De vuelta en Hyrule

258 19 4
                                    

Narra Link:

¿Saben? Si tuviera una rupia por cada vez que he estado a punto de morir, creo que sería más rico que la realeza de Hyrule. Nuevamente, me encontraba recostado en una cama recuperandome de las batallas anteriores. Esta vez, supuse que estaba de vuelta en Hyrule, pues algo de luz se colaba por algún lado y me daba en los ojos. Al abrirlos pude comprobar que, en efecto, estaba de vuelta en Hyrule, en la enfermería del castillo.

No habia nadie más cerca, por lo que me levante y comence a revisar mi cuerpo: ya no tenia más heridas. Mis marcas twili seguían allí, al igual que traía mi ropa mágica puesta. Escuché que la puerta comenzaba a abrirse y fue cuando la vi: Midna comenzó a asomarse. Iba vestida con un pantalón negro y una camisa de botones azul oscuro. Ceñida a su espalda, llevaba la espada maestra. No habia sido un sueño, ella me habia salvado (de nuevo).

Al verme, comenzó a caminar tranquilamente hacia donde estaba. Una vez que estuvo cerca, tomó una silla y se sentó en ella, quedando a la par de mi cama. Yo estaba sentado en la misma. Ella me miraba con curiosidad, como si quisiera decir algo pero no supiera como.

-"Un día de estos vas a hacer que te maten en serio." Fue lo que dijo.

No pude evitar sonreír.

-"Gracias por salvarme."

-"Pues, para eso estan los compañeros ¿no crees?"

-"Claro ... pero ¿que fue lo que pasó?"

-"Pues después de que te desmallaste, el maldito de Caos escapó quien sabe a donde. Entre Umbria y yo destruimos ese reino, dejandolo en el olvido. Ella se quedó en el reino del crepusculo junto a mi mamá para cuidar el reino mientras nosotros no estamos. En cuanto a lo que ha pasado en nuestra ausencia, nada interesante, unos cuantos espías más y ya. Nada tan fuerte como una guerra o una pelea increíble."

-"Ya ... y ¿sabes algo sobre eso?"

En ese momento señale a la espada maestra. El rostro de Midna seguía igual, por lo que sabía algo.

-"Farore, Din y Nayru solo me dijeron que habian logrado restautar la espada maestra, pero que la información te la iban a dar a ti. En cuanto a porque apareció en mi mano ... dijeron que era importante que tu también lo oyeras, así que tampoco me dijeron sobre eso."

-"Entiendo..."

Midna se quitó la espada maestra de la espalda y la colocó recostada contra mi cama. Luego, se subió a mi cama y comenzó a gatear hasta estar cerca de mí.

-"Debes estar algo preocupado por lo que pasó hace rato ... te puedo ayudar a olvidarlo." Dijo ella, en un tono sensual.

-"Hazme olvidarlo entonces..."

Ambos comenzamos a besarnos, tal y como lo habiamos hecho al inicio de esta aventura. Yo me recosté sobre la cama y ella se quedó ensima de mi. Luego de unos segundos, ella se levantó quedando sentada sobre mí, y comenzó a desabotonarse la camisa.

-Jadeando "Dime ... ¿no te preocupa que nos vean?" Pregunté.

-"Las diosas salieron y Zelda con ellas ... tenemos tiempo."

Una vez que terminó, la dejó caer a la par de la cama. Para mi sorpresa, no llevaba su segunda piel cubriendola debajo de la camisa, sino un sosten común y corriente. No pude evitar ruborizarme, cosa que pareció hacerle mucha gracia.

-"¿Que pasa lobito?" Dijo en un tono tentador y burlón "¿Primera vez que ves a una mujer así? ... no creas que no he visto como me miras ... no te averguences, no tiene nada de malo el desear ver un cuerpo como el mío..."

Ella volvio a acercarse a mí aunque yo seguia paralizado. Ella tenia razón, desde que la vi por primera vez en su verdadera forma me asombre de lo hermosa que era. Y ahora estaba aquí frente a mí, su provocativo cuerpo ... dispuesta a dejarme verlo.

Cuando ya estaba cerca de mí, movio su cabeza en dirección a mi oído.

-En tono burlón "Aunque ambos sabemos que no solo quieres verlo ... ¿verdad? Jejeje."

-"¡Por todos los cielos, que pasa aquí!"

Ambos volteamos a ver hacia la puerta y nos encontramos con las tres diosas doradas. Nayru se tapaba los ojos con vergüenza, Din me levantaba los pulgares, y Farore ... pues parecía ser una mezcla de Din y Nayru. Estaba ruborizada, pero nos seguía viendo. Yo pude sentir como la vergüenza me consumía, Minda por otro lado, solo lucía molesta. La que habia gritado fue Farore.

-"Consiganse un cuarto ¿quieren?" Dijo Farore.

-"Debieron tocar." Contestó Midna.

-"¡Es la enfermería! ¿Porque razón deberíamos de tocar?" Dijo Nayru, quien aún seguía sin ver.

-"¡Solo vistete Midna!" Concluyó Farore.

Midna tomó su camisa y volvio a colocarsela. Yo trate de disimular lo más que pude. Una vez que pasó un silencio lo suficientemente incómodo como para que se olvidara lo que pasó, Farore tomó la espada maestra y me la entregó.

-"La mandamos hacer para ti."

La tomé entre mis manos y pude notar que era incluso más ligera de lo que recordaba.

-"Pero ... ¿como?"

-"La espada maestra original fue forjada por los sabios ... así que solo les pedimos que lo hicieran otra vez. Esperabamos que no te toparas con Caos antes de que estuviera lista pero ... veo que te dio una paliza ¿eh?"

Me quede en silencio, lo que obligó a Farore a seguir.

-"Bien ... pues ahora ya podras pelear con él y con el resto de creaturas oscuras, con una clara ventaja. Incluso nos dimos a la tarea de rescatar a Fay."

-"¿En serio?"

-"Sí." Dijo Nayru, cuyo rostro habia regresado a su color natural. "También les pedimos que le agregaran otra cosa, un algo especial para ti, ya que serás el que la va a usar. Si te encuentras en apuros, no dudes en usar tus poderes de sombras ... podrías llevarte una sorpresa."

-"Lo recordaré ... creo que ahora solo queda una pregunta sin respuesta."

Las tres diosas se vieron entre ellas.

-"Veras." Comenzó Farore "Cuando la espada maestra terminó de forjarse, esta brilló y desapareció. Pensamos que habia ido hacia ti al estar en problemas, pero parece que fue hacia Midna. Modificamos la espada para que nadie que no sea digno de usarla pueda siquiera levantarla o sacarla de su funda. Y además, entre los que la pueden usar, solo tu debería ser capaz de invocarla a distancia al ser su único maestro. Pero tal parece que reconoce a Midna como otra maestra, tal vez por la conección que existe entre los dos."

-"Creo que eso me vasta a mí." Dijo Midna.

Aunque no me convencia del todo la respuesta, decidí aceptarla. Entre todos salimos de la enfermería y comenzamos a caminar a la sala de reuniones. No habia tiempo para descansar: aún faltan dos fragmentos.

Saga del Crepúsculo Pt2: La batalla de los dos reinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora