12.Arte humano.

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Tomé rápidamente un pantalón deportivo y un canguro que me queda un tanto holgado.

Cuando vuelvo al baño, él se encontraba de espaldas, con su torso al descubierto. No lograba notar mi presencia aún.
Me tomé un tiempo corto para admirarlo. Sin duda, es la espalda más ancha y hermosa que mis ojos hayan visto jamás. Sus hombros, sus bíceps, su cuello...Es una completa obra de arte.

¿Desde cuando algo así de maravilloso habita en nuestro planeta?

-Aquí estoy, disculpa por entrar así. -Digo avergonzada por la situación.

-¿Adán y Eva no convivían desnudos sin problemas? -Respondió dándose la vuelta, dejando a la vista su zona abdominal.

-Si, lo hacían - Reí y le entregué las prendas. -Espero que te sirvan, a mi me quedan grandes...

-No te preocupes, me arreglaré con esto. Gracias.

-Creo que debo irme... Para que tú... Ya sabes.

-Claro, sí. Tienes razón -Ríe nervioso y me mira pasando una mano por su pelo.

-Te espero abajo. -Creo que contuve la respiración hasta que me encontré fuera. Nadie causó nunca tal efecto en mi. Me avergonzaba al mirarlo, al hablarle, al tocarlo. ¿Porque? ¿Que ocurré conmigo?

Me senté en el sillón con una taza de café caliente, que se oponía al frío que sentía. No podía dejar de pensar en él. No mantuve la mente en blanco por más de 5 segundos, sin que su voz apareciera en mi cabeza, como una suave y dulce melodía.

Él bajo por las escaleras, con el pelo húmedo y siempre con la esbelta sonrisa en su rostro.

-¿Que haces? -Dice mientras se dirige a su taza, rodeándola con sus manos, sintiendo la misma sensación que yo al hacerlo.

-Nada, pensaba. Y lo sé, el frío es muy grande.

-Así es. ¿ En que piensas?

-Eres curioso Fran. La curiosidad mató al hombre, eso dicen. No es nada, no te preocupes, en serio.

-Eres rara Brenda. -Me sonríe y besa mi mejilla.

-Lo sé, muy rara. -Reí.

Así serán nuestras tardes. Juntos, riendo de cosas simples y disfrutando de los pequeños ratos que pasamos unidos. Y si así debe ser el resto de mi vida, no me molestaría. En cierta forma, me gustaría estar así con él para siempre.

Se que si existe un final, no será feliz, no para mí. Por eso no quiero que esto terminé, quiero ver su sonrisa por siempre, sentir sus manos en mi mejilla todos los días de mi vida. Quiero poder verlo de mil formas distintas, con remera o sin remera, durmiendo o caminando, sentado o desayunando. Quiero una vida entera junto a este hombre.


Libérame (Completa, en fase de edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora