TWD-Carl Grimes.

S o m o s l o s q u e s o b r e v i v e n

ALEX
Ya estaba todo listo para la pelea con los Salvadores, todos nos encontrábamos en nuestra posición.

Rick había encontrado un grupo, "los de la basura"; quienes secuestraron a Gabriel, hicieron un trato con nosotros y nos ayudarían acabar con Negan y su gente.

Con la ayuda de Dwight pusimos bombas dentro de sus camiones. El plan era que ellos llegaran y prenderíamos fuego para empezar acabar con todos. Yo me encontraba abajo con papá, Rosita, Tara y unos cuantos más. Rick y Carl estaban en la parte de arriba, junto con otros.

Carl y yo compartimos miradas, los camiones empezaron a acercarse.
—¡Deben rendirse!.—se empezó a escuchar una voz a través de un megáfono—¡No tienen muchas opciones!.—nadie creía lo que veía, Eugene era el dueño de esa voz.
—Hijo de perra...—dije sosteniendo el arma más fuerte.
Rosita miraba furiosa a través de la puerta.
—Pueden vivir o pueden morir. Por su bien espero que sea lo primero.—seguía hablando—Me da esperanzas que sigan mi consejo. ¿Entonces Rick, te someterás?.—apretaba el arma contra mis mas manos sin dejar de apuntar, estaba un poco nerviosa.
—¿Dónde está Negan?.-habló Rick después de unos segundos.
—Yo, soy Negan.—jamás conocí a alguien tan cobarde como Eugene.
Rick le dedicó una mirada a Rosita, quien tenía el botón para hacer explotar las granadas, ella con gusto lo hizo y...nada pasó. Nos miramos con confusión y Negan salió del camión sonriendo.
—¿Conoces la historia de un estupido llamado Rick?.—empezó a decir—Que cree saberlo todo pero no sabe ni una mierda. Y por su necedad hace que todos sus seres queridos mueran. ¡Es sobre ti!.—le dijo—Intentaste volarnos. Entiendo que lo hayas querido hacer conmigo, con mi gente pero con Eugene, uno de los tuyos...oh Rick, ¡son unos animales!.—el sentimiento de odio y venganza se esparcía por todo mi ser.

No tuvimos tiempo de reaccionar cuando todos los de la basura dejaron de apuntar a Negan para apuntarnos a nosotros, nos pusimos alertas pero no nos quedo mas que bajar las armas. ¡Maldita sea!. ¡Malditos traidores!.
—Teníamos un trato.—le dijo Rick a Jadis, la líder de los de la basura.
—Ellos nos ofrecieron un mejor trato.—habló como si nada.
La puerta se abrió dejando ver todo con más claridad.
—Bien entiendo que ya no les caiga bien Eugene, pero y Sasha.—dijo subiéndose a uno de sus camiones y empujando un ataúd—Porque a mi si me cae bien.—sonreía—Esto es lo que pasará Rick, me darás todas las armas que tienes.—yo lo miraba con odio—Oh si, sé sobre eso.—Rick comenzó a alterarse—Luego tú escogerás a alguien para Lucille. Si no lo haces todos morirán oh y Daryl...—volteó hacia nuestra dirección—...me devolverás a mi Daryl y a mi pequeña psicopata.—me dijo observándome—Hola.—me saludo con su mano, yo lo asesinaba con la mirada y él parecía disfrutarlo—Los observo.—hizo un además con su mano—Y te devolveré a Sasha vivita y coleando.
—¡Quiero verla!.—dijo Rick.
—Claro, solo que déjame explicarle, porque ahí dentro no se oye nada.—golpeó con el bate el ataúd—Oye Sash, no vas a creerlo...—los que no íbamos a creerlo éramos nosotros. Negan abrió el ataúd y una Sasha convertida salió lanzándose directo sobre él. Entonces lo entendí, ella nos había dado una oportunidad y no la desaprovecharíamos.

Empezamos a dispararles a los traidores de la basura. Rosita recibió un disparo pero Tara se
encargó. Maté a algunos de los que nos apuntaban anteriormente y le disparé a la gente que le apuntaba a Carl en la parte de arriba, me miró agradecido, papá me jalo detrás de él y empezamos a movernos para ir a un lugar mas seguro.

Seguíamos disparando y corriendo, de un momento a otro nos vimos rodeados por los Salvadores. Tenían a Carl de rodillas y luego llegaron con Rick a quién pusieron en la misma posición a un lado de su hijo, se dijeron algunas cosas que no alcancé a escuchar y Negan quitó el sombrero de Carl. En ese momento sentí el alma desprenderse de mi cuerpo, al mismo tiempo que levantó su bate para golpearlo yo levanté mi arma apuntándole dispuesta a jalar el gatillo sin importar las consecuencias.
—¡NOOOOO!.—grite con todo el aire en mis pulmones, justo cuando tire del gatillo un peso extra cayó sobre mi haciendo que la bala se desviara.
Vi a Shiva llegar y atacar a los Salvadores, lo cual distrajo a Negan y el alivio recorrió mi cuerpo, vi a Maggie, a Ezequiel y a otros más lo que me tranquilizó un poco y me concentré en lo que tenía encima de mi.

—¿Me extrañaste?.—dijo Arat golpeando mi cara.
—Está vez no tienes oportunidad, perra.—le dije golpeando su nariz con mi cabeza. Ella soltó su agarre de mi y yo aproveché para patearla en el estómago, la tomé bruscamente por los hombros y la puse contra el suelo subiéndome en ella—Esto es por lo del Santuario.—le dije golpeándola una y otra vez sin importar el dolor en mis nudillos—Ahora si que sea una pelea limpia.—le dije poniéndome de pie mientras ignorábamos el caos alrededor. Se levantó y empezamos a pelear.

—¡Agh, maldita tramposa!.—dije cuando su cuchillo rasgó mi pierna haciéndome un corte no tan profundo pero demasiado doloroso. Tomé el cuchillo golpeándola en la cara y sin pensarlo lo pasé sobre su cuello acabando con su vida. Quedé unos segundos en shock, luego Carl llegó y me saco de ese lugar tan expuesto para llevarme con Maggie y los demás.
—¿Estás bien?.—me preguntó él a lo que yo asentí.

Nuestra gente empezó a ir detrás de los otros traidores, quiénes empezaron a irse, la mayoría logró escapar. Acompañe a Rick y a Carl en busca de Michonne, la creíamos muerta pero al ver el cadaver de una de las de la basura una sonrisa se formó en el rostro de Grimes. Entramos y encontramos a Michonne toda ensangrentada pero viva, lo cual me alegro bastante.
—Michonne, estas viva.—dijo Rick abrazándola.
—Nosotros...—trataba de decir algo. Carl y yo nos hincamos junto a ellos—Nosotros...somos...
—Lo somos.—le dije dejando una de mis manos en su hombro y sonriéndole muy levemente.
—Sobreviviremos.—dijo Rick para abrazarla de nuevo.
Y entonces la herida en la pierna empezó a dolerme y recordé que Negan estuvo a punto de matar a Carl, así que me lance sobre él, cosa que no se esperaba pero me recibió cariñosamente estrujándome en sus brazos.

Rosita, se encontraba estable. Michonne, no tenia más que heridas superficiales y estaba en reposo. Yo, solo tenía la pierna vendada y cojeaba. Lo demás eran moretones que desaparecerían con el tiempo.

Me acerqué a Carol, a quién vi peleando.
—Estás aquí.—ella no necesitaba que yo le dijera que estaba enojada con ella, lo sabía de sobra.
Me miró dulcemente—Lo siento.—me dijo.
Yo me lancé sobre ella, necesitaba de uno de sus abrazos, tampoco necesitaba que le dijera porque lo hacía, ella sabía perfectamente el porqué.
—Yo lo siento.—fue entonces que comprendí lo que era el amor de una madre, ella nunca me lo diría ni yo a ella pero Carol se había convertido en eso para mi y yo en una hija para ella y no necesitábamos decirlo.