14.Kiss me.

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-Ahora se que sentimos lo mismo y me alegra. No me iré de tu lado, nunca. -Dice curvando sus labios  en una gran sonrisa.

-No me he enamorado hasta ahora, por lo tanto mi idea de como funciona esto, es nula. -Le devolví la sonrisa. 

-Tampoco yo, aunque pienso que de complicado no tiene nada. ¿Puedo saber el motivo de tu enojo hasta hace unos minutos? 

-Es algo mío, digo, tal vez sea algo pequeño para tí. Me molestó verte unido al equipo de porristas como los demás. Tú eres distinto, debes separarte de ellas, no estás creado para rubias idiotas y descerebradas. ¿Comprendes? 

-¿Para que se supone que fui creado entonces, señorita?

-Eso solo tú lo sabes, averígualo. No es tan difícil escuchar a tu corazón. En algún momento deben coincidir tu razón y tus sentimientos. 

-Comprendo tu punto de vista, si. 

-Puedes tener lo que quieras, siempre y cuando lo desees con toda tu alma.

En mi interior quiero que él piense en mi cuando emito esta frase. Por favor, piensa en mi. 

-Creo que se lo que quiero y a quién. 

-Dime...-Mi rostro reflejaba la confusión de mis pensamientos. ¿A caso no hablaba de mi? 

-Bueno, es una chica sensible y tímida, hermosa desde cualquier punto de vista, tiene mi edad y está en mi clase. 

-Lo sabía. Es esa rubia oxigenada, ella te atrae como a todos. Pero dejame decirte, su cabello no es natural y de tímida no tiene nada. -Me sentía enojada y decepcionada.- Además es extrovertida y sale con muchos chicos a la vez, te hará daño, te romperá el corazón y... 

Él acunó mi rostro entre sus cálidas manos, me miró fijamente a los ojos y unió mis labios con los suyos, en uno de esos besos soñados. Claramente, no había encontrado una mejor manera de hacerme callar. 

Esto es el sueño de cualquier adolescente, es tocar el cielo con las manos, aunque parezca imposible. Es volar alto sin querer descender jamás. 

-Y no la amo a ella, eres tú esa chica. -Dijo en un susurro, aún con sus labios cercanos a los míos y su respiración agitada. Esta nervioso y se ve feliz, como si ese momento lo esperara hace mucho tiempo. 

-¿Porqué buscar a alguien que aparenta perfección cuando tengo a la persona que quiero aquí, tan cerca? -Añade acariciando mi mejilla. 

-Haces que me ponga celosa por nada.-Contesté observandolo. 

-También hago que te enojes conmigo, pero son cosas que me gustan de tí, Bren. Son pequeñas cosas que no cambiaría. 

Me sonrojé ante su confesión y reí bajando la mirada. 

-No te escondas. Deja de privarme. ¿Porqué lo haces? 

-¿Privarte de que? 

-De admirar tu piel, el extraño color de tus ojos, los pocitos que se te forman cuando ríes...Podría hacer una lista de todo lo que amo de tí. 

-Pues vamos, ya quiero leerla, muero por ver cada punto de esa lista. -Digo sonriendo. 

-Solo si tú también realizas una acerca de mi. ¿De acuerdo? 

-Claro. Déjame decirte que escribiré como mínimo una novela. 

-No seas exagerada Brenda.- Ríe y me abraza fuerte. 

-Cambiando de tema. Hoy es noche de pizzas. 

-¿Si? ¿Desde cuando?

-Desde hoy, porque yo lo declaro. 

-Ok, haremos juntos el trabajo de literatura, mañana de tarde cuando despertemos. Puedes quedarte en casa, tal vez mi padre no esté, no lo he visto pasar por la cuadra en estos días. 

Libérame (Completa, en fase de edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora