A c o s t u m b r a n d o n o s

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ALEX
Había pasado ya un mes desde que esto había comenzado; personas medio vivas, medio muertas queriendo comer a las personas que sí estaban vivas. Nunca imaginé que esto pudiese ser real.
Habíamos encontrado un grupo como de alrededor de 15 personas; yo incluía a 5 de los niños que había ahí, esos a los que nadie escuchaba. Montamos un campamento en la montaña, lejos de aquella mierda.

Papá había salido a cazar, Carol y Lori nos enseñaban cosas básicas de la escuela, yo no ponía mucha atención; la verdad es que no ponía nada de atención, en cambio Carl y Sophia se la pasaban haciendo sumas y demás.
De repente la radio sonó pero hacía interferencia—Puede que sean ellos.—dijo Amy; cuya hermana había salido ya hace una semana a buscar provisiones junto con otras personas, incluyendo a mi tío.
Shane se acercó y tomó la radio entre sus manos pero nada de nada, la señal había sido cortada.

Estaba sentada sin hacer nada como siempre, jugando con un cuchillo que mi papá me había dado, cuando se escuchó un ruido, al igual que los demás rápidamente me levanté para ver de qué se trataba.
—Dale, ¿que es?.—preguntó el odioso de Shane e hice una mueca de desagrado sin que nadie lo notara.
—Aún no puedo decirte.—le contestó el viejo Dale con sus binoculares tratando de ver algo—Es un auto robado.—dijo con diversión. Y efectivamente un bonito auto rojo se acercaba hacia el campamento, de este bajo un Glenn sonriente.
—¿Pero que carajo haces amigo?.—
¡Apaga eso Glenn!.—le empezaron a decir.
—Lo siento es que traía un auto lindo.—dijo de manera inocente alzando los hombros.
—-¿¡Dónde están los demás?!.—le preguntaba Amy a punto de un colapso de nervios.
—Allá vienen, todos están bien.—dijo el asiático y me miró rápidamente.
Se acercaba un camión de carga, de este bajo Andrea; quién corrió a abrazar a su hermana menor, T-Dog, Jakie y Morales; quién también fue con su familia, pero nada de Merle y entonces comencé a preocuparme.
—¿Dónde esta mi tío?.—pregunté pero nadie me respondió. Volteé los ojos.
—Hey chico helicóptero, sal de ahí.—gritó Morales—Es un tipo nuevo, casi hizo que nos comieran los caminantes pero luego nos salvó y...dejó esposado a Merle.—¿qué él qué?. Abrí los ojos y me acerqué a él, quién ya había bajado.
—¡Explícame genio sheriff, como que...—le estaba gritando cuando de la nada sus ojos se empezaron a humedecerse, ¿y a este qué le pasa?.
—¡Papá!. ¡Papá!.—Carl corría hacia los brazos de aquel hombre, mientras que Lori parecía haber visto a un fantasma. Entonces recordé que una vez el chico me contó algo sobre que su papá había muerto, lo cierto es que no le había prestado atención.
Después de su emotivo momento el sheriff; cuyo nombre era Rick, comenzó a explicarnos que había pasado con Merle. Yo solo solté un bufido y rodeé los ojos. Luego contó su historia sobre cómo se enteró de esto, pero yo me aburrí y me fui a dormir, papá no llegó esa noche.

Al día siguiente estaba con Carol ayudándola a secar la ropa de los demás; solo porque era eso o leer un libro de matemáticas.
Rick salió de su tienda y se acercó a nosotras.
—Lavé un poco de tu ropa, deja que el Sol la seque un poco más y estará lista.—le dijo al mujer de pelo corto.
—Gracias, eres muy amable.—dijo él y luego volteó su vista hacia mi.
—Oye...Alex ¿cierto?.—asentí—Lamento lo de Merle.
—Si, pues trata de decirle eso a mi padre.—y me aleje de ahí para ir con un Glenn triste que miraba como destruían su coche.
—Era muy lindo.—me dijo cabizbajo.
—Ya podremos robarnos otro.—le dije animándolo.

