TWD-Carl Grimes.

E l c o m i e n z o d e u n a g u e r r a

ALEX
—Seguiremos a pie.—dijo Michonne.
Estabamos por el bosque cuando unos caminantes nos rodearon, eran demasiados y no podríamos con ellos.
—¡Por allá!.—grité señalando una cabaña.
Había un hombre dentro y quiso asesinarnos pero Rick fue más rápido y lo mató. Los caminantes rodearon la puerta principal.
—Alex, fíjate por la salida de atrás.—me ordenó Rick.
—Esta despejado.—le dije.
—No lo harán.—dijo Oscar.
Papá abrió la puerta de enfrente y aventaron el cuerpo ya muerto del hombre y salimos corriendo por atrás.

Yo me quede en otra habitación esperando a que llegaran con Maggie y Glenn.
—Alex, estás viva.—me decía Maggie y me abrazaba mientras Glenn me miraba sin saber si era su imaginación o lo que veía era real.
—¿Crees poder continuar?.—le preguntó Grimes a Glenn que estaba todo golpeado pero él lo ignoró.
—Fue tu hermano.—le dijo a papá.
—Esperen, ¿donde está Michonne?.—pregunté confundida pues no la veía por ningún lado.
—Estaba detrás de mi.—dijo papá.
—Tenemos que ir a buscarla.
—¡No!.—me detuvo la mano de Rick—Debemos salir cuanto antes.
No dije nada, pues no cambiarían de opinión.
Con otra granada pudimos salir, disparaba a todo lo que se movía y que veía amenazante.
—¡Debemos salir todos juntos!.—gritó Maggie.
—¡No podremos!.—dijo papá—Salgan yo los cubro.
Óscar cayó y los caminantes fueron hacia él.
Ya estábamos detrás de unos autos protegiéndonos. Se escuchó un ruido y salió Michonne toda ensangrentada. Aún faltaban Rick y mi papá.
—¿Que te pasó?.—le dije ayudándola.
En eso llegó Rick y le quitó la katana, ella lo miró feo.
—¿¡Dónde está mi papá?!.
—Se quedó dentro.—dijo Rick con preocupación.
—¡Tenemos que ir por él!.—le dijo gritando como loca.
—Escucha.—recargó sus manos en mis hombros—Regresaré por él.

Estábamos Glenn, Michonne y yo sentados en la carretera donde habíamos dejado los autos.
—No puedo creer que estés viva.—escuché la voz alegre de Glenn quien no dejaba de verme.
—Andrea también lo está.
—¿Qué?.—me preguntó incrédulo.
—Solo que está ahí, con el gobernador.—pude ver como su mirada cambió a una de odio total.
—Lamentó lo que te hizo.—Michonne me miró pues no solía disculparme con nadie.
—No es tu culpa.—y seguimos esperándolos en silencio.

Ellos se vieron a lo lejos, el tío Merle también venía con ellos.
—¡Él no irá con nosotros!.—dijo Glenn furioso.
Merle solo reía.
—¡Cállate!.—le decía mi papá.
—No podemos llevarlo con nosotros, Daryl.—le decía lo más sensato que podía Rick.
El tío Merle no dejaba de decir idioteces así que Grimes lo golpeó y se desmayó. Le agradecí mentalmente.
—Escucha, te necesitamos Daryl.—¿y yo que?.
—Es familia.—dijo papá.
—Él es tu familia. Mi familia está esperando en la prision por nosotros, y tu formas parte de esa familia.—le decía Glenn enojado. ¿Qué hay de mi? Yo también formo parte de esa familia. ¿O no?.
—Van a dejar a la última samurai pero a Merle no.—dijo refiriéndose a Michonne quién estaba lejos.
—En cuanto la curen ella se ira.—dijo Rick y yo lo miré pero él me ignoró.
—Entonces nos vamos.—y me empujó para seguirlo—Despídeme de tu padre.—dijo dirigiéndose a Maggie.
—Daryl no hagas esto.—le dijo ella.
—Yo no quiero irme.—hablé por primera vez.
—No te pregunté.—me dijo papá.
—Puedes quedarte.—dijo Rick. ¿Y este cuando apareció?—Ambos pueden quedarse, Daryl.
—Ya lo deje una vez no me pidas que lo haga de nuevo.—dijo papá tomando sus cosas de la camioneta.
—Entonces déjala a ella.
—Es mi hija no la dejare. Cuida de la pequeña Destructora y de Carl también.
Michonne solo me veía confundida.
—Estarás bien con ellos.—le dije despidiéndome—Dile a Carl adiós de mi parte ¿si?.—me dirigí a Rick y me alejé hacia el bosque.

CARL
Papá y los demás ya habían llegado pero no veía a Alex por ninguna parte.
—¿Dónde están?.—preguntó Carol preocupada.
Papá agachó la cabeza.
—Encontraron a Merle, quise detenerlos pero no pude.
—¿Volverán?.—preguntó Carol con la voz quebrada.
—No lo creo. Ellos estarán bien.
—¿Alex se fue?.—le dije a mi papá. Él nos abrazó y fuimos adentro.
Alex se había ido de nuevo, me sentía terrible por lo que le había dicho y ahora ya no iba a poder disculparme con ella jamás.