taberna de Oaken y busca personas que estén dispuesta a ayudarnos, luego pensaré cual será su recompensa, pero necesitamos más personas.
– ¿Y el barco? – preguntó Moana.– No tenemos un barco.
– También me encargaré de eso.– afirmó el pirata, guiñándole un ojo a todos. Soltó a Ryder, para poder acomodar la cofía en su cabeza y correr hacia el centro de Arendelle.
Anna permaneció en silencio, observando como Ryder se sujetaba de Elsa. Debía de rogarle a Odín que Kristoff volviera con un barco y más hombres que estuvieran de acuerdo. También comenzó a pensar en cual seria la recompensa de estos si llegaban a triunfar en aquella misión que tenían pues ni ella ni Moana ni Kristoff poseían riqueza alguna, pero ¿Y los otros tres? Sus ojos se fueron directo a la sirena platinada, quien había alzado la vista para sonreírle, dejando a Ryder apoyado en una roca para poder acercarse a ella.
– ¿Qué sucede? – preguntó la heredera, tomando la mano de Anna para tener toda su atención.– Anna, ¿En qué piensas?
La pirata de cabello pelirrojo paso su lengua por sus labios, pensando y tratando de encontrar palabras adecuadas que pudieran darle a entender su punto a Elsa. Temía que pudiera tomarlo de una mala manera y que todo su plan se iría por la borda del barco imaginario que ella misma se había inventado hace pocos segundos.
– Debemos darles algo a cambio, aquí nadie trabaja de buena gana, siempre quieren algo a cambio, dinero o joyas, incluso quedarse con parte del botín que se consiga. Y cuando lo pienso, me doy cuenta de que no tengo nada para ofrecer.– confesó Anna.
Rapunzel se acercó, aun tambaleándose por no estar acostumbrada al hecho de tener dos piernas, y se sujetó del brazo de la pirata. Una pequeña curva en sus labios apareció, indicando la presencia y respuesta a la preocupación que en esos momento tenía Anna
– ¿Y qué hay de tus tesoros, Els? – sugirió la segunda hija.– Podrían servir, ¿No? Son cosas de humanos.
– El cementerio de barcos también servirá, aun hay cosas por encontrar.– exclamó alegre la albina.– De seguro debe haber joyas que sean del interés de esos hombres, ¿No? En mi guarida debo tener algunas joyas y monedas de oro.
Anna levantó una ceja, volteando a ver a Moana que no dejaba de asentir ante las palabras de ambas hermanas. Ryder parecía estar de acuerdo con aquella idea porque le sonrió. La cobriza se llevó una mano detrás de la nuca, rascándola mientras trataba de buscar todo lo positivo de aquella idea, porque nada estaba a su alcance por el momento. Sabiendo que necesitaría darles una pequeña parte antes de todo para ganarse su confianza. Miró a Rapunzel y viró su vista hacia Elsa, tratando de encontrar la forma de ver la opción como la mejor, lo cual era.
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Hᴀᴠғʀᴜᴇ | Elsanna
Fanfiction❝𝑀𝑦 𝑓𝑎𝑡𝘩𝑒𝑟 𝑜𝑛𝑐𝑒 𝑡𝑜𝑙𝑑 𝑚𝑒 𝑡𝘩𝑎𝑡 𝑖𝑓 𝐼 𝘩𝑒𝑎𝑟𝑑 𝑎 𝑚𝑒𝑟𝑚𝑎𝑖𝑑 𝑠𝑖𝑛𝑔𝑖𝑛𝑔, 𝐼 𝑚𝑢𝑠𝑡 𝑐𝑜𝑣𝑒𝑟 𝑚𝑦 𝑒𝑎𝑟𝑠 𝑎𝑛𝑑 𝑟𝑢𝑛 𝑎𝑤𝑎𝑦.❞ Donde Anna descubre que lo que sabía sobre las sirenas era erróneo... ...