Estaba con los otros niños, nos adentramos un poco al bosque y una de esas cosas estaba devorando a un ciervo. Vi sus flechas. Todos empezaron a correr y gritar, yo me limité a quedarme ahí. Los adultos llegaron y Shane me hizo a un lado bruscamente ganándose una mirada fea de mi parte y comenzaron a golpear al caminante hasta que Jim le cortó la cabeza.
—Nunca había llegado uno hasta aquí.—comentó Dale preocupado.
—Es que se les está acabando la comida en la ciudad.—fue Jim quien habló.
Se empezaron a escuchar pisadas y todos levantaron sus armas, papá salió sorprendido de que todos le apuntarán, al notar que era él bajaron sus armas. Nuestras miradas chocaron y él habló—¡Maldito idiota, porta enfermedades!. Ese ciervo era mío, lo estuve persiguiendo un buen rato.—dijo mientras pateaba al caminante—Tal vez si cortamos por aquí...—hablaba para él solo. Lo conocía.
—Yo no me arriesgaría.—dijo Walsh.
Yo miraba a Rick esperando que dijera algo, pero nada.
La cabeza del caminante comenzó a gruñir.
—Vamos amigos, es en la cabeza.—y clavó una flecha en su cráneo—¿Es que no saben nada?. Vamos Alex, traje ardillas solo hay que guisarlas. ¡Merle!.¡Merle!. ¿Donde está tu tío?.—y yo no supe qué decir.
—Oye Daryl, escucha hay algo que tenemos que decirte.—habló Shane.

—¿Y tu quién eres?.—preguntó papá molesto.
—Rick, Rick Grimes.
—Bien, Rick Grimes.—dijo sarcástico—Déjame procesarlo, dejaron a mi hermano esposado como un animal.
—Si.—dijo Rick apenado. De repente papá le lanzó las ardillas y luego se lanzó sobre él, pero el idiota de Shane lo agarro por el cuello. Yo gritaba que lo dejaran pero sentí unos brazos sobre mis hombros, era Carol tratando de detenerme—!Que me sueltes!.—le dije.
Rick alzó su mano a modo de detenerme.
—Lo vamos a solucionar de forma pacífica, ¿no es cierto?. ¿No es cierto?.—insistió el ojiazul.
—Si.—contestó como pudo Daryl y Shane lo soltó.
—También fue mi culpa, yo dejé caer la llave.—intervino el latino.
—¿No pudiste levantarla?.—dijimos papá y yo al mismo tiempo y nos volteamos a ver.
—Se cayó a una alcantarilla. Pero puse una cadena en la puerta.—lo miramos sin saber el punto de su comentario—Merle está vivo.
—Muy bien, cálmense todos, regresaremos a buscarlo.
—¿Estás loco Rick?.—le dijo Shane.
—Lo haremos. Glenn...
—Oh no, yo no iré.—se quejó el chino, coreano, yo que sé.
—Por favor, sé que no debo pedírtelo, pero tú mismo dijiste que conoces esas calles, me sentiría más seguro si tú vas. Además necesitamos las armas.
—¿Cuáles armas?.—preguntó Walsh.
—Un bolso con armas que deje en Atlanta cuando una horda me atacó, son como 700 balas.—genio sheriff nos tocó pensé y rodeé los ojos.
—Yo igual iré.—se apuntó T-Dog.
—Y mi suerte incrementa cada vez más.—dijo papá sarcástico acomodando su ballesta.
Así estuvieron discutiendo, hasta que al final se decidió que si irían.
—Si sucede algo usa el cuchillo como te enseñé.—dijo Daryl y yo asentí—Bien, cuídate.

—Alex, ¿quieres acompañarme a cazar ranas?. Shane me va a enseñar.—me dijo Carl.
—Vamos.—dije mientras alzaba los hombros.

—Muy bien, lo que yo haré es ir tras una de ellas, eso asustará al resto, se esparcirán y las dirigiré hacia ustedes.
—Muy bien.—asintió Carl.
Luego hicieron una mueca muy rara y yo solo pensaba en lo ridículos que se veían. Shane comenzó a lanzar agua sobre nosotros.
—¡Atrápalas!.¡Bien, así!. ¿Qué conseguiste?.—Carl alzó la red—Nada.—dijo decepcionado.
—Muy bien, lo haremos de nuevo.
—Eso nunca va a funcionar.—dije poniendo los ojos en blanco, a lo que él antiguo sheriff me miró feo.
Vi a Lori acercándose furiosa y supe que habría una discusión de adultos así que le hice una seña a Carl de que nos marcháramos.

Rato después vi como Shane golpeaba a Eddie; él era el esposo de Carol, un completo idiota con su esposa e hija, Sophia. Bien hecho Shane.

TWD-Carl Grimes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora