S i n s a l i d a

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ALEX
—Cambio de plan.—dijo Rick. Habíamos parado en un lugar despejado—Son demasiados caminantes y las bengalas no funcionarán, están demasiado dispersos.

Michonne y yo nos encargábamos de vigilar que ningún cadaver se acercará.
—Iremos a la estantería por los autos de la parte de atrás.
—Está bien.—le dijo Jessie—Pero con Judith ida y vuelta...—tenía razón, era un milagro que no haya llorado.
—Yo me encargo de ella.—habló Gabriel—La llevaré a la iglesia y la mantendré a salvo hasta que vuelvas.
—¿Puedes hacerlo?.—le preguntó Mich.
—Puedo hacerlo. Tengo que hacerlo.—le dijo mirándola fijamente.
—Gracias.—le dijo Rick y Carl se la pasó. La pequeña estaba bastante asustada sin saber exactamente qué pasaba a su alrededor.
—Lleva a Sam contigo.—dijo la rubia.
—No mamá, iré contigo.
—Sam...
—Puedo hacerlo. Puedo continuar, por favor.
—Sam, es más seguro.
—¡No mamá!. ¡No me iré de tu lado!.—después de meditarlo unos segundo accedió.
—Toma mi mano, Sam.—dijo Rick, luego Jessie tomó su otra mano y ella tomó la de mini Grimes yo entrelacé mi mano con la de él y recibí un apretón de su parte, eso me hacía sentir que todo iría bien aunque no fuera cierto, extendí mi mano hacia Ron y él vacilante la tomó y por último con su mano libre tomó la de mi amiga.

Íbamos lento, teníamos que hacerlo si queríamos pasar desapercibidos. Mientras caminaba pensaba en Carol y en papá, en Glenn y en Maggie, veía a todos los caminantes esparcidos por lo que alguna vez creí que sería nuestro hogar, un lugar seguro, pero ahora ya no había salida y si salíamos de esto sería un día que pasaría a la historia.

Había caído la noche, aún nos faltaba camino por recorrer y me estaban sudando las manos. Estaba tan hundida en mis pensamientos que no me percaté que nos habíamos detenido.
—Sam.—susurraban todos.
—Puedes hacerlo Sam.—le decía su madre—Ven conmigo, estoy aquí Sam. Vamos.
—Mamá.—decía él una y otra vez cada vez más fuerte. En un abrir y cerrar de ojos un caminante mordía su cuello y otro su cabeza, abrí mis ojos tanto que creí que se saldrían, sentí como la mano de Ron me apretó más fuerte, quedamos estáticos ante lo que veíamos, el grito de Jessie atrajo a los demás hacia nosotros. Todo iba en cámara lenta. Jessie gritaba, Rick decía que debían irse, devoraban a Sam frente a nuestros ojos y luego a Jessie, todo se volvió rojo.
—¡Papá!.—salimos de nuestro trance y vimos que Jessie no soltaba la mano de Carl, rápidamente y con dolor Rick corto su mano haciendo caer a su hijo al suelo, lo ayude a incorporarse para salir de ahí cuando se escuchó que quitaron el seguro de un arma, volteamos y vi a Ron apuntándole a Rick.
—Tu.—dijo con odio—Tu.
—Ron, no hagas esto.—le pedí poniéndome enfrente, me golpeó con el arma en la cabeza haciendo que cayera, luego solo vi que la espada atravesó su cuerpo haciendo que el disparo saliera en otra dirección, no sabía que sentía en ese momento pero no quería muerto a Ron.
—Papá.—sentí náuseas y un dolor en el pecho inexplicable. El disparo le había dado a Carl en el ojo y él se desmayó. Rick lo cargo y Michonne me jaló bruscamente del brazo para poder correr hacia una de las casas más cerca.

Corría matando a lo que se interponía, ignorando el dolor de mi herida solo pedía por llegar y salvar a Carl. Entramos rápidamente y lo recostaron en una camilla.
—Dame vendas...tengo que suturarlo...voy a coserlo.—todo lo oía muy lejano, solo estaba concentrada viendo cómo mini Grimes se desangraba, iba a desmayarme. ¡¿Por qué mierda no estaban haciendo algo ya?!.
—Alex, sostén aquí.—me dijo Denisse sacándome de mi trance. Tome su cabeza con mi manos, estaba temblando, me dolía verlo así.
—Por favor, sálvalo.—le dije en un susurro llorando.
—¡Rick!.—gritó Michonne haciendo que me girara y viera a Rick saliendo de la casa, no sabía porque pero eso no me importaba en este momento. Luego salió Michonne y el resto de los que estaban ahí, que ni siquiera había notado, entonces comprendí que hacían.
—Date prisa, debo ayudarlos.—le dije desesperada.
—Solo espera, ya casi.—me decía en el mismo tono.
—Están allá afuera...
—Él es su hijo, dame un segundo.—después de que acabo me dijo—Tú herida.
—Me importa una mierda.—le di un corto beso en la cabeza a mi Carl y le susurré—Ya vuelvo.

Salí a pelear, a matar a los malditos caminantes que provocaron esto, tenia tanto coraje en estos momento, solo quería matarlos a todos de una maldita vez. Saque mi cuchillo y comencé a descargar mi ira. Poco a poco fueron saliendo más personas de sus casa haciendo lo mismo que nosotros, matando sin piedad.
—¡Podemos hacerlo!.—decía Rick—¡Mátenlos, sin tregua!.
Mis brazos dolían, la sangre me salpicaba en la cara pero no me iba a detener.
Vi a Carol, Tara, Rosita y eso me alivió un poco. Todos peleábamos, juntos, por una misma causa. Enterraba y desenterraba mi cuchillo de sus arqueros cráneos viendo cómo caían en el suelo. Nos detuvimos al ver fuego, eso solo significaba una cosa, papá seguía vivo.
—¡No bajen la guardia!.—advirtió Rick.
Toda Alexandria peleaba por su hogar, todos trabajando en equipo logrando acabar con los caminantes.

—Despierta, mini Grimes.—le decía tomando su mano, me llegó un deja vu, de la primera vez que le dispararon, estábamos en la misma situación de nuevo—Vas a estar bien. Por favor no me dejes, por favor no puedes hacerlo. Te amo, despierta por favor.—dije con las lágrimas rodando por mis mejillas.
—Debes ir a que te revisen la herida, yo me quedo con él.—no muy convencida solté su mano—Tu padre esta allá afuera—fui a dónde estaba papá dejando a Rick con su hijo.
Me senté a su lado y me miró aliviado de que estuviera bien, le devolví la mirada y sonreí mientras deje que me curarán.

TWD-Carl Grimes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora